Como muchos países del Sur en desarrollo, Egipto tiene mucho para vender, pero tropieza con las barreras comerciales de los países del Norte industrial.
Por eso, El Cairo también aspira a lograr un buen resultado en la sexta conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se celebrará en Hong Kong del 13 al 18 de este mes.
Egipto integra el Grupo de los 20 países en desarrollo (G-20) que, encabezados por Brasil, India y Sudáfrica, presentaron propuestas para reducir las distorsiones del comercio agrícola mundial, causadas por los abultados subsidios y las barreras de los países ricos.
El G-20 fue creado en la fracasada conferencia de la OMC realizada hace dos años en el sudoriental balneario mexicano de Cancún, y ahora representa a 65 por ciento de la población mundial.
"Egipto tiene una estrategia de crecimiento orientada a la exportación, y quiere lograr un mayor acceso a mercados. Tendrá más oportunidades si se eliminan las barreras al comercio", dijo a IPS el analista económico Khaled Sewelam, de El Cairo.
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Las discrepancias por los subsidios agrícolas del Norte industrializado, en especial de la Unión Europea (UE) y de Estados Unidos, fueron el principal motivo del fracaso de la reunión en Cancún, así como de la conferencia de 1999 en la noroccidental ciudad estadounidense de Seattle.
"Las barreras comerciales siguen siendo un asunto clave, así como la eliminación de los subsidios", dijo a IPS el jefe del Departamento Central para la OMC en el Ministerio de Comercio Exterior e Industria de Egipto, Waleed El Nozahi.
Para Egipto, tradicional proveedor agrícola del norte de África y Medio Oriente, el tema de los subsidios es de especial importancia.
"El gran problema con esta ronda tiene que ver con la agricultura", señaló Simon Kitchen, especialista en Medio Oriente en la consultora de riesgo político Eurasia Group, con sede en Nueva York.
A El Cairo le preocupan en especial los subsidios de Estados Unidos a su producción algodonera, un sector clave en las exportaciones egipcias.
"El tipo particular de algodón básico producido por los agricultores de Estados Unidos es el principal competidor del algodón egipcio en ese mercado", indicó Sewelam.
"Otros países del G-20 tienen a sus productos agrícolas estratégicos congelados fuera del mercado debido a similares distorsiones y barreras comerciales", agregó.
Egipto, la mayor economía entre los países árabes del norte de África, procurará hablar en Hong Kong en nombre de todo el continente.
El ministro de Comercio Exterior e Industria de Egipto, Rachid Mohamed Rachid, dijo a periodistas a inicios de este mes que esperaba desempeñar un papel activo en la defensa de la posición africana durante la conferencia de la OMC en Hong Kong.
"La agricultura es crucial para el desarrollo, la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria en África", señaló.
Pero funcionarios de El Cairo no parecen muy confiados en que Hong Kong resuelva las diferencias, y esperan seguir negociando hasta el año próximo, e incluso hasta 2007.
"Estamos buscando reciprocidad. Estamos buscando un acuerdo equilibrado que refleje los intereses de todos", dijo El Nozahi.
Por su parte, Sewelam señaló que también hay "consideraciones políticas y económicas" para Egipto cuando negocia junto a los demás países del G-20.
Un acuerdo bilateral de libre comercio con Estados Unidos, procurado por Egipto durante años, podría evaporarse si Washington se siente presionado por El Cairo.
"Si El Cairo presiona demasiado a Estados Unido en Hong Kong sobre asuntos comerciales, como ocurrió en Cancún, podría pagar por eso con la pérdida del acuerdo de libre comercio. Todo es parte de la ecuación", señaló Sewelam.
El Cairo ha procurado sin éxito un convenio de esa clase con Washington desde hace varios años, mientras otros países de la región, como Bahrein y Marruecos, sí lo consiguieron.
Egipto se ha convertido en un ejemplo dentro de la OMC. "Ha cumplido la mayoría de sus compromisos. Las últimas reducciones de aranceles nos han llevado a niveles totalmente en la línea de las regulaciones de la OMC", indicó Sewelam.
Sin embargo, muchos egipcios dudan de sus posibilidades de lograr un buen resultado en Hong Kong.
La nueva reunión "será un fracaso, como Cancún y Seattle, no sólo por los globalifóbicos, sino también por los problemas económicos internos asociados con el libre comercio", dijo a IPS Dina Heshmat, del no gubernamental Grupo Egipcio Antiglobalización, que prevé realizar una serie de conferencias paralelas a la reunión de Hong Kong.