Fundamentalistas cristianos de derecha y conductores del canal de noticias Fox repiten la advertencia: los liberales estadounidenses pretenden secularizar la Navidad y expulsar a Jesús de ella.
El año pasado, el reverendo Jerry Falwell, otrora popular líder de la derecha cristiana, acusó a los secularistas de "odiar a Cristo" y querer "robarle la Navidad a Estados Unidos".
Para esta Navidad, la congregación de Falwell, la Iglesia Bautista Thomas Road, del oriental estado de Virginia, unió fuerzas con el cristiano el Consejo de la Libertad, radicado en Orlando, en el sudoriental estado de Florida para lanzar la "Campaña amigo o enemigo de la Navidad".
En el marco de esa campaña, se calificará de uno u otro modo a diversas instituciones y personas.
Bill O'Reilly, conductor del canal de noticias Fox, exhortó a los espectadores a boicotear los comercios que son "anti-Navidad".
El Fondo de Defensa de la Alianza, organización cristiana de Scottsdale, en el sudoccidental estado de Arizona, anunció que 800 abogados presentarán recursos legales contra "intentos impropios de censurar la celebración de la Navidad en escuelas y edificios públicos", informó recientemente el Seattle Post-Intelligencer.
John Gibson, conductor del programa de Fox "The Big Story" ("La gran historia"), se sumó a la controversia el mes pasado, al publicar el libro "La guerra por la Navidad: Cómo el argumento liberal para prohibir el día sagrado día cristiano es peor de lo que usted imagina".
Parafraseando al ensayista Jon Mooallen, pasar desapercibido es, para un líder de la derecha cristiana como el reverendo Falwell, la forma más desmoralizante de violencia.
Aunque no mantiene ni de cerca la enorme influencia que ejerció durante los días felices de la Mayoría Moral, hace más de una década, Falwell todavía concita la atención de los medios de comunicación.
En una reciente edición de Falwell Confidential, el boletín electrónico semanal dirigido a la Coalición de la Mayoría Moral y la Alianza para la Libertad, advirtió que la Navidad estaba bajo ataque.
Falwell aconsejó a los cristianos "trazar una línea en la arena y resistir las tácticas de la Unión para las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU), Estadounidenses Unidos para la Separación de la Iglesia y el Estado, Ateos Estadounidenses y otras organizaciones izquierdistas, que intimidan a funcionarios de escolares y gubernamentales con información errónea sobre la Navidad".
"¡Celebrar la Navidad es constitucional!", enfatizó Falwell.
Entre las organizaciones a las que el religioso responsabilizó de ataques contra la Navidad figuran varias con las que debió disculparse públicamente por acusarlas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Luego, apuntó contra los "grinches" de izquierda que pretenden desalojar la Navidad de los espacios públicos, en alusión al Grinch, personaje creado por el autor de libros infantiles Dr. Seuss que se caracteriza por rechazar la fiesta cristiana.
"En muchos lugares públicos, en nuestras escuelas y lugares de trabajo, muchos estadounidenses han descubierto que no se les permite poner decoraciones navideñas, intercambiar tarjetas de Navidad o cantar villancicos", se lamentó.
Para combatir a quienes atacan a la Navidad, la iglesia bautista encabezada por Falwell durante casi 50 años, patrocina avisos en periódicos locales con el fin de salvar la Navidad.
Esta campaña recoge el legado de la realizada el año pasado por Jerry Prevo, pastor del Templo Bautista de Anchorage, la principal iglesia de Alaska.
Prevo, presidente de la Junta de Consejeros de la Universidad de la Libertad, lanzó su la campaña porque "en esta era de corrección política" muchos estadounidenses han sido persuadidos de que "Navidad es una mala palabra", escribió Falwell.
Los avisos de la iglesia de Falwell informan sobre "asistencia legal gratuita por parte del Consejo para la Libertad a personas perseguidas por celebrar la Navidad".
En 2003, el Consejo de la Libertad organizó una campaña llamada "No deje que el 'Grinch' robe esta Navidad".
"Nuestro país fue fundado sobre principios judeo-cristianos. Si separamos estos principios fundamentales de nuestra vida cívica, destruimos a nuestro gobierno en el proceso", dijo Mathew D. Staver, presidente del Consejo para la Libertad.
También predijo un aumento de la inmoralidad nacional "si excluimos los principios religiosos".
El año pasado, el conductor Bill O'Reilly opinó ante las cámaras de Fox que el reverendo Martin Luther King "quedaría horrorizado por la cultura secular", por "los ataques sobre la Navidad y la demonización de la cristiandad".
Este año, O'Reilly comenzó temprano: además de hacerle publicidad al libro de su compañero Gibson, salió a despotricar sobre las prácticas antinavideñas de dos importantes comercios: Sears/K-Mart y Kohl's.
El libro de Gibson alega que quienes lideran la lucha contra la Navidad son principalmente "secularistas, llamados humanistas, abogados judiciales, relativistas culturales y cristianos liberales arruinados por la culpa".
Además, Sean Hannity, popular coconductor del programa "Hannity y Colmes", del canal Fox, aplaudió al juez Samuel Alito, nominado por Bush a la Suprema Corte de Justicia, por defender el "sentido común" al permitir al municipio de Jersey, en el nororiental estado de Nueva Jersey, desplegar decoraciones navideñas.
Durante muchos años, la ACLU, la organización de derechos civiles más antigua de este país, luchó contra las exhibiciones de inspiración religiosa en lugares públicos.
Un boletín oficial de la ACLU sostiene que la Constitución permite en las escuelas prácticas religiosas "que se han vuelto parte de la cultura secular de nuestro país", pero prohíbe aquellas "que promueven o enfatizan el significado religioso" de la Navidad.
La ACLU y Estadounidenses Unidos para la Separación de la Iglesia y el Estado, así como organizaciones evangélicas, acordaron "reglas mínimas sobre religión en las escuelas".
El acuerdo establece que en los feriados las escuelas pueden celebrar aspectos seculares y "enseñar objetivamente sobre sus aspectos de fe", pero no practicarlos como acontecimientos religiosos.
"Las escuelas públicas no son el lugar apropiado para celebrar la Navidad como un feriado religioso. Ese es un trabajo para el hogar y la iglesia", dijo Rob Boston, portavoz de Estadounidenses Unidos para la Separación de la Iglesia y el Estado.
Por otra parte, "alrededor de 95 por ciento de las quejas de la derecha" tiene más relación con la caída de sus recaudaciones que con la propia Navidad, según Boston.
"Están tratando de estimular a las personas para que piensen que la Navidad es eliminada de la vida pública. No hay ninguna evidencia de que eso esté sucediendo", afirmó.
(*) Bill Berkowitz es un connotado observador del movimiento conservador estadounidense. Publica periódicamente la columna "Conservative Watch" en la revista electrónica WorkingForChange.org.