La Unión Europea (UE) ofrece ahora recortes de sus subsidios y aranceles agrícolas a cambio de la apertura del sector de servicios en el Sur en desarrollo, lo cual eleva las posibilidades de un acuerdo en la conferencia ministerial de la OMC en esta ciudad china.
"Carecemos de ofertas tan serias del resto de los negociadores como la nuestra sobre agricultura y NAMA (acceso a los mercados no agrícolas)", dijo el comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson.
El funcionario advirtió en conferencia de prensa que no constataba avances en la sexta conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio), que concluirá este domingo, ni en sesiones oficiales ni en las sesiones informales de la denominada Oficina Verde.
Un documento interno de la Comisión Europea (rama ejecutiva de la UE), al que IPS tuvo acceso, establece las directivas: "Los servicios representan el grueso de la economía de la UE, y un resultado satisfactorio en esta área es, para nosotros, de interés vital."
Mientras la UE se manifiesta dispuesta a recortar los aranceles, el documento advierte que la eventualidad "es estrictamente condicional al movimiento de los otros pilares de la negociación agrícola y de otras áreas, como la de bienes industriales, servicios, reglas antidumping y desarrollo".
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En la conferencia de prensa del jueves, Mandelson enfatizó que la Ronda de Desarrollo de Doha, abierta por la conferencia ministerial de la OMC celebrada en 2001 en la capital de Qatar, no debía referirse sólo a la agricultura.
"Europa está aquí en Hong Kong para hacer negocios con todos los demás países, si ellos están prontos para hacer negocios con nosotros", dijo. "No habrá éxito, en Hong Kong ni en ningún lado, si continuamos concentrándonos sólo en un aspecto de la ronda de Doha."
La oferta europea de eliminación de devolución de impuestos a las exportaciones agrícolas está aún sobre la mesa, aseguró Mandelson, pero debe combinarse con la eliminación gradual de todas las formas de subsidio a las exportaciones.
"No recibimos ofertas combinables de Australia, Nueva Zelandia, Canadá y Estados Unidos. Y debemos proceder en paralelo, o no haremos nada", sostuvo.
"Las perspectivas de la conferencia ministerial de Hong Kong son lúgubres", dijo el activista Bhagirath Lal Mos, de la Red del Tercer Mundo. "Los países en desarrollo se niegan a sucumbir. Las presiones persisten, pero hay demasiado en juego para ellos."
"Ahora disponen de amplia información y pueden identificar sus intereses con mayor claridad, sin dejarse llevar a resultados injustos", añadió.
La liberalización de los servicios de educación, salud, el agua y la electricidad, bancarios y de seguros, la migración temporaria de trabajadores son apuestas fuertes de la UE en el marco del Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (GATS) de la OMC.
Pero eso no sorprende a nadie, pues la UE es la principal exportadora de servicios del mundo, con casi un cuarto del total. Se trata de "la actividad económica individual más dinámica" del bloque, pues representa al menos dos tercios de su producto interno bruto y de su empleo, según la Comisión Europea.
Más de la mitad de las 100 mayores corporaciones transnacionales del mundo tienen su casa matriz en la UE, y muchas de esas compañías son de servicios, en especial en los sectores de telecomunicaciones, electricidad y agua potable.
La mayoría eran empresas estatales que se convirtieron en grandes jugadores de la cancha planetaria tras la liberalización del mercado interno de la UE.
"La UE quiere objetivos ambiciosos y obligatorios de liberalización de los sectores de servicios", indica el documento de la Comisión Europea.
El director gerente del Foro Europeo de Servicios, Pascal Cansi, indicó el jueves que "las compañías de servicios son las únicas que realmente apoyan la OMC, pues quieren nuevas oportunidades de negocios".
"En la UE, los objetivos son entre 20 y 25 países por sector. Pero a nivel internacional, si China, India y Brasil" no aceptan un acuerdo, la conferencia ministerial de Hong Kong "será un fracaso", según Cansi.
El borrador preliminar de acuerdo final de la conferencia era, según la Comisión Europea, "altamente insatisfactorio", pues la UE "no puede aceptar que los servicios viajen en clase turista mientras el comercio agrícola y no agrícola viajan en primera clase".