Luego de cambiarse las bombas a motor para extraer agua en zonas rurales de Nicaragua por otras a cuerda y manivela, más baratas y de fácil instalación, el abastecimiento hídrico aumentó 23 por ciento en ese país, tres veces más rápido que el de sus vecinos.
Ese ejemplo, entre otros, fue divulgado en el IV Foro Mundial del Agua que se realiza en México, donde 320 empresas de 27 países presentaron sus productos y servicios, muchos de los cuales están en las zonas más pobres del mundo, pero no siempre con éxito.
"Hay tecnologías para enfrentar los problemas de agua y saneamiento que son baratas y sustentables, pero no funcionan en todos los casos, pues no consideran el contexto y la gente", dijo a IPS el peruano Fernando Chanduvi, un ex funcionario de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Chanduvi promovió en el Foro el uso de bombas de extracción de agua de pozos a través de pedales, cuyo costo es de unos 100 dólares.
Desde un pequeño espacio en los pasillos del lugar donde se desarrolla la cita, el peruano explicó a cientos de visitantes el funcionamiento de la bomba, instalada en 500.000 puntos de zonas pobres de Bangladesh.
Alice Bouman, presidenta del no gubernamental Women for Water Partnership, con sede en Holanda, dijo a IPS que los avances en la tecnología relacionada al agua y al saneamiento son "increíbles", pero advirtió que no sirven de nada "si no llegan como parte de planes definidos por las mismas comunidades".
En el mundo, cuatro de cada 10 personas carecen de acceso a una letrina y dos de cada 10 no tienen a su disposición agua segura.
Además, únicamente la mitad de la población tiene agua potable dentro de sus hogares y entre 30 y 40 por ciento de ese recurso se pierde en las redes de tuberías por derrames.
La falta de acceso al recurso hídrico y al saneamiento es un drama para los pobres. Ochenta por ciento de las enfermedades que se presentan en países en desarrollo están vinculadas al agua, como el cólera, la tifoidea, la enfermedad del gusano de Guinea y la diarrea.
Más de un millón de personas mueren al año solamente debido a la malaria, enfermedad transmitida por mosquitos que incuban sus huevos en agua estancada.
Con las técnicas existentes se podría hacer mucho para mitigar esos problemas, pero éstas no siempre llegan y, cuando lo hacen, pueden no ser útiles.
Las bombas de cuerda y manivela que funcionaron muy bien en Nicaragua, extrayendo agua de hasta 35 metros de profundidad, no tuvieron éxito en países de África, reconoce en documento difundido en México por el no gubernamental Netherlands Water Partnership de Holanda, que promociona el uso de esa tecnología.
La entidad informó que en Nicaragua en los años 90 se instalaron 50.000 bombas de cuerda fabricadas por los mismos pobladores, que reemplazaron a las importadas a motor. Gracias al cambio, la extracción de agua en zonas rurales creció 23 por ciento en la última década, tres veces más rápido que en los otros países centroamericanos.
Según esa organización, "uno de los obstáculos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el agua y la reducción de la pobreza radica en la elección errónea de las tecnologías", que pueden ser muy costosas o complejas para los usuarios.
Entre esos objetivos, adoptados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2000, los gobiernos del mundo se comprometieron a reducir a la mitad la proporción de personas sin agua potable, con plazo en 2015.
Chanduvi, un jubilado de la FAO que ahora promociona una bomba similar a la que se usa en Nicaragua, pero a pedal, no está totalmente de acuerdo con el punto de vista de Netherlands Water Partnerships.
No sólo es cuestión de la tecnología que se usa, dijo. "Si no se adaptan los avances, cualesquiera que sean, a la realidad de cada comunidad y la gente participa, el fracaso está garantizado", sostuvo.
El stand de Chanduvi, que trabaja para la organización no gubernamental suiza Agua para el Tercer Mundo, fue uno de los más concurridos en el Foro. Campesinos y delegados de gobiernos se arremolinaban periódicamente en torno a él para ver su demostración de la bomba de pedal, instalada en torno a unos botes de agua.
Otro stand muy visitado fue el de los llamados baños inteligentes, de la empresa estadounidense Waterless.
Esta compañía es pionera en la fabricación de mingitorios que no necesitan agua, los que, según la firma, ahorran más de 100.000 litros de agua, que es lo que consume un mingitorio normal en un año.
"Cuando la orina cae en la trampa atraviesa el líquido (especial, biodegradable y con una gravedad específica) éste flota sobre la orina, la cual se expulsa por el sistema normal de drenaje sin necesidad de agua", explicó Christoph Kubitza, gerente de ventas internacionales.
"En Estados Unidos nos llevó siete años convencer a la gente que estos mingitorios son ecológicos, higiénicos y no necesitan agua. Ahora lo estamos haciendo en otras partes del mundo", señaló.
En el IV Foro Mundial del Agua se difundieron tecnologías como ésa y otras, además de purificadores solares, baños que no requieren del líquido y letrinas que se instalan en dos horas.
También se observaron desarrollos novedosos como sistemas digitales para determinar fugas y otros problemas en las redes de agua, tuberías especiales de gran resistencia y sistemas automatizados de purificación y análisis del recurso.
Al Foro, que se inició el jueves 16 y culminará este miércoles, asistieron unas 13.000 personas entre delegados de gobiernos, empresarios y expertos de la ONU.