Como muchos preveían, Estados Unidos trata de socavar la aspiración de Asia a ubicar uno de los suyos al frente de la Secretaría General de la ONU, que quedará vacante a fines de este año. Su alternativa: promover a una figura de Europa oriental.
"Si existiera realmente el principio de rotación geográfica" para cubrir la Secretaría General, "la justicia indica que Europa oriental" merece el puesto, dijo en una entrevista el mes pasado el embajador estadounidense en la ONU (Organización de las Naciones Unidas), John Bolton.
El controvertido diplomático no tomó en cuenta que Europa oriental dejó de existir como entidad geopolítica al finalizar la guerra fría, que enfrentó entre 1945 y 1991 a los bandos encabezados por Estados Unidos y la hoy disuelta Unión Soviética.
"Asia ya tuvo un secretario general. ¿Cuando tendrá su turno Europa oriental", se preguntó, sin embargo, en otra entrevista.
De acuerdo con la Carta de la ONU, el secretario general es designado por la Asamblea General a instancias de una recomendación del Consejo de Seguridad.
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Un posible candidato es el ex presidente de Polonia Aleksander Kwasniewski, considerado un "favorito de la Casa Blanca" por apoyar en 2003 la invasión a Iraq con un contingente de 1.450 militares. Y se prevé que continúen en el país del Golfo en el futuro.
"Es hora de la devolución de favores", ironizó un diplomático asiático, para quien Europa oriental existe como grupo geográfico sólo en la ONU. "Probablemente estén interesados en sobrevivir como entidad hasta que logren el cargo de secretario general", advirtió.
Los grupos regionales tradicionales dentro de la ONU son el asiático, el africano, el de Europa oriental, el de América Latina y el Caribe, el de Europa occidental y el denominado Otros Estados, que incluye, entre otros, a Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.
Los miembros del grupo de Europa oriental son Albania, Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Georgia, Hungría, Letonia, Lituania, Macedonia, Moldavia, Polonia, República Checa, Rumania, Rusia y Ucrania.
De esos 20, siete ingresaron en 2004 en la Unión Europea —Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y República Checa—, dos podrían integrarse en enero de 2007 —Bulgaria y Rumania— y Croacia lo haría en 2010.
"El repentino pedido de Bolton para Europa oriental es con nombre y apellido, basado sobre su apoyo al polaco. Al parecer, perderá por partida doble", pronosticó Ian Willamis, corresponsal en la ONU de la revista estadounidense Nation.
"El bloque de Europa oriental es una total anomalía de la guerra fría, y con la mayoría de sus miembros en la Unión Europea o tratando de ingresar en ella, deberían integrarse de inmediato en el de Europa occidental", dijo Williams a IPS.
Por otra parte, añadió, resulta seguro que China vete la nominación de cualquier candidato no asiático, y también Rusia, en caso de que el elegido sea Kwasniewski, dada su marcada tendencia antirrusa.
"De hecho, no puedo evitar la suspicacia de pensar que la adhesión de Bolton sería el beso de la muerte para cualquier candidato, sea polaco o asiático, pues reduciría el entusiasmo de la mayoría de los estados", consideró Williams.
Los grupos de África —53 países— y Asia —50— ya anunciaron su apoyo para que un asiático sea el próximo secretario general del foro mundial. Ambos bloques representan más de la mitad de los 191 miembros de la ONU.
China y Rusia, ambos miembros del Consejo de Seguridad con derecho a veto, también manifestaron su respaldo.
Hasta ahora, los tres candidatos asiáticos oficialmente presentados son el srilankés Jayantha Dhanapala, ex subsecretario general para asuntos de desarme de la ONU, el viceprimer ministro tailandés Surakiart Sathirathai, y el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Ban Ki-Moon.
Un cuarto candidato posible es el canciller de Timor Oriental y premio Nobel de la Paz José Ramos-Horta, quien ha admitido que evalúa la posibilidad de postularse a ese cargo, que quedará vacante a fines de este año.
Desde que se creó la ONU, hace casi 60 años, el puesto de secretario general fue ocupado por tres europeos, un asiático, un latinoamericano y dos africanos, siguiendo a grandes rasgos el criterio de rotación geográfica.
Ellos fueron Trygve Lie, de Noruega (1946-1953); Dag Hammarskjöld, de Suecia (1953-1961); U.Thant, de Birmania (1961-1971); Kurt Waldheim, de Austria (1972-1981); Javier Pérez de Cuellar, de Perú (1982-1991); y Boutros Boutros-Ghali, de Egipto (1992-1996).
Kofi Annan, de Ghana, se desempeña en el cargo desde enero de 1997 y completará dos periodos —10 años— en diciembre.
"Hubo un tiempo en que podía argumentarse que Europa oriental era una región política separada del resto del continente y, por lo tanto, merecía ser parte del ejercicio de rotación que subyace en la selección del secretario general", dijo a IPS el ex alto funcionario de la ONU Salim Lone.
Pero eso ya no es así, añadió. "Nadie dice con más fuerza que Europa oriental es integrante plena de Europa que la propia Europa oriental", indicó.
Lone consideró, incluso, que el mundo árabe constituye un grupo regional distintito, pero que está integrado en los de Asia y África, al igual que sucede con Europa oriental dentro de Europa.
Hasta ahora, recordó, nadie ha pedido que se considere a un árabe como tal para encabezar la secretaría general. De hecho, el egipcio Boutros Boutros-Ghali fue elegido como candidato del grupo africano.
También el ex secretario general adjunto de la ONU Samir Sanbar consideró la existencia de Europa oriental en carácter de bloque geográfico como "una reliquia de la guerra fría".
Incluso en esos tiempos constituía "mayoritariamente una alianza política de aliados de la Unión Soviética más que un real grupo geográfico".
En ese sentido, ironizó, Europa oriental ya tuvo su secretario general, y por dos periodos: el austriaco Kurt Waldheim.