Como consuelo por la falta de normas justas en la exportación de sus productos, los 50 países más pobres recibieron una magra ayuda para su desarrollo en la sexta conferencia ministerial de la OMC, que concluyó el domingo en Hong Kong.
Para colmo, esta asistencia económica está fuertemente condicionada, por lo que expertos y activistas dudan que tenga algún efecto sobre los escalofriantes niveles de pobreza de estos países.
"Es como dar dinero a la gente para que se compre el ataúd cuando el daño ya está hecho", dijo David Waskow, de la organización ambientalista Amigos de la Tierra, que siguió de cerca la conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio).
Organizaciones de la sociedad civil temen que esta ayuda tenga como resultado que los denominados "países menos avanzados" (PMA) se muestren más dispuestos a aceptar la idea de que la apertura de sus mercados los ayudará a salir de la pobreza.
Diversas instituciones sostienen que eso no ha ocurrido, que la apertura comercial ha fracasado como mecanismo de desarrollo pues benefició, más bien, a las corporaciones multinacionales.
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"Estos paquetes llamados 'de ayuda para el desarrollo' son una forma de presionar a los países para que acepten tratados comerciales (desfavorables) y de asistirlos en su implentación", dijo Waskow.
"Es sólo una forma de avanzar una agenda comercial que apenas atiende el comercio pero no el desarrollo de estos países", agregó.
El paquete anunciado se aplicará a 50 PMA de África, el Caribe y el Pacífico, cuyas exportaciones consisten principalmente en productos agrícolas como azúcar, bananas y té.
Los 50 PMA del mundo —34 de los cuales están en África— concentran la octava parte de la población mundial (12,5 por ciento), pero su participación en el comercio mundial es de apenas 0,64 por ciento.
"Algunos elementos de la oferta de ayuda son buenos, pero tienen tantas especificaciones para otorgarse que los PMA no pueden estar muy contentos al respecto", dijo a IPS el subsecretario adjunto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los PMA, Anwarul K. Chowdhury.
El paquete contiene una propuesta general para que los 50 PMA tengan para 2008 un acceso irrestricto a los mercados de los países industrializados, es decir "sin cuotas ni aranceles de ningún tipo".
Algunas de las naciones en desarrollo más poderosas, como China, India y Brasil, anunciaron que también abrirán sus mercados de acuerdo con la iniciativa, pero que la implementarán selectivamente.
El paquete también incluye una mayor infusión de fondos para el programa de asistencia para el comercio, diseñado a mejorar la capacidad exportadora de los PMA.
La tercera parte del paquete consiste en ayuda técnica para capacitar a las naciones en desarrollo a lidiar con las regulaciones y mecanismos del comercio mundial.
Promovido por los países industrializados como prueba que están genuinamente interesados en el desarrollo, las excesivas estipulaciones y ataduras que condicionan la concreción del paquete limitan mucho la iniciativa.
Estados Unidos y Japón, por ejemplo, insistieron en excluir algunos productos de la fórmula libre de cuotas y aranceles.
Los expertos sostienen que Washington puede echar mano a una de las cláusulas del acuerdo, según la cual solo 97 por ciento de los productos de los PMA podrán beneficiarse del trato.
Para proteger los intereses de su industria textil, el gobierno estadounidense dejará fuera del acuerdo ese sector, clave para dos de los países más pobre entre los PMA, Bangladesh y Camboya.
Japón, por su lado, propuso dejar al arroz y a los artículos de cuero fuera del arreglo.
El proceso de asistencia para el comercio, que involucra a países ricos, pobres e instituciones financieras multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, recibe intensas críticas por estar ya contemplado en paquetes de asistencia ya implementados.
Los PMA y algunas organizaciones no gubernamentales que los apoyan aspiran a un compromiso que sume dinero a los 13.000 millones de dólares ya asignados por acuerdos previos.
"El paquete de asistencia para el comercio debe dejar claro que no se trata del dinero ya inyectado en las cañerías reempaquetado", advirtió Chowdhury.
La asistencia técnica también tiene sus obstáculos. Los PMA quieren que el acuerdo implique una entrega más rápida de la ayuda, así como la participación de todos los países pobres y no solo la de los 31 hoy en el programa.
El texto no obliga a las naciones ricas. Por el contrario, les ofrece una salida al indicar que los países en dificultades no tienen por qué implementar el paquete si no lo desean, advirtieron organizaciones no gubernamentales.
El cronograma y otros detalles sobre el programa serán decididos en abril en Ginebra, indicó Chowdhury.
Los beneficios son escasos, aun si el paquete se cumpliera en su totalidad, indican expertos.
En términos de dinero, la ganancia total sería de 14.400 millones de dólares, pero solo en el caso de que el acuerdo cubra todos los 50 PMA y todas sus exportaciones, sin ninguna excepción, según la ONU.
Algunos PMA pueden esperar beneficios para los sectores más pobres de su población, en especial agricultores. Pero la inequidad económica interna de muchas de esas naciones es notoria: el grueso de las ganancias corresponde a los intermediarios navieros y exportadores, no a los campesinos.