El triunfo del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) en las elecciones de enero no fue el simple resultado de un levantamiento nacional contra la ineficacia del viejo gobierno palestino. Sobrevino luego de años de atender a la población necesitada.
El sábado 18, Hamas presentará su nuevo gabinete al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, y el lunes 20 lo someterá a la aprobación del parlamento.
Hamas no posee servicios sociales y de salud propios, pero instituciones caritativas de todo el territorio que administra la ANP tienen vínculos con el movimiento, dijo a IPS el médico Allam Jarrar, directivo de la Red de Organizaciones No Gubernamentales Palestinas, con sede en Ramalá.
"Estas son organizaciones legales que funcionan de acuerdo con la Autoridad Nacional Palestina", explicó Jarrar.
El Corán, libro sagrado del Islam, establece el principio del Zakat (caridad), según el cual todos los musulmanes que están en condiciones de hacerlo deben dar cierto porcentaje de sus ingresos a los necesitados.
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El dinero recaudado entre palestinos ricos y musulmanes de otros países es canalizado hacia fundaciones de Zakat y entregada a proyectos sanitarios y sociales, incluyendo escuelas, orfanatos, ollas populares, clínicas y equipos deportivos de Cisjordania y Gaza.
De vez en cuando, Hamas también ofrece puestos de trabajo dentro de esas estructuras, aunque no opera como un empleador regular, como sí lo hace el gobierno, dijo Shawan Jabarin, director general en funciones de Al-Haq, organización de derechos humanos con sede en Ramalá.
Hamas se desarrolló como proveedor de servicios sociales en 1987, antes de convertirse en un partido político hecho y derecho, dijo a IPS Hisham Ahmed, profesor de ciencias políticas en la Universidad Birzeit de Ramalá e investigador de movimientos islámicos.
En 1967, tras la guerra de los Seis Días entre Israel y sus vecinos árabes, el movimiento se volvió particularmente activo como prestador de educación islámica en las mezquitas.
A principios de los años 90 se diversificó en clínicas y jardines de infantes, cuando quedó claro que la ANP, no demasiado concentrada en los palestinos comunes, era incapaz de brindar estos servicios.
"A veces" los miembros de Hamas "son más fuertes que el gobierno a la hora de dar servicios", dijo Jabarin.
El experto recordó que la ANP fue sacudida por los levantamientos populares contra los israelíes que resultaron en cierres de puestos de frontera, lo que a su vez perjudicó a la economía palestina.
Además, dijo, el presupuesto del gobierno palestino, de casi 1.000 millones de dólares anuales, no era suficiente para satisfacer a una sociedad tan necesitada. Fue común que los palestinos no pudieran obtener medicinas o tratamiento en hospitales estatales.
El pago por el uso de la red de caridad y atención a la salud vinculada con Hamas varía. Las escuelas y los centros médicos pedirán dinero, pero la suma será menor que la que se exige en otras instituciones, dijo Jabarin. La distribución de alimentos y los servicios a los huérfanos son gratuitos.
Pero pese al trabajo extensivo de Hamas en el área de los servicios sociales, los palestinos tienden a no mirar a la organización sólo en este contexto. Del mismo modo, tampoco la ven como una banda de insurgentes o simplemente como un partido político.
Una de las grandes razones detrás de su generalizada fuerza en los territorios palestinos ocupados por Israel es que "Hamas les hace frente a los israelíes", dijo Jabarin a IPS.
"El asunto principal es que ellos combaten la corrupción y luchan por los derechos palestinos", sentenció.
Los críticos del movimiento se preguntan si el trabajo benéfico que Hamas desarrolla es realmente altruista.
"Esta es su manera y estrategia para mantener el contacto con el pueblo", dijo Jabarin. Mientras que los líderes de otros partidos políticos pueden dar discursos en mezquitas, Hamas elige la salud y el bienestar como principales vehículos políticos para recabar votos, explicó.
Ahora que Hamas está al borde de formar gobierno, se prevé que los servicios que ofreció durante años florezcan a través de relaciones mejoradas con el movimiento islámico internacional y de un mayor flujo de efectivo, particularmente de los gobiernos del mundo árabe y de árabes acaudalados.
Hisham Ahmed dijo que Hamas también ampliará el alcance de su trabajo para atender a más personas y no estar "confinado al apoyo del movimiento islámico o de sus simpatizantes".
Aunque la atención a la salud, la educación y los alimentos siempre estuvieron disponibles para todos los palestinos, afirmó, se daba por sentado que los usuarios de estas redes apoyarían a Hamas.
La fuente de financiación de las operaciones de Hamas siempre fue motivo de preocupación, particularmente para Israel y Estados Unidos. No hay cifras confiables sobre su presupuesto anual.
Hamas fue ampliamente acusado de financiar operaciones terroristas.
"Todo depende de la asignación del dinero", dijo Ahmed. Si no es destinado a servicios sociales, explicó, "pienso que podría ser usado para la violencia. No tengo idea del desglose" de las cifras "entre violencia y caridad", afirmó.
Pero Ahmed dijo que, hasta donde él sabe, los beneficios económicos obtenidos a través del suministro de atención a la salud u otros servicios sociales a los palestinos no son canalizados hacia actividades terroristas.
Sin considerar las críticas a la red caritativa de Hamas ni la percepción de algunos de que está vinculado a actividades violentas, es probable que el alcance de los servicios sociales continúe siendo un puntal de la plataforma política del partido.
Como señaló Jarrar, esos servicios "son muy efectivos, están muy profundamente arraigados y muy difundidos".