CINE: Talento y compromiso premiados en Berlín

Una vez más, el jurado del Festival Internacional de Cine de Berlín sorprendió a los cinéfilos al anunciar que «Grbavica», primer largometraje de la directora bosnia Jasmila Zbanic, obtuvo el Oso de Oro a la mejor película.

Los candidatos más mencionados para alzarse con el premio eran 'The Road to Guantanamo" ("El camino a Guantánamo"), docudrama del británico Michael Winterbottom, y el western musical "A Prairie Home Companion", del veterano estadounidense Robert Altman, protagonizado por Meryl Streep y Woody Harrelson.

Por lo tanto, fue toda una sorpresa el fallo del jurado de siete miembros presidido por la actriz británica Charlotte Rampling (conocida por filmes como "Giordano Bruno", de Giuliano Montaldo, y "Recuerdos", de Woody Allen).

Es probable que el premio constituya un gran estímulo tremendo a la incipiente industria cinematográfica de Bosnia-Herzegovina.

Con Mijana Karanovic, Luna Mijovic y Leon Lucev en los papeles principales, el filme de Zbanic aborda los traumas de la guerra a través de la historia de una madre soltera que intenta proteger a su hija de 12 años ocultando la verdad sobre el sitio a Sarajevo y las circunstancias de su nacimiento.
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Zbanic, de 31 años, resplandeciente con su vestido largo de color escarlata, agradeció a los organizadores de la Berlinale por haber programado "una película pequeña de un país pequeño".

"Es como si estuviera en un sueño. Pronto me despertaré y me encontraré de regreso en Sarajevo", dijo la directora. Zbanic agregó que espera que su primer largometraje ayude a las personas a comprender mejor "los hechos en Bosnia-Herzegovina".

También señaló que, aunque la guerra terminó hace 13 años, los principales criminales de guerra todavía no fueron capturados pese a que "organizaron la violación de 20.000 mujeres, la matanza de 120.000 personas y la expulsión de un millón de personas de sus hogares".

Al elegir "Grbavica", el jurado de Berlín mantuvo la histórica tradición de promover a directores jóvenes y talentosos.

Jasmila Zbanic, cuyos cortometrajes, documentales y vídeos le valieron una gran atención en festivales internacionales alrededor de Europa en los últimos años, afirma que su vida en Sarajevo cambió radicalmente en 1992.

"Me di cuenta de que estaba viviendo en una guerra en la que el sexo era usado como parte de una estrategia de guerra para humillar a las mujeres y, por lo tanto, causar la destrucción de un grupo étnico", dijo.

"Yo vivía a 100 metros del frente de guerra y estaba muy asustada de esta clase de combate. Durante la guerra, 20.000 mujeres fueron violadas sistemáticamente en Bosnia-Herzegovina", agregó.

"Desde entonces, la violación y sus consecuencias se volvieron una obsesión para mí", señala uno de los folletos de su película.

La programación del festival también incluyó más películas del mundo islámico que nunca. Marruecos, Turquía, Egipto, Iraq y Malasia fueron algunos de los países representados, muchos de ellos en la sección Panorama.

Pero fueron las películas de Irán las que concitaron buena parte de la atención. Dos de ellas se presentaron, junto con otras 17, en la competencia principal por el Oso de Oro.

El director iraní Jafar Panahi recibió el Oso de Plata por su película "Off-Side", sobre una niña que se disfraza de varón para ingresar al estadio Azadi de Teherán, donde se disputa un partido preliminar de la Copa Mundial de Fútbol. En Irán no se permite a las mujeres ingresar a estos espectáculos deportivos.

Al preguntársele si podría afrontar dificultades al exhibir su filme en Irán, Panahi respondió: "Hasta ahora no hubo señales negativas. Todo mi interés cuando regrese es difundir esta película y mostrársela a la mayor cantidad de gente posible. Me gustaría que sea exhibida un mes antes de que empiece la Copa Mundial en Alemania, en la que Irán participará".

Panahi, uno de los más prestigiosos directores de su país, había ganado en León de Oro en el Festival de Venecia de 2000 por su película "El círculo", también sobre la situación de las mujeres en Irán.

Cuando se le dijo a Michael Winterbottom —ganador del Oso de Oro 2003 por "In This World" ("En este mundo")—, que había ganado el Oso de Oro de este año como mejor director por "Road to Guantanamo", subió al escenario del cine Palast con las tres jóvenes estrellas de su película.

Se trata de tres británicos de origen pakistaní, embarcados a la prisión de la base naval estadounidense en la Guantánamo, Cuba, tras ser capturados en Afganistán, hace tres años.

La audiencia dio una cálida bienvenida a los jóvenes, que viven cerca de la central ciudad inglesa de Birmingham.

La película será estrenada en Gran Bretaña esta primavera boreal.

Winterbottom dijo que antes de Guantánamo nadie hubiera creído que Estados Unidos alguna vez mantendría a personas encerradas sin acusación judicial.

"Lo que hemos tratado de hacer es contar la verdadera historia de tres individuos. La película es una mezcla de filmaciones de archivo, personas hablando ante la cámara recreaciones. Básicamente lo que intentamos hacer es contar la historia en sus propias palabras", explicó.

Recrear la odisea de los jóvenes resultó complejo, pues se trató de un viaje "desde Gran Bretaña a Pakistán y de Afganistán a Cuba, luego de regreso a Gran Bretaña, y luego de nuevo a Pakistán. Fue bastante complicado intentar reducir todo eso a 90 minutos de película", contó.

La industria cinematográfica alemana también recibió un gran aliento. Los premios a mejor actriz y mejor actor fueron para jóvenes estrellas alemanas. Sandra Hueller, una talentosa actriz de teatro, obtuvo su galardón por su rol en "Réquiem", del director Hans Christian Schmid.

El filme trata sobre una joven estudiante en una provincia del sudoccidente alemán cuyos padres religiosos no reconocen que ella padece una enfermedad psicológica.

Una serie de exorcismos resulta en consecuencias trágicas para la estudiante, interpretada por Hueller.

El actor alemán Moritz Bleibtreu fue premiado por su papel en el largometraje "The Elementary Particles", del director Oskar Roehler.

Un tercer Oso de Oro a la "contribución artística" fue para el actor berlinés Jürgen Vogel, que no sólo protagonizó la película "The Free Will" ("La libre voluntad"), de Matthias Glasner, sino que también se desempeñó como su coguionista y coproductor.

Allí, Vogel interpreta a un violador convicto que continúa teniendo grandes dificultades en sus encuentros sociales con mujeres, incluso luego de someterse a terapia y concluir su largo periodo en prisión.

Con 36 años, Pernille Fischer Christensen, de Dinamarca, ganó un Oso de Plata por su película "A Soap", que relata la complicada relación de una bella hacendada y su nuevo vecino transexual. El filme de Christensen también ganó un premio a mejor ópera prima.

El director argentino Rodrigo Moreno, de 34 años, obtuvo el premio Alfred Bauer —que lleva el nombre del fundador del festival—, entregado a la obra más innovadora, por su primer largometraje, "El custodio".

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