GRIPE AVIAR-TURQUÍA: El miedo gana terreno

Las muertes humanas por influenza aviar dieron un salto gigante desde Asia oriental hasta Turquía. Los expertos creen que el miedo se justifica, aunque buscan no incurrir en alarmas innecesarias.

Mientras las anteriores víctimas humanas de la gripe del pollo habían estado confinadas al "epicentro" de esta epidemia animal, en Asia sudoriental, funcionarios turcos de salud admitieron tardíamente que tres niños fallecieron por los efectos de la gripe del pollo en la región oriental del país, tras atribuir inicialmente las muertes a neumonía.

Se cree que las víctimas contrajeron la enfermedad por contacto con pollos infectados con el mortal virus H5N1 trasladado por aves migratorias.

El H5N1 es un virus de las aves, pero los expertos afirman que podría mutar en una forma transmisible entre humanos, desatando una pandemia similar al brote de gripe española que entre 1918 y 1919 mató a 50 millones de personas en el mundo, 500.000 de ellas en Estados Unidos. Si eso ocurre, el virus podría matar a millones de personas en cuestión de meses.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de 76 fallecidos por esta cepa de la influenza aviar desde fines de 2003. Hasta ahora no hubo contagio de humano a humano que pudiera conducir a la temida pandemia, pero el riesgo es tomado seriamente por los expertos en salud del mundo.
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Los casos de animales y personas afectados por la gripe del pollo se propagaron rápidamente desde la empobrecida zona oriental de Turquía, y ahora se sospecha que llegó a 17 aldeas y ciudades, incluyendo a Estambul, una floreciente metrópolis de 13 millones de habitantes.

Más de 100.000 aves fueron sacrificadas en Turquía. Las autoridades piden a los ciudadanos que se abstengan de todo contacto con aves, en un país donde muchos crían gallinas en los patios traseros de sus hogares. La caza está prohibida.

"Turquía y el mundo están enfrentando la amenaza de una seria infección", dijo a la televisión turca Gencay Gursoy, director de la Cámara de Médicos.

El repentino brote de la enfermedad en Turquía es aún más complicado por el peligro —descartado por las autoridades, pero no por los científicos— de que el virus pueda haber afectado a ovejas al comienzo de la festividad de Eid el-Adha (en la que los musulmanes sacrifican corderos) en este país predominantemente islámico. Más de dos millones de animales son faenados para este feriado.

Por la gripe aviar, la gran industria del "tavuk" (pollo) en Turquía, que ofrece brochetas y "doners" (pollo asado en una suerte de espiedo, muy popular en este país), está aterrizando luego de haber volado alto como alternativa a la carne roja.

El objetivo es contener y erradicar el virus dentro del país antes de que se expanda más allá de sus fronteras, dijo Juan Lubroth, oficial superior para enfermedades infecciosas de la Dirección de Producción y Sanidad Animal de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Pero la amenaza es real en los "puntos calientes" de la región, que incluyen a Siria, Irán, Iraq, Azerbaiyán, Armenia y Ucrania meridional, sobre el mar Negro, dijo Lubroth a IPS.

El experto opinó que la conciencia creciente en Europa sobre la necesidad de criar aves bajo techo y mantener al día los servicios veterinarios estatales indica que este continente podría hacer frente a una expansión de la enfermedad.

Pero algunos europeos ya están alarmados. En Italia, donde fue identificada la primera gripe del pollo hace un siglo, el ex ministro de Salud, Girolamo Sirchia, declaró que el país estaba mal preparado para enfrentar cualquier brote.

El actual ministro de Salud, Francesco Storace, urgió a una veloz coordinación de toda la Unión Europea (UE), y añadió que Italia adoptaría medidas por sí sola, si era necesario, para proteger a su sector avícola, que produce 4.000 millones de euros (4.800 millones de dólares) al año.

Las pérdidas derivadas de la caída del consumo de aves ya son calculadas por las asociaciones de productores italianos en 500 millones de euros (600 millones de dólares).

El ministro revivió al fantasma de una prohibición de viajar a las áreas afectadas de Medio Oriente. No se permite el ingreso de aves de corral a la UE desde Medio Oriente.

Rumania y Croacia habían reportado casos de contagios en animales. Se cree que todos esos brotes están bajo control sin ninguna consecuencia para la salud humana.

"Europa permanece en alerta elevada", dijo Christine McNab, coordinadora de información de la OMS. No se sabe qué es lo que llevarán a ese continente las aves que migren este año de sur a norte.

África plantea la mayor incógnita y el mayor temor, según los expertos en salud animal.

Mientras la temporada migratoria hacia África finalizó sin que se reportaran brotes importantes, las consecuencias del contacto entre las aves migratorias las especies locales son inciertas.

La mayoría de los servicios de salud humanos y veterinarios de África están mal equipados para hacer frente a un brote considerable, con algunas excepciones como Egipto, Sudáfrica, Namibia y Botswana, dijo Lubroth.

"La potencial propagación del virus en países africanos podría ser un desastre", escribió en octubre en un artículo el director general de la FAO, Jacques Diouf.

La influenza aviar surgió con intervalos irregulares en todas las regiones del mundo. Aparte del actual brote de Asia, epidemias recientes tuvieron lugar en Hong Kong en 1997-1998 y en 2003, año en que también se registraron en Holanda y en Corea del Norte.

Desde 1996, esta enfermedad ha tenido un efecto devastador en algunas zonas de Asia, donde más de 150 millones de pollos y patos murieron o fueron sacrificados. El impacto económico en los países afectados fue estimado por la FAO en más de 10.000 millones de dólares.

Esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas señaló que en 2005 el virus se expandió hacia occidente, siguiendo las rutas de las aves migratorias que volaban desde Asia sudoriental. En julio y agosto, los brotes se extendieron progresivamente a Rusia, Mongolia y Kazajstán, alcanzando a Turquía, Rumania y Croacia en octubre.

La FAO propone un plan de acción global de 175 millones de dólares contra la gripe del pollo. Los medios para combatirla incluyen reforzar los servicios veterinarios, aislar a las aves, implementar una vacunación efectiva, un control estrecho y sacrificar rápidamente a los animales posiblemente infectados, afirma la agencia.

También se debe limitar el contacto entre humanos y aves de corral y silvestres, pollos, patos y otras especies domésticas deben ser criados aparte, y la producción avícola debe permanecer aislada de ejemplares salvajes, afirma la FAO.

Pero la agencia también advirtió sobre no causar una alarma indebida que restringiría el comercio de animales sanos, y sobre cocinar la carne de ave a temperaturas mayores a 70 grados.

Solamente las exportaciones de la UE equivalen a 1.000 millones de dólares al año.

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