Científicos de la Unión Europea (UE) pidieron este jueves calma a la población a pesar de la creciente amenaza de la gripe del pollo, que sigue propagándose en el bloque.
Los expertos, reunidos en Bruselas el miércoles y este jueves, acordaron adoptar medias más severas para controlar los brotes de la también llamada influenza aviar, aunque instaron a los consumidores a no alarmarse a pesar de los nuevos casos.
Los miembros del Comité Permanente de la UE sobre Cadena Alimenticia y Salud Animal mantuvieron la reunión de dos días para discutir formas de fortalecer la protección del bloque contra la enfermedad, detectada hasta ahora en siete países miembro.
Además, respaldaron los llamados de la Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, para crear "zonas amortiguadoras" en torno a los lugares donde se detectaron los brotes, y acordaron prohibir toda la importación de plumas para reducir "el alto riesgo" de propagación.
Los expertos se comprometieron a considerar un llamado a los países miembro para lanzar un amplio programa de vacunación.
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La gripe del pollo afecta a todo tipo de ave. Éstas sufren enrojecimiento de los ojos y daños al hígado. La enfermedad, conocida desde hace unos 100 años, traspasó en 1997 la frontera de las especies al contagiar a la humana.
En los seres humanos infectados, los primeros síntomas son fiebre y tos, así como descenso de la presión arterial y del nivel de glóbulos rojos. En última instancia, pude desarrollarse neumonía.
Algunas cepas son de elevadísima mortalidad, pero la H5N1 es la peor de todas, dada su gravedad y su capacidad de adaptación genética. Esta cepa mató a unas 90 personas desde que fue detectada en 2003 y obligó el sacrificio de millones de aves.
"Aunque tendremos que acostumbrarnos a vivir con brotes periódicos de la enfermedad en aves salvajes, la UE hace todos los esfuerzos por contenerla e impedir que llegue al comercio de aves de corral", dijo el comisario de Salud del bloque, Markos Kyprianou, en un comunicado difundido este jueves.
Kyprianou subrayó que el objetivo es "fortalecer las medidas precautorias adoptadas por la Comisión en los últimos meses, como aumentar la vigilancia, aislar a las aves en zonas de riesgo y prohibir la importación de determinados productos".
"Es entendible que la población esté preocupada, pero no debe alarmarse, pues se han tomado todas las medidas necesarias y se seguirán tomando", subrayó.
El Comité aprobó destinar 2,1 millones de dólares para ayudar a los gobiernos a realizar efectivos programas de alerta temprana.
Hasta ahora, las naciones europeas donde se detectó la cepa H5N1 son Alemania, Austria, Bulgaria, Grecia, Hungría, Italia y Rumania. En Eslovenia, Croacia y Ucrania aún se investigan posibles brotes.
Todos los países afectados introdujeron inmediatas medidas de protección, como detener el movimiento de aves en el lugar afectado y construir zonas de vigilancia, en las que los animales son aislados y no pueden ser transportados a menos que sea para su sacrificio. La caza también está prohibida.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) llamó a una mayor cooperación para detener la propagación del virus y criticó a los gobiernos por la falta de comunicación entre sí.
La FAO también propuso adoptar sistemas de compensación financiera que estimulen a los granjeros a informar cuando sus aves han sido contagiadas.
Por su parte, el Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en ingles) alertó sobre los peligros de la gripe aviar para la población. La agencia de la UE exhortó a los estados miembro a identificar los "grupos en riesgo" ante la llegada de la cepa H5N1.
"Estamos en especial preocupados por las personas que tienen aves en sus casas. Todos los casos de contagio humano de la influenza aviar detectados en Turquía en enero, y casi todos los casos en Asia en los últimos años, se trataban de personas que tenían aves en sus hogares", dijo a IPS la directora del ECDC, Zsuzsanna Jakab.
"Los niños y niñas en esas casas están particularmente en riesgo. No se les debe dejar jugar con aves, y hay que enseñarles a informar a un adulto si ven alguna muerta o enferma. Además, las personas que cazan aves salvajes también deben ser alertadas de que están expuestas a la influenza", añadió.