Estados Unidos teme que Irán intente controlar el gobierno de Palestina ya como lo hace con Líbano a través del Partido de Dios (Hezbollah). La posible infiltración de la red terrorista Al Qaeda en Cisjordania y Gaza también eleva la tensión.
En el Departamento de Estado (cancillería estadounidense) se multiplica la preocupación por el impacto de eventuales intromisiones iraníes en Palestina en el conflicto palestino-israelí y el terrorismo en Medio Oriente.
El ministro de Defensa de Israel, Shaul Mofaz, advirtió sobre un nuevo bloque terrorista, integrado por Irán, Siria, Hezbollah y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), triunfante en las elecciones palestinas de enero y hoy a cargo del gobierno.
Irán confía en que podrá utilizar a Hamas como medio a través del cual canalizar armas en el futuro, consideró en una reciente gira por Israel y Egipto el coordinador de Departamento de Estado para actividades antiterroristas, Henry A. Crumpton.
Analistas políticos afirman que tales aspiraciones iraníes auguran un desastre para Israel y Occidente, tomando en cuenta que interpretan el deseo del gobierno islámico en Teherán de consolidar su producción de energía nuclear para encubrir la fabricación de armas atómicas.
El cortejo de Irán a Hamas se remonta al triunfo de la Revolución Islámica en 1979, según el experto israelí Mordejai Kedara, de la Universidad Ramat-Gan.
"Tratan de exportar su revolución", opinó Kedar, para quien Teherán tuvo éxito en Líbano y usará su apoyo político, su dinero y sus armas para ejercer influencia sobre Palestina.
Irán ya se comprometió a compensar la asistencia financiera que la comunidad internacional niega a la Autoridad Nacional Palestina tras el ascenso al poder de Hamas, considerado una organización terrorista por Estados Unidos y otros países occidentales.
El régimen iraní adhiere al rito chiita, mientras Hamas es de predominio sunita. La distinción entre comunidades, aún vigente, se basa sobre desacuerdos milenarios en torno de la sucesión del profeta Mahoma.
Los conflictos se manifiestan hoy, incluso en hechos de violencia religiosa, los más recientes en Iraq.
"Los árabes desprecian a los persas", afirmó Kedar. Como consecuencia, agregó, "los iraníes están bien dispuestos a ayudar a Hamas, pues harán cualquier cosa para demostrar que son musulmanes legítimos, como pueblo y como nación."
Eyal Zisser, director del Departamento de Estudios sobre Medio Oriente de la Universidad de Tel Aviv, sostuvo que Irán y Hamas tienen interese compartidos, como el de mantener a Israel a raya.
"Irán quiere ser el protector del mundo islámico. Quiere crear un equilibrio de terror, y de poder. El mismo equilibrio de los tiempos de la guerra fría", como si el mensaje emitido fuera "no jueguen con nosotros, pues podemos tomar represalias a través de Hezbollah", según Zisser.
Esta nueva alianza tiene, en parte, el objetivo de impedir que Estados Unidos e Israel ataquen los reactores nucleares y los posibles arsenales atómicos de Irán, indicó el experto.
En este punto entra en juego el "nucleoteísmo", o la sensación de autorización divina a desarrollar armas nucleares, sostuvo Zisser. Irán cree que Dios dirige el comportamiento diario de los clérigos, en especial de los chiitas, incluido el programa nuclear.
Pero los propios expertos israelíes consideran que Irán nunca entregaría armas de fisión nuclear a Hamas. "No son tan idiotas. Serán acusados y atacados", dijo Zisser. Lo que sí podrían aportar son "bombas sucias", que combinan un explosivo convencional con material radiactivo procedente de reactores, afirmó.
"Si se detona una en un centro comercial, la gente podría contraer cáncer. Es un escenario pésimo, pues es muy difícil detectarlas", según Kedar.
Zisser aseguró que Irán suministró a Hezbollah un arsenal de cohetes de avanzada tecnología, y podría ofrecérselos también a Hamas.
Mientras, Hezbollah canaliza a través de Líbano dinero iraní para alentar a los palestinos a matar (por 10.000 dólares) o herir (5.000 dólares) a un judío, según Kedar.
El prolongado vínculo del gobierno iraní con Hezbollah da una idea de cómo podría evolucionar la relación entre el régimen islámico y Hamas.
En los primeros años 80, Irán y Siria procuraban usar a los musulmanes chiitas contra Israel en Líbano, en medio de una guerra civil entre musulmanes y cristianos. Desde entonces, Hezbollah se ha convertido en una organización que ha realizado atentados en todo el mundo.
"Hezbollah obedece órdenes de Irán en Líbano, donde es un participante legítimo en la vida política e integra el gobierno, a los ojos de la comunidad internacional", dijo Zisser.
Tomará muchos años consolidar un vínculo similar entre Irán y Hamas, entre otras razones por el hecho de que ambos grupos representan las diferentes caras de la misma moneda musulmana.
Pero algunos observadores consideran que el fortalecimiento de la influencia iraní en Hamas sería el menos grave de dos males. El principal peligro, afirman, es que Al Qaeda, de predominio sunita, ponga pie firme en Palestina.
Declaraciones de militares israelíes e incluso del presidente palestino Mahmoud Abbas sugieren que Al Qaeda ya hizo su debut en ese territorio. Su eventual fortalecimiento significaría grandes atentados, según Kedar. "Para ellos, miles de asesinados en un ataque está bien", agregó.
Un gobierno de Hamas deberá decidir entre convertirse en otra versión de Hezbollah, bajo patrocinio iraní, o en la próxima filial de Al Qaeda, auguró. "En ambos casos, será un estado terrorista, como lo fue Afganistán hasta 2002", dijo.
Pero Hamas está tomando rápida distancia de regímenes y gobiernos que podrían desear manipularlo. Ghazi Hamed, editor del diario Al-Risala, vocero de Hamas en Gaza, sostuvo que el único compromiso del movimiento es luchar por un estado independiente. (