México reactivó su campaña para que Austria devuelva el presunto penacho del emperador azteca Moctezuma, uno de los símbolos de la cultura indígena. Pero hay pocas esperanzas de lograrlo a pesar del optimismo de sus impulsores.
En otra de las periódicas gestiones que se hacen desde hace más de 20 años, el gobierno mexicano de Vicente Fox reclamó en enero a Austria el envío de regreso del penacho, que es un tocado de plumas de casi un metro de diámetro.
Diversas fuentes del país europeo, que guarda la pieza en el Museo Etnológico de Viena, advirtieron en el pasado a las autoridades de México que difícilmente pueda ser entregada.
El presidente de Austria, Heinz Fischer, visitó México en mayo de 2005 y declaró que el pedido enfrenta muchas dificultades, pues en caso de atenderlo no sólo afectaría a su país "sino a la Europa entera".
"Todos los museos de Europa se verían afectados por esta cuestión en el manejo y trato de objetos que provienen de culturas y países extranjeros", explicó. En caso de concretarse la devolución, se encararía una serie de gestiones para tratar de recuperar decenas de valiosos objetos prehispánicos, ilegalmente extraídos de México.
De forma previa, Wilfried Seipel, director del Museo Etnológico de Viena, declaró que la pieza es propiedad inobjetable del Estado austriaco.
Fox viajará a Viena en mayo para participar de la cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, ocasión en la que aprovechará para reunirse con autoridades austriacas para volver hacer la petición de devolución, según indicaron portavoces gubernamentales. "Tenemos más de 85 por ciento de posibilidades de que el penacho de Moctezuma regrese a México", declaró en enero el presidente de la Asociación Cultural Yankuikanahuak, Xokonoschtletl Gomora, un bailarín tradicional mexicano que ha encabezado personalmente diversos actos en Austria y México para demandar la devolución del penacho. Explicó que su optimismo se basa en las nuevas gestiones del gobierno y a que un grupo de diputados del Parlamento Europeo enviaron al Ministerio de Asuntos Exteriores de Austria un exhorto para restituir a México el penacho con motivo de la cumbre en Viena. "Ya hicimos la petición al gobierno austriaco y esperamos que reconozca la necesidad de que esta pieza regrese a nuestro país", declaró el canciller mexicano Ernesto Derbez. Hace tres años, cuando también se hicieron desde la cancillería mexicana gestiones en favor de la devolución, Blanca Barragán Moctezuma, una historiadora que se declarara descendiente del emperador azteca, señaló que el regreso del tocado era una hecho y que se produciría en 2004, lo que no sucedió. "Creo que jamás entregarán el penacho, pues es parte del patrimonio austriaco, lo recibieron en ese país legalmente, lo conservan en excelentes condiciones y su devolución y hasta un préstamo están prohibidos por sus leyes", dijo a IPS el arqueólogo Teodoro Márquez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam). El origen del penacho, la forma en que llegó a Austria y hasta la pertenencia atribuida a Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520), el último emperador del pueblo azteca, son puestas en duda por varios investigadores. Incluso se cuestiona que sea un penacho. En realidad se trata de una capa de plumas que portó algún sacerdote, pero no necesariamente Moctezuma, sostiene Gerardo del Olmo Linares, un investigador local de la iconografía prehispánica. No hay pruebas ciertas de que el penacho perteneció a Moctezuma, afirma por su parte Alejandro González, historiador de la Unam. Pero para el gobierno de Fox, los presuntos descendientes del emperador y activistas indígenas, no hay muchas dudas sobre el penacho y es imprescindible que regrese a México. La pieza, elaborada con plumas de quetzal, un ave autóctona del sur de México y América Central en vías de extinción, salió del territorio durante la ocupación española, hace cinco siglos, y pasó por peripecias no del todo aclaradas. Austria la compró en 1880, y desde 1929 se exhibe en Viena.
Según diversas teorías, el periplo de la reliquia comenzó durante la conquista española, cuando fue robado por Hernán Cortés, quien ordenó llevarlo a España. Pero el barco que lo transportaba fue asaltado por corsarios franceses.
Sin embargo, otras tesis aseguran que el Moctezuma regaló la pieza a Cortés con la esperanza de que eso aplacara sus ambiciones de obtener más tesoros.
La corona, que simbolizaría la sabiduría y el poder del emperador Moctezuma, permaneció 50 años en Francia y luego fue subastada en Viena, donde estuvo guardada por décadas en malas condiciones, afirman algunos historiadores.
"Nada está plenamente comprobado en relación al famoso penacho, pero a su alrededor se ha creado un halo de que es algo sagrado y que por la dignidad del pueblo mexicano debe regresar a su seno", señaló el arqueólogo Márquez.
"Creo que una vez más el gobierno de México no va a conseguir mucho con este nuevo intento de traer el penacho al país, aunque siempre podría pasar algo extraordinario", sentenció el investigador. (