El aumento de la violencia en Iraq y la decisión del gobierno de Estados Unidos de no destinar más fondos para la reconstrucción del país que ocupa desde marzo de 2003 representan para muchos iraquíes días oscuros.
"Es obvio que la situación es mucho peor que antes", dijo a IPS el general retirado Ahmed Abdul Aziz. "¿Puede uno caminar por las calles libremente? ¿Recibió la ración de alimentos el mes pasado? Es esencial para la mayoría de los iraquíes recibir esa ración para poder alimentar a sus familias", señaló.
"Cuando uno va al hospital, ¿encuentra medicinas? La respuesta es: no hay medicamentos, ni servicios, ni mantas, ni almohadas, ni camas, ni enfermeras, ni ambulancias para llevarlo a uno desde su casa", agregó el ex general iraquí.
El presidente del Banco Mundial y ex subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, había dicho que Iraq podía "realmente financiar su propia reconstrucción". Pero tales palabras no significan mucho, porque el estado de la infraestructura es peor ahora de lo que jamás fue durante las severas sanciones económicas internacionales de los años 90.
"Estados Unidos nunca pretendió reconstruir completamente Iraq", dijo en una conferencia de prensa el general William McCoy, comandante del cuerpo de ingenieros del ejército a cargo de supervisar la reconstrucción.
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"Se suponía que estosería sólo un impulso inicial", dijo la semana pasada McCoy al diario The Washington Post.
Pero estas afirmaciones se dan de bruces con declaraciones anteriores de Washington. En un discurso en agosto de 2003, el presidente George W. Bush había dicho: "En muchos lugares, la infraestructura es tan buena como antes de la guerra, lo cual es satisfactorio, pero ese no es el objetivo final. El propósito final es que la infraestructura sea la mejor de la región".
Hasta ahora se ha gastado una parte relativamente pequeña de los 30.000 millones de dólares destinados por Estados Unidos a la reconstrucción, y la autoridad para gastar ese presupuesto expirará en junio de 2007.
Una decisión de no renovar el programa de reconstrucción, dejará a Iraq con proyectos inconclusos por decenas de miles de millones de dólares y con una industria petrolera y una generación eléctrica que aún no recupera sus niveles de producción anteriores a la guerra.
Mientras se acerca el tercer aniversario de la invasión a Iraq liderada por Estados Unidos, un estudio de Linda Bilmes, de la Universidad de Harvard, y del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, de la Universidad de Columbia, afirma que "los costos económicos totales de la guerra, incluyendo los costos directos y los macroeconómicos, están entre uno y dos billones de dólares".
Ese dinero hizo poco por Iraq. La situación económica es muy dura. Se estima que el desempleo es de 70 por ciento.
"Mis tres hijos se graduaron en la universidad, pero todavía no pueden encontrar trabajos decentes porque no hay empleos disponibles", dijo a IPS el ex viceministro de Comercio, Abdul Hadi.
El régimen de Saddam Hussein (1979-2003) "no permitía que ningún graduado estuviera sin trabajo", afirmó. Ahora hay incluso una severa escasez de profesores en las universidades.
"No estaré tranquilo hasta ver que todas las personas tienen la voluntad de reconstruir su país en vez de humillar a sus hermanos", dijo Hadi. "Quiero decirle a Bush que ha destruido a nuestro país por al menos los próximos 25 años. Los árabes nunca podrán olvidar que él es el mayor terrorista".
Los ciudadanos ya no pueden recurrir a las leyes. "No estamos viviendo de un modo apropiado", dijo a IPS Qassim Abdul Hamed, propietario de un restaurante. "Estamos sufriendo en manos de aquellos que vinieron en sus vehículos sólo para comer gratis".
El restaurante de Hamed tiene que seguir sirviendo comidas gratuitas a la policía iraquí, dijo. "No podemos decir ni una palabra porque ellos tienen armas", explicó..
Esto ocurre mientras el costo de los alimentos se eleva debido a la escasez de combustible. "En el restaurante hubo enfrentamientos que no habíamos visto antes", relató Hamed.
Munaim Abid Hassan, una camarera de 22 años, dijo que trabajaba para alimentar a 12 personas en su familia, dado que es la única con empleo.
"Solíamos querer al pueblo estadounidense, pero ya no lo queremos más", afirmó. "El odio se está expandiendo ahora, y todos quieren vengarse de ellos. Usted (Bush) está trayendo desastres a las personas de su propio país, no sólo a los iraquíes", aseveró.
Con 2.206 soldados estadounidenses fallecidos hasta ahora y más de 100 ataques diarios contra las fuerzas de la coalición, éstas parecen incapaces de protegerse a sí mismas o a los iraquíes. Según las convenciones de Ginebra, es responsabilidad del potencia ocupante brindar seguridad a la población civil.
"Los estadounidenses destruyeron todo en Iraq", dijo el general Aziz. "Pienso que cada iraquí debería llorar toda su vida por lo que está ocurriendo. Bush debería estar entre los mayores terroristas, junto con sus colegas de Gran Bretaña, porque todos ellos son criminales que han matado a cientos de miles de iraquíes".
* Con aportes de William Fisher (Nueva York).