Los ecologistas advierten que la última crisis por el suministro de gas natural de Rusia a Ucrania reavivó el interés por el desarrollo de energía atómica en Europa, plagada de peligros.
Entre los riesgos de la producción de energía nuclear, preocupa a los ambientalistas el almacenamiento de los residuos radiactivos, la seguridad de los reactores y la disponibilidad de uranio en el futuro cercano.
"Los generadores nucleares dejan 95 por ciento de la energía fisionable en el material combustible", dijo a IPS el portavoz de la organización ambientalista francesa Sortir du nucléaire (Salir de lo nuclear), Stéphane Lhomme.
"Estos enormes desechos serán muy radiactivos por miles de años, representan un riesgo incalculable para la salud y el ambiente, y todavía nadie ha encontrado un lugar apropiado y una forma segura de deshacerse de ellos", dijo Lhomme.
Además, la evolución del mercado de uranio llevó las políticas energéticas nucleares a un callejón sin salida. La disponibilidad de uranio será insuficiente para satisfacer la demanda en 2020, pronosticó.
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Pero líderes conservadores ahora reclaman la renovación de los reactores nucleares.
En Alemania, Roland Koch, primer ministro del centrooccidental estado de Hessen y una de las principales figuras de la Unión Demócrata Cristiana (UDC), el nuevo partido gobernante, reclamó reconsiderar la decisión del gobierno anterior del Partido Social Democrático (PSD) y de los Verdes de interrumpir el uso de energía atómica para el año 2030.
La anterior coalición gobernante del PSD y los Verdes había lanzado un proyecto de inversiones en programas de energía eólica y solar.
Koch dijo a la prensa alemana el lunes que la idea de abandonar gradualmente la producción de energía nuclear sería "un desastre económico".
Alemania "debe responder a la pregunta (de cómo satisfacer la demanda energética). Esta es una cuestión de orden tecnológico y económico, no ideológico", aseveró.
La energía atómica abastece la tercera parte de las necesidades energéticas de Alemania.
Con una producción de 15.000 megavatios de energía eólica, Alemania encabeza la tabla mundial de países que recurren a fuentes limpias, según la Agencia Europea de Energía.
También posee la mayor superficie de recolección de energía solar del mundo, con cerca de seis millones de metros cuadrados de células solares en uso.
Pero ahora que los Verdes quedaron fuera del gobierno y el PSD es el socio menor de la coalición en el poder, estos logros del pasado corren el riesgo de evaporarse.
De momento, el gobierno actual está de acuerdo en proseguir con el plan de ir cerrando gradualmente las plantas nucleares, pero la crisis del gas llevó a que líderes muy influyentes, como Koch, se sintieran con fuerza para desafiar esa política..
El PSD alemán se resiste a cualquier medida para reavivar el poder nuclear. El ministro socialdemócrata de Ambiente, Sigmar Gabriel, está urgiendo a los ciudadanos a ahorrar y consumir menos energía, mejorando el aislamiento de sus casas.
"Si todos los alemanes apagaran todos sus electrodomésticos en vez de dejarlos en el modo 'en suspenso', podríamos cerrar una estación nuclear", dijo Gabriel a los periodistas el domingo. "En lo ambiental, el kilovatio más eficiente es el que no consumimos", dijo.
A fines de diciembre, Ucrania y Rusia se enfrascaron en una disputa por el enorme aumento de precios del gas natural ruso, vital para la economía ucraniana. El diferendo incluyó la amenaza de Moscú de cortar los suministros, y de Kiev de desviar el hidrocarburo ruso que es exportado por gasoductos hacia Europa, pasando por su territorio.
En París, el presidente francés Jacques Chirac anunció la semana pasada que su gobierno aprobaría una nueva generación de estaciones nucleares que deberían estar en funciones para 2020.
"Francia debería preservar el avance en el poder nuclear. Numerosos países ya están trabajando en la nueva generación de reactores nucleares que deberían estar funcionando en 2030-2040, y que deberían producir menos desechos nucleares y optimizar el uso de materiales fisionables", dijo.
La energía nuclear satisface más de 80 por ciento de las necesidades energéticas de Francia. El uso de fuentes renovables como el viento es insignificante.
Según la agencia estatal para el ambiente y la administración de energía (Ademe, por sus siglas en francés), Francia tiene una capacidad de 632 megavatios en turbinas eólicas, que representan apenas 0,15 por ciento de la generación total.
Un informe oficial difundido en diciembre urgió al gobierno a lanzar un programa sustancial de energía eólica, pero Chirac prefiere aumentar la inversión en potencia nuclear.
El gobierno encomendó la construcción de una tercera generación de plantas nucleares en octubre, que se prevé inicie la producción en 2012. El año pasado Francia también ganó la licitación para construir el Reactor Experimental Termonuclear Internacional (ITER son sus siglas en inglés) aumentando sustancialmente su contribución financiera al proyecto.
Se espera que el ITER reproduzca la fusión utilizando más materiales fisionables para generar enormes cantidades de energía. El reactor es construido a un costo de 12.000 millones de dólares. Francia y la UE juntas están pagando la mitad de ese importe.
Pero muchos científicos consideran que esta inversión es demasiado riesgosa, dadas las dificultades tecnológicas que el ITER tendrá que superar, especialmente en lo relativo al uso de tritio, un elemento inestable y altamente radiactivo.
Los inspectores franceses admitieron el mes pasado que 34 de las 58 estaciones nucleares de Francia padecen defectos de diseño en las bombas de refrigeración, que se supone deben activarse en caso de accidente.
"Le hemos pedido a la agencia francesa de seguridad nuclear que clausure los 34 reactores", dijo Lhomme. Su demanda fue ignorada.