PETRÓLEO: Ataque en Arabia Saudita agita los precios

El ataque de terroristas suicidas contra una refinería de petróleo en Arabia Saudita, aunque fue frustrado este viernes, dio un envión a los precios del crudo y mostró aprensión del mercado por la agitación en países productores del Sur.

Los niveles de precios habían encajado la merma en la producción de Nigeria, por el asedio de rebeldes a instalaciones petroleras en el delta del Níger, y, en menor medida, por una protesta social en Ecuador que interrumpió el flujo de crudo durante varios días.

El barril de 159 litros del West Texas Intermediate (WTI, crudo dulce ligero), marcador estadounidense, avanzó 2,06 dólares en el mercado de Nueva York respecto de la cotización del jueves, y se vendió a 62,60 dólares la unidad.

En Londres, el crudo Brent del Mar del Norte aumentó 1,81 dólares por barril y se vendió a 62,35 dólares por barril.

Los promedios semanales fueron de 60,81 dólares para el WTI, 60,80 dólares para el Brent y 55,36 dólares para la cesta de 11 crudos que usa la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), informó el Ministerio de Energía en Venezuela.

Los precios subieron durante la semana por "la reducción en los suministros de Nigeria y Ecuador, la preocupación en Estados Unidos por gasolinas para la primavera (boreal) debido a nuevas especificaciones" para ese producto, y también por la "mayor demanda de crudos dulces en Asia", indicó el despacho venezolano antes del atentado en suelo saudita.

Atacantes suicidas a bordo de dos automóviles se lanzaron contra el complejo de refinerías de Abaqaiq, en el área del Golfo, en el este de Arabia Saudita, pero los guardias de la instalación abrieron fuego y dieron muerte a los atacantes.

Apenas uno de los vehículos logró explotar contra un tubo, pero sin mayores daños para el complejo, con capacidad para cinco millones de barriles diarios. Si un ataque dañase la planta y obligase al cierre, se afectaría la mitad de las exportaciones sauditas, el mayor productor mundial con 9,5 millones de barriles por día.

El ministro de Petróleo saudita, Ali al-Naimi, habló inmediatamente para asegurar que "este intento terrorista no tuvo impacto en la producción de gas y petróleo del reino. La planta continuó produciendo a capacidad máxima y las operaciones de exportación prosiguieron con normalidad".

Pero es la primera vez que un ataque terrorista en Arabia Saudita se dirige contra una refinería, aunque atentados parecidos se han hecho contra oficinas de compañías petroleras, presumiblemente por células de la red islámica extremista Al Qaeda, enfrentada a la casa real.

El gobierno saudita reivindica haber desarticulado buena parte de Al Qaeda en el reino. Por otra parte, la región donde está la refinería tiene la mayor concentración de seguidores de la rama chiita del Islam, en tanto la mayoría del reino es sunita.

En el mercado funcionaron los reflejos ante lo que pudo ser la adopción de una táctica de ataques a instalaciones petroleras, tomada del vecino Iraq, donde los insurgentes han hecho blanco decenas de veces en pozos, refinerías y oleoductos.

"Es el más osado intento hasta ahora de afectar el corazón de la industria petrolera saudita", observó Antoine Half, de la firma estadounidense de riesgo Eurasia Group.

Arabia Saudita no sólo es el mayor productor mundial, sino el único país con una producción cerrada (1,5 millones de barriles diarios) capaz de llenar un agujero en la oferta si otro importante productor encara una fuerte contingencia.

También se ha llevado el pulso de lo que ocurre en Nigeria, un país que produce 2,5 millones de barriles diarios de crudo y es el quinto proveedor de Estados Unidos, detrás de Arabia Saudita, Canadá, México y Venezuela.

El rebelde Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger ha atacado instalaciones petroleras, y células insurgentes mantienen secuestrados a nueve trabajadores extranjeros. El gigante angloholandés Shell debió cerrar la extracción en Nigeria de unos 450.000 barriles diarios.

Por añadidura, esta semana hubo violentos choques entre musulmanes y cristianos en el norte y sur de Nigeria, con saldo de un centenar de muertos.

En Ecuador, los habitantes de la provincia de Napo efectuaron protestas desde el domingo hasta el miércoles, en demanda de reivindicaciones sociales e interrumpieron y dejaron fuera de operación un oleoducto que lleva crudo al océano Pacífico.

Pero, por otra parte, los depósitos de crudo en los principales países consumidores están repletos. Estados Unidos, que consume 25 por ciento del petróleo del mundo, vio de nuevo elevarse sus inventarios hasta 326,7 millones de barriles en la tercera semana de febrero, a distancia de su umbral crítico de 270 millones de unidades.

La abundancia de petróleo hace que voces de la OPEP como Venezuela pidan reducir la oferta del grupo, cercana a los 30 millones de barriles por día. La Organización está formada también por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria y Qatar.

Hay asimismo abundancia de buques supertanqueros disponibles para transportar crudo hasta los principales mercados, lo que abarata los fletes. Llevar un barril de petróleo del Golfo a Japón cuesta 2,09 dólares, y a Estados unidos 3,55, actualmente.

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