COMERCIO-BRASIL: Superávit sorprendente

Brasil obtuvo en 2005 un superávit comercial de 44.764 millones de dólares, rebasando todas las previsiones y los problemas cambiarios en un año en que la moneda nacional, el real, se sobrevaluó frente al dólar en 12,4 por ciento.

Las exportaciones alcanzaron 118.309 millones de dólares, con un crecimiento de 22,6 por ciento con relación al año anterior, mientras las importaciones aumentaron 17,1 por ciento, registrando un total de 73.545 millones de dólares.

El resultado "sorprendió a todos, gobierno, empresas y analistas", ya que nadie preveía unas exportaciones y un saldo favorable tan abultados, admitió a IPS José Augusto de Castro, vicepresidente de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, que congrega a las empresas del sector.

La moneda nacional sobrevaluada desde 2004, a causa de los altos intereses fijados por el Banco Central, dio pie a previsiones iniciales pesimistas, de desaceleración de las exportaciones y de mayor aumento de las importaciones, lo que llevaría a reducir el superávit de 33.662 millones de dólares alcanzado en 2003.

"Hay explicaciones" para la sorpresa, según Castro. El precio del mineral de hierro, del que Brasil es gran exportador, aumentó 71,5 por ciento, más del doble de evaluaciones anteriores, y se trata de un producto de venta asegurada por contratos de largo plazo.

La gripe aviar no fue controlada en Asia, como se esperaba, favoreciendo las exportaciones brasileñas de carne de pollo, en cantidad y en alza de precios.

Así también, la persistencia del "mal de la vaca loca" (encefalopatía espongiforme bovina) en Europa y Estados Unidos ayudó a Brasil a consolidarse como mayor exportador de carne vacuna, mientras su competidora, Australia, aún sufre los efectos de una prolongada sequía que redujo su producción ganadera.

El café, del que Brasil es también el mayor exportador, registra una recuperación de precios.

Un conjunto de factores contribuyó para que este país sudamericano mantuviera con creces su competitividad en productos básicos, minerales y agropecuarios, neutralizando el cambio desfavorable, evaluó Castro.

Pero fue en el rubro de bienes manufacturados donde las exportaciones registraron la mayor expansión, de 23,5 por ciento, destacó Luiz Fernando Furlan, ministro de Desarrollo, Industria y Comercio, al anunciar los datos este lunes en la meridional ciudad industrial de Sao Paulo.

Los rubros sobresalientes fueron los aparatos de telefonía celular, con un aumento de 99,6 por ciento en sus ventas, los vehículos de carga, cuya expansión alcanzó 50,4 por ciento, y los automóviles, con 31,6 por ciento.

Ese desempeño se debió sobre todo a las grandes empresas, que soportaron una reducción del margen de utilidades e "incluso pérdidas para no renunciar a mercados conquistados anteriormente", sostuvo Castro.

"Pero cerca de mil empresas dejaron de exportar" debido al cambio sobrevaluado y a los altos intereses que afectaron principalmente a las pequeñas y medianas compañías que no disponen del poder financiero y el crédito externo que permiten a las transnacionales eludir el alto costo de financiarse en Brasil, observó.

Industrias como la textil y la de calzados, constituidas principalmente de empresas menores, "sin aliento financiero", no soportaron las condiciones adversas de la política económica brasileña, además de enfrentar la competencia de China, recalcó.

Una de las grandes empresas brasileñas de calzados, Azaleia, cerró una fábrica en el sur de Brasil un mes atrás, reflejando la crisis de sectores que emplean gran cantidad de trabajadores y contribuyen así a expandir el mercado interno y redistribuir el ingreso nacional.

En consecuencia, las exportaciones aportarán en menor medida al crecimiento del producto interno bruto (PIB) este año, vaticinó Castro. Según sus estimaciones, el PIB creció 2,3 por ciento en 2005, con un aporte de por lo menos 1,5 por ciento de la producción exportable.

Para este año, el ministro Furlan prevé que las exportaciones ascenderán a 132.000 millones de dólares, lo que equivale a una expansión de diez por ciento, menos de la mitad del aumento obtenido en 2005.

Pero "se mantendrá por encima del promedio (del crecimiento) de las exportaciones mundiales", señaló. Las importaciones crecerán más, cerca del doble, pero Brasil "no necesita un superávit tan robusto" como el del año pasado, matizó.

Castro es más pesimista, y estima que las ventas al exterior aumentarán sólo 3,2 por ciento este año, ante la caída de 0,5 por ciento en las manufacturas y la exclusión de pequeñas y medianas empresas del mercado exportador a raíz de las tasas de interés que seguirán elevadas, según las señales emitidas por el Banco Central.

Con los grandes saldos comerciales obtenidos, de 121.000 millones de dólares en los últimos cuatro años, Brasil mejoró mucho su balanza de pagos, reduciendo su deuda externa a unos 170.000 millones de dólares, o sea 1,5 veces el total de sus exportaciones.

En consecuencia, bajó también su vulnerabilidad a las crisis internacionales y la tasa de riesgo de su deuda, que terminó 2005 en 311 puntos.

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