En el inicio del primer Foro Social Mundial (FSM) que se realizará en África, desde este jueves hasta el próximo lunes, los habitantes de la capital de Malí tienen diversas opiniones respecto a esta conferencia de la sociedad civil internacional.
"Este Foro no va a conducir a nada. Vamos a escuchar los mismos discursos de siempre y nada más", dijo Aliou Traoré, un maestro de Bamako. "Antes eran los políticos los que nos ponían a dormir con sus promesas. Ahora son los que cuestionan la globalización."
Barry Aminata Touré, presidenta de la Coalición por la Deuda y el Desarrollo, no piensa lo mismo. Según ella, el FSM "es el resultado del escepticismo respecto de la globalización, a que las potencias de Occidente hayan cambiado su posición hacia la deuda de los países en desarrollo hacia el algodón".
Touré se refería a los subsidios que los países industrializados, principalmente Estados Unidos, pagan a sus cultivadores de algodón y que distorsionan los precios en el mercado mundial, en perjuicio de los productores de África occidental.
Dados los éxitos alcanzados en estas y otras áreas por los críticos de la globalización, agrega Touré, conferencias como el FSM sirven a un propósito.
EL FSM es una reunión anual de representantes de la sociedad civil de todo el mundo cuya primer edición se celebró en 2001 en Porto Alegre, Brasil, como alternativa al Foro Económico Mundial de Davos, que desde 1971 reúne a numerosos empresarios y gobernantes en ese exclusivo centro turístico de Suiza.
Mientras que el Foro de Davos convoca a financistas, empresarios, jefes de Estado y de gobierno favorables al actual estado del proceso de globalización, al FSM asisten organizaciones no gubernamentales y otros grupos de la sociedad civil que, por diversas razones, se le oponen.
Algunos ejes temáticos del FSM policéntrico en Bamako son: la guerra, la seguridad y la paz, la expansión del liberalismo y el empobrecimiento y el apartheid que ocasiona, el derecho de fuga y las migraciones, la violación de los derechos económicos, sociales y culturales, la agresión que sufren las sociedades campesinas, entre otros.
También se abordará la lucha de las mujeres, la relación entre liberalismo y patriarcado, el problema de los medios de comunicación y la información, la destrucción de los ecosistemas, el derecho internacional, la Organización de las Naciones Unidas, el comercio internacional, la deuda externa, el avance de la democracia y la soberanía de los pueblos.
Luego del primer Foro de 2001, Porto Alegre fue escenario de otros dos (en 2002 y 2003) antes de que en 2004 se trasladara a Mumbai (ex Bombay), en la costa oeste de India.
La novedad del FSM de 2005 es que se celebrará en tres ciudades de tres continentes distintos: en Bamako, capital de Malí, en Caracas, capital de Venezuela, y Karachi, meridional ciudad de Pakistán e importante centro financiero en la costa el Mar de Arabia.
Si Aly Coulibaly, un pequeño productor de algodón, tiene algo para decir respecto al FSM es que los subsidios seguramente continuarán ocupando el centro de la atención en Bamako.
Él y otros compañeros que lo rodean son parte de una organización de agricultores que viajaron de la región central del país para participar del Foro.
"Vinimos a defender nuestro algodón y a luchar contra los subsidios", expresó. "El algodón es lo más importante para nosotros y lo vamos a defender, aunque nos cueste la vida."
Sin embargo, los discursos ya no alcanzan, puntualizó Coulibaly.
"Hemos venido a manifestarnos, a marchar y a mostrarle a las potencias del mundo —especialmente a Estados Unidos— que sus políticas son injustas y que sus decisiones ponen en peligro la vida de millones de personas".
Para Aminata Dramane Traoré, escritor y ex ministro de Malí, el éxito del FSM dependerá de si logra que los africanos se movilicen contra los efectos negativos de la globalización.
"EL FSM de Bamako debe generar conciencia de que África está en el centro de muchos de los problemas contemporáneos. África debe hacer suya la lucha contra una globalización sin trabas ni condiciones".
Las organizaciones de jóvenes tienen la ilusión de que el FSM los involucre más en los asuntos y eventos globales, y en particular, los que atañen al futuro de la juventud.
Souley Ibrahim, que hablará en nombre de los jóvenes en el FSM, dijo que en Malí y en otros países africanos su generación está muy mal representada en las estructuras políticas donde se toman las decisiones, incluidas las del propio FSM.
"Es por este motivo que estamos organizando un campamento juvenil en paralelo al Foro", dijo a IPS.
El campamento llevará el nombre del ex líder de la vecina nación de Burkina Faso, Thomas Sankara, que si bien llegó a la presidencia en 1983 mediante un golpe militar a los 33 años, introdujo una serie de políticas progresistas antes de ser asesinado en 1987 que tenían como objetivo combatir la corrupción, reducir el poder de los jefes tribales, mejorar la educación y la condición de las mujeres.
Según Ibrahim, a los jóvenes que asistan al campamento no se les ofrecerá las mismas actividades tradicionales de siempre, tales como reforestación y limpiezas del ambiente.
Este campamento es innovador, agregó, en que dedicará bastante tiempo a debates auspiciados por el 'Foro para los Jóvenes del Mundo', el cual se propone crear oportunidades de expresión y de debate.
Las mujeres de Malí también esperan estar muy activas en el FSM de Bamako.
"Aunque somos 52 por ciento de la población de Malí, estamos marginadas, sub-representadas y excluidas. Empero, todas las decisiones que los varones toman sobre la familia, la sociedad y la política nos afectan, y por consiguiente, nos importan", dijo Traoré Oumou Touré, secretaria ejecutiva de la coordinadora de las organizaciones no gubernamentales femeninas en Malí.
Touré explicó que la coordinadora, que agrupa a cerca de 500 instituciones, enseguida supo lo que necesitaba hacer para imprimir su marca en el FSM de Bamako.
"Le pedimos a nuestras seguidoras que se registren en las actividades relacionadas a todos los asuntos. El desafío, para nosotros, es que en todas las luchas haya una mayor participación de las mujeres, y sobre todo, mostrar que podemos ser transformadoras de los asuntos mundiales, en vez de estar sometidas a ellos."
Los comerciantes, vendedores de souvenirs y propietarios de hoteles están, sin embargo, menos interesados en el modo en que el FSM contribuirá a cambiar la política mundial, y más en comprobar si la conferencia es o no un regalo caído del cielo para sus respectivos negocios.
"Espero que las ventas vayan bien como resultado del Foro", dijo a IPS Hamidou Konaté, un vendedor de antigüedades del mercado de artesanos de Bamako.
Algunos ya cosechan los beneficios del FSM.
"Entre ayer y hoy gané 10.000 francos CFA (unos 20 dólares), mucho más de los 1.000 o 2.000 (entre dos y cuatro dólares) que gano normalmente", dijo Mariam Doumbia el martes. Ella vende rosquillas fritas frente al estadio Modibo Keita de Bamako, donde funciona el campamento de jóvenes.
Además de los cientos de activistas, también se espera la llegada de personalidades de la política y el arte, tales como el religioso Jesse Jackson y al actor Danny Glover, ambos de Estados Unidos, o Danielle Miterrand, esposa del fallecido ex presidente francés François Mitterrand.
"En cuanto a los aspectos organizativos, estamos listos", dijo a IPS Mamadou Goita, uno de los tres coordinadores del comité organizador nacional del FSM.
Todos esperan que Goita esté en lo cierto y el evento transcurra según lo planificado. En cualquier caso, para 2007 ya está programado el segundo FSM africano, el cual tendrá lugar en Nairobi, la capital Kenia, en África oriental.