La muerte en Indonesia de otro paciente con síntomas de la gripe del pollo puso en alerta máxima a las autoridades sanitarias, que se preparan para una epidemia.
El hombre, quien falleció el lunes poco después de haber ingresado a un hospital de Yakarta, sería la víctima fatal número 12 en este país de la también llamada influenza aviar.
Las sospechas de que se infectó con el virus se basan sobre todo en que procedía de la sudoriental localidad de Tangerang, donde ya se han reportado varios casos de contagios.
"El gobierno indonesio está al tanto de las amenazas de la cepa mortal de la gripe del pollo y comenzó a poner en práctica un plan estratégico nacional para impedir una pandemia", dijo a IPS Steven Bjorge, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La gripe del pollo afecta a todo tipo de ave. Las aves sufren enrojecimiento de los ojos y daños al hígado. La enfermedad, conocida desde hace unos 100 años, traspasó en 1997 la frontera de las especies al contagiar a la humana.
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En los seres humanos infectados, los primeros síntomas son fiebre y tos, así como descenso de la presión arterial y del nivel de glóbulos rojos. En última instancia, pude desarrollarse neumonía.
Algunas cepas son de elevadísima mortalidad, pero la H5N1 es la peor de todas, dada su gravedad y su capacidad de adaptación genética. Esta cepa mató a unas 70 personas en Asia desde 2003 y obligó el sacrificio de millones de aves.
El 19 de diciembre, el gobierno indonesio anunció un plan nacional de tres años para contener la propagación de la cepa H5N1, incluyendo vacunaciones, estrategias de bioseguridad, sacrificio de animales y programas de vigilancia de aves muertas o moribundas por parte de las propias comunidades locales.
"Esperamos ver una reducción de los casos de gripe del pollo en el país con la puesta en práctica de este plan", dijo el viceministro de Planificación para el Desarrollo Nacional, Masykur Riyadi, creador del programa.
Sin embargo, el plan podría no ser lo suficientemente completo, ya que no incluye medidas para controlar la propagación del virus en segmentos pobres de la producción avícola.
"El plan estratégico sólo se concentra en los grandes dueños del sector, que ya están bien controlados", sostuvo Bjorge, para quien Indonesia debería imitar la respuesta de Tailandia a la enfermedad, en particular su política de sacrificio de animales.
Según la OMS y otras agencias, la gripe del pollo predomina en las aves de granjas pequeñas.
"Se debe actuar como si una epidemia de la influenza aviar fuera a estallar mañana. No podemos esperar y pensar que no se desatará sino hasta dentro de seis meses o un año. Una vez que comienza, es demasiado tarde para prepararse", sostuvo el coordinador internacional de la OMS contra la influenza aviar, David Nabarro, ante autoridades sanitarias y agrícolas durante su última visita el 19 de diciembre a Yakarta.
Nabarro alertó que los niños y niñas eran muy vulnerables a la enfermedad, y llamó al Fondo de las Naciones para la Infancia (Unicef) a tomar medidas para protegerlos.
El asesor regional de Unicef, Stephen Atwood, respondió que la agencia trabajaba en una amplia estrategia de información para asegurar que las familias estén bien preparadas para contener la enfermedad.
"Estamos educando a las familias no sólo sobre las medidas contra una epidemia de la gripe aviar, sino también sobre precauciones básicas de higiene, como lavarse las manos y evitar el contacto con las personas infectadas", dijo Atwood.
La mayoría de los fallecidos en Indonesia vivían en Yakarta, donde muchas personas aún acostumbran tener aves en sus hogares, condición ideal para que el virus H5N1 pase a los humanos.
"Mientras no eliminemos el virus de los pollos en las granjas domésticas, debemos esperar más casos de contagios humanos", alertó Bjorge.
El ministro de Coordinación para el Bienestar de la Población, Aburizal Bakrie, encargado de combinar los esfuerzos nacionales contra la enfermedad, señaló que aún es muy poca la información que se tiene de la gripe del pollo entre los habitantes, e incluso entre los propios trabajadores de la salud.
"Indonesia, la primera línea en la lucha contra la enfermedad, sufre grandes carencias. Comparada con otros países, afronta mayores desafíos, pues es un país grande y los sistemas estatales están descentralizados", admitió.
Yakarta además atraviesa dificultades financieras, por lo que le será difícil conseguir los 1.500 millones de dólares necesarios para contener la enfermedad en el período 2006-2008, de acuerdo con el Ministerio de Planificación para el Desarrollo Nacional.
"Lo único que tenemos al presente son 150 millones de dólares, acordados en la última reunión de la OMS en Ginebra, y el gobierno añadirá otros 10 o 20 millones de dólares", dijo Bakrie.
El ministro, también un prominente empresario, instó a la población a participar del programa masivo para detener la propagación de la gripe del pollo y pidió al sector privado que asumiera protagonismo.
Por su parte, la ministra de Salud, Siti Fadilah Supari, llamó a los trabajadores sanitarios de todo el país a estar en máxima alerta.
"Por favor, presten atención a los pacientes que sufran neumonía severa. Confirmen si hubo muertes de aves cerca de ellos", dijo Supari en un discurso.
En caso de una pandemia, el gobierno indonesio prevé aislar las áreas en que se produzcan 80 por ciento de las infecciones, movilizando tanto a policías como soldados.
El gobierno además espera aumentar las reservas de Tamiflu, única medicina capaz de frenar la propagación del mal, y apoyar investigaciones científicas para el desarrollo de vacunas.
Por ahora, Indonesia tiene 800.000 tabletas de Tamiflu y prevé adquirir dos millones de la compañía farmacéutica suiza Roche, además de producir el fármaco genérico con licencia de la firma.