CINE-MALASIA: Hágalo usted mismo

El año pasado, la periodista malasia Ong Ju Lin escuchó a la aldeana Alice Lee explicando ante una asamblea por qué se oponía a la instalación de un incinerador de residuos cerca de su casa en Kahang, 30 kilómetros al sur de la capital.

"Su pasión me dejó asombrada. Era sólo una empleada, pero atrapó a su audiencia con su poderoso discurso", dijo Ong, al recordar el momento en que decidió filmar una película sobre Alice y la protesta popular contra el incinerador.

"Me di cuenta de que solo una película podía transmitir de verdad su pasión y furia", señaló. Pero Ong no sabía entonces cómo rodar una película.

Tomó prestada una cámara de vídeo digital y, con tres amigos, emprendió la difícil tarea de producir un documental.

Varios meses después, su corto "Alice Lives Here" ("Alice vive aquí"), clásica historia de choques entre intereses populares y grandes compañías, cosechaba el aplauso general de la audiencia y se convertía en un ejemplo de cine independiente de Malasia.

Cada vez más jóvenes creadores malasios apelan a la cámara digital para plasmar críticas a males sociales, cuestionar viejos tabúes y abordar asuntos prohibidos o delicados en este país de mayoría musulmana, como el sexo y el Islam, las relaciones raciales, la discriminación, las detenciones arbitrarias y la homosexualidad.

El movimiento malasio de cine independiente nació en 2003, cuando las protestas contra el gobierno del entonces primer ministro Mahathir Mohammad estaban en auge.

La película "The Big Durian" ("El Gran Durian"), del joven abogado devenido en cineasta Amir Muhammad, despertó el interés general por este tipo de producciones de bajo costo.

"El Gran Durian", primera película malasia invitada al festival de cine independiente de Sundance, en Estados Unidos, se refiere a los enfrentamientos étnicos desatados en 1987 luego de que un soldado malayo asesinó a varios comerciantes chinos en Kuala Lumpur.

El "durian" es un fruto exótico de Malasia.

"Quería profundizar en un período importante de la historia malasia reciente. En medio de los disturbios, vi a varios a políticos en televisión diciendo mentiras. Yo trato de decir la verdad en el filme", dijo Amir a IPS.

Sesenta por ciento de los 24 millones de habitantes de Malasia pertenecen a la etnia malaya, 30 por ciento son de origen chino y 10 por ciento de origen indio.

La película de Amir fue hecha en dos semanas con una cámara digital barata, y mezcla entrevistas reales con otras recreadas a personas que presenciaron los disturbios.

"'El Gran Durian' presenta una sociedad llena de complejidades que no está cómoda consigo misma", dijo Benjamim McKay, experto en cine malasio de la australiana Universidad Charles Darwin.

McKay explicó a IPS que, desde ese filme, muchas otras películas independientes malasias han tenido gran repercusión, incluso en festivales internacionales.

Entre ellas se destacan "The Beautiful Washing Machine" ("El hermoso lavarropas") y "Room to Let" ("Cuarto de alquiler"), ambas de James Lee, y "Sanctuary" ("Santuario"), de Ho Yuhang.

Estos filmes abordan la alienación que sufren muchos chinos malasios de clase media en una sociedad que los considera ciudadanos de segunda.

"Santuario" fue galardonado el año pasado en los festivales de cine de Pusan, en Corea del Sur, y Rotterdam, en Holanda, mientras que "El hermoso lavarropas" recibió el premio a la mejor película regional en el de Bangkok este año.

Otro cineasta prometedor es Deepak Kumaran Menon, de 26 años, cuya primera película, "Chemman Chaalai" ("Carretera rústica") cuenta la historia de una familia india pobre dedicada a la producción de caucho. Se trata del primer filme independiente enteramente en lengua tamil en conquistar una gran audiencia.

Amir, Lee y Ho conforman un grupo informal de cineastas independientes que ayudan a otros jóvenes a incursionar en el arte. Organizan presentaciones, dan clases informales y envían a los cineastas prometedores a los más prestigiosos festivales.

"No somos rebeldes, sino simplemente cineastas que peleamos por un espacio en nuestra sociedad", dijo Amir, que acaba de completar el filme "The Last Communist" ("El último comunista"), sobre la vida de Chin Peng, el legendario líder comunista que encabezó una insurrección de 12 años en Malasia, y ahora está exiliado en Tailandia.

Una convergencia de factores han permitido el auge de este movimiento de cine independiente malasio: una disminución en la audiencia para las grandes producciones, la disponibilidad de tecnología de vídeo digital barata y el fácil acceso a programas de computación para el montaje.

Ahora, "las posibilidades son ilimitadas", dijo James Lee. (

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