La dirigente Sumayah Alí Raja anunció que se postulará a la presidencia de Yemen para las elecciones de septiembre próximo. Pero aun sus simpatizantes muestran cautela, dados los obstáculos que afrontan las mujeres en el tradicionalista mundo árabe.
Raja, presidenta del Foro Yemen-Francia, anunció su intención ante las 300 participantes de una conferencia de mujeres del mundo árabe, Europa y Estados Unidos, celebrada en Sana'a.
Su postulación mejorará las perspectivas de respeto pleno a los derechos legales y constitucionales de todas las yemenitas, según ella misma aseguró en la reunión internacional.
"Mi candidatura aumentará la participación de las mujeres en distintos campos y mejorará su rol político", enfatizó, al tiempo que exhortó a los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, en particular las femeninas, a apoyarla.
"Sé que afrontaré dificultades, pero las mujeres debemos dar señales a todos de que podemos ejercer el poder", dijo Raja a IPS.
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El actual primer ministro de Yemen, Abdul-Qader Ba-Jammal, alentó a las mujeres a luchar por sus derechos, al abrir la conferencia titulada "Derechos femeninos en el mundo árabe: de las palabras a los hechos".
Ba-Jammal recordó que Yemen fue un país de reinas, en referencia a la reina Bilqis (también conocida como la Reina de Saba), 530 años antes de Cristo, y la reina Arwa, en 1065 de la era cristiana.
El gobernante prometió que su gobierno tomaría en cuenta las recomendaciones de la conferencia, y se comprometió a cumplir con todas las convenciones internacionales sobre los derechos femeninos ya ratificadas por Yemen.
En ese sentido, urgió a los partidos políticos a adoptar un sistema de cuotas que le brinde a las mujeres al menos 15 por ciento de los escaños parlamentarios, y prometió que el gobernante Congreso General del Pueblo aplicaría ese principio en las próximas elecciones parlamentarias.
Pero Ba-Jammal, así como muchos otros dirigentes políticos yemenitas, no se esperaban el anuncio de Raja, integrante de la Unión de Mujeres de Yemen.
Observadores notaron que se trató de la oportunidad ideal para el anuncio, pero advirtieron que la candidatura afrontará grandes desafíos en lo político, lo social y lo religioso.
La dirigente de la Unión de Mujeres Yemenitas Nadya al-Hadrami dijo a IPS que considera difícil convencer a la sociedad sobre el rol de al población femenina en la sociedad y su capacidad de participar en la toma de decisiones, lo cual incluye la aceptación de una presidenta.
"Pero hagamos la prueba", afirmó.
La población de Yemen y la elite política parecen compartir un punto de vista tradicional sobre la participación política de las mujeres: creen que ellas pueden ocupar algún cargo encumbrado de gobierno, pero no posiciones de gran poder.
La conferencia celebrada la semana pasada en Sana'a concluyó que el mundo árabe necesita mejorar la participación de las mujeres en todos los campos, tanto en el político como en el económico, el social y el cultural.
La declaración final de la reunión alertó que "la violencia contra las mujeres y la desigualdad de oportunidades en el mundo árabe aún prevalecen tanto en áreas urbanas como rurales".
Las participantes urgieron a los gobiernos árabes que aún no ratificaron la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer a hacerlo inmediatamente.
También criticaron a algunos países que sí lo hicieron por aprobar leyes contradictorias con los principios de la Convención.
Este tratado internacional fue adoptado en 1979 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en las vísperas de la Conferencia Mundial por la Década de las Mujeres, celebrada en Copenhague el año siguiente.
La conferencia en Sana'a, organizada por el Ministerio de Derechos Humanos de Yemen y financiada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y gobiernos occidentales, exhortó a los gobiernos árabes a "promulgar leyes que fortalezcan los derechos femeninos y a excluir todas las normas discriminatorias".
La declaración mencionó leyes nacionales en materia de familia y de ciudadanía como ejemplos de normas discriminatorias en el mundo árabe.
La conferencia también llamó a tomar "acciones necesarias" para garantizar una mayor representación femenina en el proceso político de toma de decisiones, tales como sistemas de cuota en las elecciones y la designación de mujeres en cargos ejecutivos y judiciales.
Hacia el cumplimiento de esos objetivos, la declaración recomendó mejoras en la educación de las mujeres y la eliminación del alto analfabetismo femenino a través de la enseñanza gratuita y obligatoria, tanto en áreas rurales como en las urbanas.
También la semana pasada en Sana'a, la Unión de Mujeres Árabes celebró un simposio para reactivar la organización, con la asistencia de representantes de Iraq, Siria, Líbano, Palestina y Jordania.
"Las mujeres árabes, que gozaron de sus derechos desde el inicio del Islam, ahora sufren la injusticia debido a las circunstancias políticas, sociales, culturales y económicas que las reprimen", dijo a IPS la presidenta de la Unión de Mujeres de Siria, Suad Bakour.
"Debemos superar muchos obstáculos, tradicionales y legales, que nos impiden participar en la vida política", dijo a IPS la nueva secretaria general de la Unión de Mujeres Árabes, la yemenita Ramzya al-Eryani.