La nueva campaña para defender la polémica ocupación de Iraq, lanzada por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, echó por tierra las esperanzas de quienes avizoraban una postura un poco más moderada hacia Medio Oriente.
El mandatario reconoció que en Iraq habrá "más caos y violencia" por culpa de "una minoría", pero aseguró que, a mediano plazo, la ocupación logrará el objetivo de estabilizar el país.
Los terroristas apelan a la violencia para "quebrar nuestra resolución y obligarnos a retroceder, pero no se saldrán con la suya", subrayó Bush el lunes, ante en un foro organizado por la neoconservadora Fundación por la Defensa de las Democracias (FDD).
Fue el primero de una serie de discursos previstos para esta semana, destinados a darle impulso al decreciente apoyo público a la ocupación de Iraq y tratar de convencer a los votantes de que ese país no está en riesgo de caer en una guerra civil.
La intención es contrarrestar las versiones sobre el agravamiento de la violencia entre las comunidades chiita y sunita desatada el mes pasado por el atentado a una mezquita chiita en la septentrional ciudad de Samarra.
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"El pueblo iraquí hizo su elección. Vieron el abismo y no les gustó. Por su respuesta en las últimas dos semanas, los iraquíes mostraron al mundo que quieren un futuro de libertad y de paz, y que se opondrán a una minoría violenta", dijo Bush.
Este discurso desacreditó el análisis de observadores independientes según los cuales Estados Unidos se preparaba para moderar su postura en Medio Oriente, al influjo de la secretaria de Estado (canciller), Condoleezza Rice.
Según estas versiones, Rice habría desplazado de la conducción de la política exterior al vicepresidente Dick Cheney y a funcionarios neoconservadores.
La consolidación de Rice y el repliegue de los neoconservadores, muchos de ellos con estrechos vínculos con el partido derechista israelí Likud, era un cambio que estimulaba la esperanza de que Washington moderara sus planes de "transformar" Medio Oriente mediante "cambios de régimen" en cada país considerado hostil.
Además, Washington parece ahora más dispuesto a reparar las relaciones con sus aliados europeos y árabes, dañadas durante el primer gobierno de Bush como consecuencia de su política exterior unilateralista, impulsada por Cheney y otros neoconservadores.
En este contexto, la decisión de Bush de dar un discurso en la FDD fue un balde agua fría, sobre todo considerando la línea dura que caracteriza a esa organización..
La FDD, uno de los grupos más entusiastas en su impulso de la "guerra contra el terrorismo" desde su creación, dos días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, con frecuencia ha tomado posturas severas para con los aliados europeos y árabes de Estados Unidos.
Junto a otros grupos neoconservadores, como el American Enterprise Institute, el Centro para Políticas de Seguridad, el Instituto Judío para Asuntos de Seguridad Nacional y el Comité sobre el Peligro Presente, la FDD también apoya un "cambio de régimen" en Siria e Irán.
Entre sus principales consejeros se destacan Frank Gaffney, quien atacó duramente a Bush por apoyar el repliegue de Gaza ordenado por el primer ministro israelí Ariel Sharon, Bill Kristol, editor del semanario conservador The Weekly Standard, y James Woolsey, ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y uno de los principales impulsores de la idea de que el ex presidente iraquí Saddam Hussein (1979-2003) respaldó los ataques de 2001.
La FDD, presidida por Clifford May, ex periodista del diario The New York Times y experto en comunicaciones del gobernante Partido Republicano, deriva de otra organización, Emet: An Educational Initiative ("Emet: una iniciativa educativa"), creada en 2001 por miembros de la colectividad judía. "Emet" es una palabra hebrea que significa "verdad".
Su objetivo era mejorar la imagen de Israel entre los estudiantes universitarios estadounidenses tras el inicio en 2000 de la segunda intifada, la insurrección popular palestina contra la ocupación israelí.
Luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, Emet se transformó en la FDD con May como presidente y Nir Boms, ex funcionario de la embajada israelí en Washington, como vicepresidente.
"Pese a que en la declaración de objetivos de la FDD no se hace mención a Israel, sus opiniones y actividades generalmente conciernen a ese país", indicó Right Web, sitio en Internet que brinda información sobre líderes y organizaciones derechistas estadounidenses.
El grupo cobró notoriedad en 2002, cuando Boms produjo un anuncio publicitario televisivo de 30 segundos, repetido en varios canales cable, titulado "La estrategia suicida".
El anuncio, cuyo principal mensaje era igualar los ataques suicidas palestinos en Israel con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, intercalaba imágenes del ahora fallecido presidente palestino Yasser Arafat, del líder terrorista saudita Osama bin Laden y de Saddam Hussein, así como escenas de violencia y manifestaciones en Medio Oriente.
"La estrategia suicida nos amenaza a todos, a todos quienes son odiados por 'infieles'. Intentando apaciguar el terrorismo, tenemos más terrorismo, y nuestro estilo de vida es amenazado", alertaba el anuncio.
En otro foro de la FDD celebrado el mes pasado, Gaffney alertó que el programa de desarrollo nuclear de Irán tenía el objetivo de construir armas nucleares operadas desde "el espacio sobre el territorio de Estados Unidos, y que pueden reducir al país a una sociedad preindustrial en un abrir de ojos".
Bush, en su discurso del lunes, afirmó que la fundación "está marcando la diferencia en todo el mundo. "Apreciamos mucho lo que están haciendo", dijo.