ISRAEL: Olmert emerge de las sombras

Luego de meses de gozar del halago de las encuestas, los nervios comienzan a aflorar en los comités de campaña del primer ministro en funciones de Israel, Ehud Olmert, cuando falta poco para las elecciones del 28 de marzo.

En apenas un mes, su centrista partido Kadima (Adelante) perdió 15 puntos porcentuales de los ciudadanos que adelantan su voto en los sondeos, mientras el propio Olmert es objeto de controversia.

Pero una serie de entrevistas en que el gobernante delinea su plan para establecer las fronteras definitivas entre Israel y Palestina para 2010 le ayudaron a recuperar el impulso.

Al anunciar su plan de retirar las tropas israelíes y desmantelar docenas de asentamientos judíos de la mayor parte de Cisjordania, logró convertir las elecciones en un referéndum sobre sus iniciativas.

La operación del ejército en Jericó esta semana, en que los soldados, apoyados por tanques y helicópteros, capturaron a cinco palestinos encarcelados por el asesinato de un ministro israelí en 2001, también ayudó a revertir la caída de Olmert.

El primer ministro en funciones asumió ese cargo a comienzos de enero, cuando se agravó el estado de coma que aun hoy sufre Ariel Sharon, adoptó el exitoso modelo electoral de su antecesor: desplegar moderación diplomática, aunque enlazada con rudeza militar.

Las encuestas publicadas este viernes mostraron a Kadima con 39 de los 120 escaños de la Knesset —dos más que en los sondeos divulgados la semana anterior—, mientras siguen cayendo los tradicionales Partido Laborista, de centroizquierdista, con 18, y el centroderechista Likud, con 16.

Los sondeos muestran también que los votantes de Kadima son, por lejos, los más motivados: 80 por ciento aseguran que acudirán a las urnas en la jornada electoral.

En las entrevistas que ha brindado en los últimos días, Olmert anunció que evacuaría asentamientos judíos aislados, reubicaría los colonos judíos en grandes urbanizaciones de Cisjordania

Además, opinó que el muro de separación que su gobierno construye alrededor de Cisjordania servirá, más o menos, como frontera entre los territorios de Israel y Palestina.

Olmert se comprometió a separar Israel de "una decisiva mayoría de la población palestina, dentro de nuevas fronteras", con el objetivo de consolidar Israel "como estado judío, en que haya una sólida y estable mayoría judía, una mayoría que no esté en peligro".

Las menciones a "fronteras permanentes" y a "mayoría judía" apelan directamente a sentimientos poderosos que se han arraigado entre los israelíes en los últimos años: la seguridad de que no pueden seguir controlando la vida de 3,5 millones de palestinos en Cisjordania y Gaza.

Esa idea se consolida pro la certeza de que en poco más de una década la población árabe superará la judía en el área entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, lo que dejaría a Israel en la insostenible situación de ser una minoría que domina a una mayoría.

Así, los israelíes se muestran más dispuestos a renunciar al territorio, como lo hicieron el año pasado cuando Ariel Sharon ordenó la retirada de Gaza y el desmantelamiento de los 21 asentamientos judíos de esa zona.

Pero los cinco años de intifada (insurgencia popular palestina contra la ocupación) y la victoria electoral del radical Movimiento de Resistencia Islámica los han convencido de que no tienen un interlocutor con quien dialogar.

Milicias de Hamas realizaron la mayoría de los atentados suicidas durante la intifada y llama a la destrucción de Israel en su carta constitutiva,

Todo esto, según los israelíes, consolida la opción por acciones unilaterales, como lo fue la retirada de Gaza, que no fue negociada con los palestinos.

Esta fue la lógica por la cual se elevó la popularidad de Sharon y de Kadima, el partido cuya fundación encabezó él mismo a fines del año pasado con los dirigentes más moderados de su antiguo sector, el Likud, y del laborismo.

Ahora es Olmert el que asegura que no esperará mucho, después de ganar las elecciones, para iniciar un repliegue unilateral de Cisjordania.

En la entrevista que le realizó el diario The Jerusalem Post, indicó que examinaría con cuidado las acciones de la Autoridad Nacional Palestina, hoy encabezada por Hamas, antes de tomar medidas unilaterales. Pero agregó: "No tengo intenciones de esperar para siempre."

Olmert también anunció una serie de grandes complejos de asentamientos que permanecerían bajo control israelí. El muro de separación, agregó, estaría "en línea con el nuevo curso de la frontera permanente. Habrá casos en que moveremos la cerca al este, habrá casos en que la moveremos al oeste, sobre la base de lo que acordemos".

El primer ministro del próximo gobierno palestino de Hamas, Ismail Haniyeh, dijo que los palestinos reclaman un estado en toda Cisjordania, Gaza y Jerusalén.

"El gobierno palestino no aceptará nada menos que esos derechos", advirtió. "Pero hemos enfatizado siempre que si la ocupación quería retirarse de cualquier tierra palestina, nadie les pedirá que se queden."

La vasta mayoría de los 250.000 colonos judíos en Cisjordania viven en los bloques que Olmert quiere retener. Los que viven en asentamientos aislados serán reubicados en los bloques.

"No quedará un solo judío que necesitemos defender más allá de la valla", dijo Olmert al diario Maariv. "No habrá asentamientos del otro lado." (

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