Una nueva escuela de cinematografía, dirigida en este caso a la promoción del uso de las nuevas tecnologías digitales en realizaciones de bajo presupuesto, es impulsada en la capital cubana por el director Humberto Solás.
El centro de enseñanza fílmica funcionará, además, como una suerte de "casa de la cultura del cine pobre", reveló a IPS el director de películas como "Lucía" (1968) y "Barrio Cuba" (2005).
Solás añadió que para abril espera poder anunciar oficialmente la apertura de la institución, que estará ubicada en una edificación de La Habana Vieja, centro histórico de la capital de esta isla caribeña.
La inauguración de la llamada Escuela de Autodidactas está "muy inspirada en la experiencia que para mí representó 'Barrio Cuba'", añadió el presidente del Festival de Cine Pobre de Gibara, un encuentro anual que se realiza a unos 750 kilómetros de La Habana para promover el uso de la tecnología digital en la realización cinematográfica.
La última película de Solás es considerada por la crítica como una mirada "muy dura" a la Cuba de hoy.
La obra parte de cuatro cuentos escritos por el cineasta en la década del 90, cuando estuvo 10 años sin hacer cine debido a la crisis económica que afrontó Cuba tras la disolución de la Unión Soviética y el campo socialista europeo, sus principales apoyos económicos y comerciales.
El filme penetra "en La Habana profunda", en lo que podría considerarse el alma de la ciudad. Al mismo tiempo, se convierte, en "una declaración de amor, respeto y admiración" a la población que, incluso "viviendo en situación de pobreza a veces extrema, tiene dignidad y una inquebrantable fe en su destino", aseguró el director.
"Barrio Cuba", ganadora de varios premios internacionales en festivales como el de Huelva, España, y el del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, forma parte de una serie inaugurada con "Miel para Oshun" (2001) y que para el veterano director significó el salto de las grandes producciones al cine de bajo presupuesto.
Paralelamente a la creación, Solás desarrolló lo que podría llamarse toda una "filosofía del cine pobre", que parte del aprovechamiento de las oportunidades que brinda la tecnología digital para, con una escasa inversión de recursos, hacer un cine de calidad y con altos presupuestos artísticos.
"Que no se confunda la idea de cine pobre con la chabacanería, ni mucho menos", sentenció, para luego afirmar que por ello el Festival de Gibara "es una tribuna que apela a la calidad".
Para Solás, este movimiento es "una ventana abierta a la democratización de la cinematografía de los humildes", un "desafío de libertad y de justa transgresión" y un posible retorno del cine arte o cine de autor, aplastado en las últimas décadas por cinco o seis grandes productoras que monopolizan estudios, laboratorios y distribuidoras.
En este camino, la apertura de la Escuela de Autodidactas será un complemento importante al Festival de Cine Pobre de Gibara.
A juicio del realizador, se trata de "una labor muy humanitaria". Aunque no precisó las fuentes de financiamiento de la nueva escuela, afirmó que el centro contará con el apoyo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana, "tendrá todas las condiciones" para su funcionamiento y la enseñanza será "enteramente gratuita".
El proyecto beneficiará, sobre todo, a "personas jóvenes y no tan jóvenes, que por razones de vida, de existencia, no puedan ni siquiera soñar con acudir a las escuelas especializadas de cine", aseguró el cineasta.
Más de 500 personas de unos 46 países de América Latina, el Caribe y de otras partes del mundo se han graduado en los últimos 20 años en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, localidad situada a unos 35 kilómetros de La Habana.
Creada en diciembre de 1985, esa institución es el proyecto fundamental de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, presidida por el escritor colombiano Gabriel García Márquez con el objetivo de promover la integración de la cinematografía regional.
Las escuelas de cine "siempre tienen un carácter, vamos a decir la verdad, de cierta forma elitista", por lo cual el nuevo proyecto intentará dar "oportunidades a todos por igual", aseguró Solás.
En principio, el nuevo centro de enseñanza cinematográfica abrirá las puertas a aspirantes de Cuba y después a procedentes del resto de América Latina. En algunos casos se tratará de personas que "desde muy temprano han tenido que contribuir al sustento familiar" y que podrán contar con "los mejores profesores del mundo", añadió el realizador.
Por el momento, el cineasta cubano no dio detalles sobre las características de los programas de estudio o el claustro docente, pero sí adelantó que se tratan de "cursos acelerados" y que la primera convocatoria debe estar saliendo en abril. En ese mes debe celebrarse también la edición anual del Festival del Cine Pobre de Gibara.
La realidad de Cuba y de otros países en vías de desarrollo indica que "vamos a tener que hacer películas con muy modestos recursos, pero con gran calidad artística", afirmó Solás.