Los donantes que aportan los fondos que sostienen a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) consideran recortar su ayuda, alarmados por el triunfo del partido islamista Hamas en las elecciones parlamentarias.
La Unión Europea y Estados Unidos reaccionaron con nerviosismo a la victoria de Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica), y algunos funcionarios ya proponen el retiro total de la asistencia a las instituciones palestinas.
Un miembro del Parlamento Europeo dijo el jueves que el bloque no podría financiar a una organización que no ha renunciado a la lucha armada contra Israel, principal aliado de Occidente en Medio Oriente.
Hamas está comprometido a combatir a Israel mientras el estado judío ocupe territorio árabe. De todos modos, luego de la victoria electoral, dirigentes del partido ofrecieron a sus enemigos una extensión de un año de la actual tregua.
Pero Estados Unidos, cuyo gobierno ha ubicado a Hamas en su lista oficial de organizaciones terroristas, ha manifestado una profunda insatisfacción con el resultado de las elecciones. Algunos funcionarios estadounidenses adelantan que se eliminará toda ayuda financiera.
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El Banco Mundial calcula que la mitad del presupuesto de la ANP —es decir, unos 1.100 millones de dólares— procede de la asistencia extranjera.
El cónsul general de Estados Unidos en Israel, Jacob Walles, dijo que su país congelaría la asistencia a un gobierno encabezado por Hamas.
El año pasado, recordó Walles, la ANP recibió de Washington 400 millones de dólares en asistencia directa y varios millones más a través de instituciones humanitarias estadounidenses.
El senador estadounidense John Thune presentó en su cámara legislativa un proyecto de resolución —aunque, de aprobarse, no tendrá carácter obligatorio— para poner fin a la asistencia de Washington a la ANP si el partido mayoritario en el parlamento palestino mantiene la opción de las armas contra Israel.
"Sería un error que un solo dólar de los contribuyentes estadounidenses se dirigiera a la ANP si un partido mayoritario en su parlamento llama a la destrucción de Israel", dijo Tune. "Israel es uno de nuestros aliados más cercanos y la paz en Medio Oriente es una de nuestras máximas prioridades."
También el senador Lindsey Graham, uno de los legisladores del sector "halcón" del gobernante Partido Republicano, llamó a reconsiderar la asistencia estadounidense a Palestina, a la que percibe como hostil a Israel.
"Los resultados de las elecciones conducen a una declaración de guerra de hecho del pueblo palestino contra el estado de Israel", dijo Graham.
"Es un imperativo que nuestra nación redoble su compromiso con el estado de Israel y evalúe con cautela cualquier futura asistencia a un régimen palestino gobernado por terroristas", advirtió.
Israel, que también entrega fondos a la ANP a través de transferencias de impuestos, pagos a la seguridad social y aranceles, anuncio que también retraería esos aportes a un gobierno encabezado por Hamas.
"Afrontaremos los problemas prácticos relativos a cómo tratar con gente que llama a la destrucción de Israel", dijo al diario israelí Ha'aretz el alto funcionario del Ministerio de Finanzas Yossi Bachar.
"Si quieren seguir trabajando con nostros, deberán encontrar una solución. De lo contrario, no veo cómo conseguirán el dinero", indicó Bachar.
El ex presidente del Banco Mundial y enviado especial de la ONU a Medio Oriente, James Wolfensohn, alertó que recortar la asistencia sumiría la economía palestina en el "caos".
"Palestina está, básicamente, en la bancarrota", dijo Wolfensohn. La ANP carece de dinero suficiente para pagar los salarios a sus 135.000 empleados, añadió.
Pero algunos analistas consideran que la situación se ha complicado a tal punto con el triunfo electoral de Hamas que la Unión Europea y Estados Unidos podrían estar prendiendo las alarmas sin saber qué harán en realidad.
El gobierno de George W. Bush había cortado sus vínculos con la ANP, pero debió reconstruirlos con dificultades para recuperar la influencia perdida en el gobierno de Mahmoud Abas, quien sucedió al fallecido Yasser Arafat en la presidencia palestina.
La ayuda económica es una de las vías principales para canalizar la influencia occidental sobre el gobierno palestino dirigido por el secular pero nacionalista partido Fatah, calificado de corrupto e ineficiente por la población árabe y las instituciones financieras internacionales.
"No puedo imaginar que busquen mecanismos de asistencia solo para alcanzar cierto equilibrio y para moldear las negociaciones", dijo Edward Sayre, experto en economía palestina del centro universitario estadounidense Agnes Scott College.
"Creo que los europeos están aun menos dispuestos a cortar totalmente la ayuda, porque quieren ser negociadores", pronosticó.
Otra razón por la que Hamas podría sobrevivir a las amenazas de boicto económico es que, por sus antecedentes de transparencia administrativa y financiera, podrían tener un mejor rendimiento que el gobierno de Fatah.
En diciembre, el Banco Mundial, que controla un fondo de 250 millones de dólares creado en 2004 para la asistencia económica a Palestina, congeló sus desembolsos a la ANP porque sus autoridades no cumplieron con los requisitos de responsabilidad y transparencia.
Hamas sugirió el viernes a través de su dirigente Mahmoud al-Zahar no identificados que prevé una reforma y ajuste total de la economía palestina, pero no dio mayores detalles. Al-Zahar manifestó que la ANP se desempeñará con mayor apertura y credibilidad.
Si Hamas tiene éxito en sus intenciones, y muchos expertos creen que lo tendrá, ganará credibilidad y alentará la radicación de inversión, y, finalmente, también la ayuda extranjera.
Sayre sostuvo que la mayor amenaza a la recuperación económica es el eventual cierre israelí de los territorios palestinos al movimiento de bienes y trabajadores. Si Hamas logra evitar que eso suceda, se anotaría otro triunfo.
"Un corte de la asistencia de Estados Unidos y la Unión Europea tendría un efecto negativo, y si Israel no quiere tener ningún vínculo y detienen el movimiento fronterizo de bienes, la economía, entonces, se estancará", auguró el experto.
"Pero podrán avanzar mientras puedan obtener algunos fondos de Estados Unidos y la Unión Europea, lo cual considero probable, y mientras puedan negociar cierta apertura de fronteras con Israel", concluyó Sayre.