Emiratos Árabes Unidos, envuelto en una creciente controversia pues una de sus empresas se apresta a controlar los principales puertos de Estados Unidos, es uno de los grandes compradores de armas occidentales.
Este rico país petrolero del Golfo ha recibido desde hace cinco años unos 8.400 millones de dólares en equipamiento militar, la mayor parte aviones de combate de avanzada tecnología encargados a firmas de Estados Unidos (6.400 millones) y Francia (2.000 millones).
El envío de 80 caza-bombardero F-16 E/F, por ejemplo, es de tal magnitud que comenzó en marzo de 2000 y se completará el año próximo.
El presidente estadounidense George W. Bush amenazó la semana pasada con vetar cualquier intento del Congreso legislativo de bloquear el contrato que permitirá a la compañía Dubai Ports World operar seis grandes puertos estadounidenses.
Al fundamentar su posición, Bush destacó la importancia del vínculo político y militar entre los dos países. Pero la oposición al trato crece dentro del gobernante Partido Republicano y el opositor Partido Demócrata.
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El 13 de febrero, Dubai Ports World, propiedad del emirato de Dubai, acordó por 6.800 millones de dólares la compra de la británica Peninsular and Oriental Steam Navigation Co., la cuarta operadora portuaria del mundo.
Peninsular administra los puertos de Baltimore, Filadelfia, Miami, Nueva Jersey, Nueva Orleans, Nueva York, entre unas 85 terminales de 19 países. La operación ya fue aprobada por el comité oficial estadounidense a cargo de autorizar las inversiones extranjeras.
Legisladores de ambos partidos manifestaron temor a la eventual infiltración terrorista que posibilitaría, según ellos, la asignación a una compañía estatal árabe del control de los puertos.
Bush también consideró que la supervisión de las operaciones portuarias en Estados Unidos por parte de una compañía de Medio Oriente no aumentaba el riesgo de atentados terroristas.
Pero un hecho que fortalece la posición de Dubai Ports World es la tradicional relación de Emiratos con los principales vendedores de armas del mundo, entre ellos Estados Unidos y grandes fabricantes de Europa occidental, en particular Francia y Gran Bretaña.
"El mercado de armas de Emiratos es de importancia definitiva para Estados Unidos", dijo a IPS Tom Baranauskas, analista de asuntos de Medio Oriente de Forecast Internacional, firma de análisis de defensa e inteligencia radicada en el estado de Conecticut.
La venta de los F-16 E/F fue, por sí sola, una operación gigantesca, explicó Baranauskas. "Ya tienen modernizaciones planificadas para esos aviones, aun cuando no completaron el envío", explicó.
Las modernizaciones y el mantenimiento de los aviones ya enviados solo pueden garantizarse mediante un vínculo militar continuo y permanente entre Emiratos y Estados Unidos.
Pero Baranauskas también consideró que las prioridades de compras de armas de Emiratos están cambiando, y que ese cambio "puede afectar la competitividad de Estados Unidos y beneficiar a Europa".
Además de aviones de combate franceses Mirage, Emiratos también recibió alrededor de 36 aviones Hawk de la empresa British Aerospace, 100 aeronaves ligeras de ataque y entrenamiento, cuatro buques de guerra de Alemania y dos fragatas de Holanda.
Además, Francia suministró alrededor de 400 tanques en un acuerdo por valor de casi 3.800 millones de dólares.
Con fuerzas armadas de apenas entre 50.000 y 60.000 efectivos, Emiratos es considerado uno de los países con mejor equipamiento militar.
Sin recibir ninguna asistencia militar de Estados Unidos, Emiratos paga con moneda dura todas sus compras de armas.
Las órdenes proyectadas para equipamiento estadounidense excedieron los 650.000 dólares en 2005, con un aumento anticipado de unos 1.900 millones de dólares en 2006, según calculó este mes el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos.
Según Forecast International, el presupuesto militar de Emiratos para 2006 ascenderá a unos 3.700 millones de dólares..
Le superan Arabia Saudita, el país de Medio Oriente con mayores gastos en el rubro, con 20.200 millones de dólares, Israel, con 9.900 millones, Irán, con 7.900 millones, y el de Kuwait, de 4.900 millones de dólares.
Poseedor de las terceras reservas petroleras y las quintas de gas del mundo, Emiratos tiene un ingreso por habitante de unos 17.000 dólares, de los que el petróleo representa 30 por ciento del producto interno bruto (PIB) y 75 por ciento de las ganancias nacionales.
El aumento sin precedentes del precio intenracional del petróleo —de 12 dólares por barril en 1998 a 65 dólares la semana pasada— elevó el poder de compra de países como Emiratos.
Baranauskas dijo que, "mirando el inventario de armas de Emiratos, particularmente de aviones de combate, es bastante obvio que el país depende fuertemente de Estados Unidos como proveedor".
Pero también es obvio que Emiratos no pone "todos sus huevos en una sola canasta", como dejó en evidencia la compra de sistemas de armas francesas y británicas.
"Si tuviera que arriesgar una hipótesis sobre el impacto potencial del actual embrollo, diría que habría mayor interés de parte del ejército de Emiratos de diversificar aun más su provisión de armas", añadió.
"Uno ya puede ver cierta insatisfacción de Emiratos por un acuerdo fallido para comprar aviones Hawkeye de alerta temprana debido a la negativa de Estados Unidos a transferirle tecnología Link-16 para comunicaciones seguras", agregó.
Los europeos, tradicionalmente, han estado más dispuestos a vender equipamiento sin restricciones.
Los ejércitos que poseen medios para comprar equipamiento de avanzada no aceptarán sistemas que, una vez adquiridos, no podrán utilizar al máximo de sus capacidades a causa de la negativa de Estados Unidos a proporcionarles la versión completa, dijo Baranauskas.
"Además, Israel habitualmente obtiene esas versiones completas. El doble discurso es notable aquí y debidamente archivado en alguna parte lejana de la memoria, posiblemente para reaparecer en una competencia posterior", agregó.