Austria se propone inyectar nueva vida a la Unión Europea (UE), que este año estuvo asediada por crisis políticas, cuando asuma este domingo la presidencia semestral del bloque.
Seis años después que la UE impuso sanciones a Austria por haber pasado a ser gobernada por el ultraderechista Partido de la Libertad, el actual canciller Wolfgang Schüssel dijo que su país se centrará en revivir el nuevo tratado constitucional del bloque, la ampliación europea y el controvertido presupuesto de la UE.
La presidencia austriaca enfrenta la desalentadora tarea de realizar un prometido debate sobre el futuro de las instituciones de la UE y el alcance de la futura nueva ampliación, pero ha indicado que no presionará para la adopción de la constitución del bloque.
La aprobación de la ley fundamental fracasó luego de ser rechazada en los referendos realizados en Francia y Holanda en la primavera (boreal) de 2005.
El proyecto constitucional intentó hacer más eficiente a la UE, dar al bloque un presidente y un ministro de Asuntos Exteriores permanentes, y un sentido de propósito, procedimiento e identidad más claros.
Las diferencias entre los estados miembro de la UE, que se volvieron evidentes cuando Francia y Holanda rechazaron la Constitución, presentarán un desafío considerable para la presidencia austriaca.
Austria, que ingresó al bloque en 1995, fue uno de los 13 estados miembro que ratificaron la Constitución en 2005, pero en 2006 los 25 integrantes de la UE tendrán que decidir si completar o no la ratificación de la ley fundamental, así como sí implementar o no algunas de sus medidas.
En declaraciones formuladas en Bruselas a comienzos de este mes, la ministra austriaca de Asuntos Exteriores, Ursula Plassnik, dijo que ahora se necesitaba "un periodo de reflexión".
Plassnik sostuvo que su país espera "renovar los lazos con una Europa visionaria" y abordar "con energía y confianza la pausa para el pensamiento" en la Constitución europea.
El bloque acordó suspender los referendos de ratificación de la Constitución en junio, cuando fracasaron los intentos de establecer proyecciones presupuestarias.
Esta "pausa para el pensamiento" debería permitir debates detallados sobre el futuro de la UE antes que el Consejo Europeo intente revivir las instituciones en junio de 2006, indicó Plassnik, quien insistió en que Austria no presionará para lograr la ratificación del texto.
"No hay soluciones mágicas ni respuestas instantáneas. En lo relativo a la constitución, no pienso que podamos tener éxito con cambios 'cosméticos' solamente. Eso no le haría justicia a la gran importancia de este tema", dijo Plassnik.
Lo primero que pondrá a prueba las habilidades diplomáticas de la presidencia austriaca serán las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre la próxima gran ronda de gasto del bloque —o las llamadas perspectivas financieras— que cubrirán el periodo 2007-2013.
Austria tendrá que sellar un compromiso con la Comisión y el Parlamento a propósito del presupuesto de la UE para 2007-2013, luego que el Consejo Europeo alcanzó un acuerdo de último momento el 17 de diciembre.
El Parlamento Europeo debe despedirse del tratado presupuestario de los estados miembros, que es de 113.000 millones de euros (133.700 millones de dólares) menos de lo que se demanó en junio.
Los Balcanes y los temas relativos a la nueva ampliación del bloque, que en mayo de 2004 pasó de 15 a 25 estados miembros, dominarán la agenda de las relaciones exteriores.
La UE iniciará conversaciones con Bosnia-Herzegovina sobre el Acuerdo de Estabilización y Asociación, que podría ser un primer paso rumbo a la ampliación de la UE hacia los Balcanes occidentales.
Según Austria, extenderse a lo estados balcánicos será "un natural punto de foco" de su presidencia, y dijo que los ministros de Relaciones Exteriores de la UE serán invitados a una reunión informal en marzo.
En junio será necesario decidir si el ingreso de Bulgaria y Rumania debería ser pospuesto de 2007 a 2008 debido a demoras en las reformas, y están previstas las primeras conversaciones detalladas sobre membresía con Croacia y Turquía.
Sin embargo, es improbable que las conversaciones con Croacia y Turquía, que comenzaron en octubre, hagan muchos progresos, dado que el foco de la UE estará puesto en investigar la legislación de los países candidatos, procedimiento habitual que precede al ingreso de un país al bloque.
En otras partes habrá un debate más profundo sobre las controvertidas pautas que rigen a los servicios del bloque, según las cuales estos pueden ser ofrecidos bajo condiciones estipuladas por el país de origen. Austria también sugerirá la creación de una agencia europea de derechos humanos en Viena.
Sin embargo, Austria indicó que adoptará una postura humilde para su periodo al mando de la UE. Señaló que, como país pequeño, actuará como el "pragmático jugador de un equipo" para "servir" a Europa. "No le corresponde a cada presidencia inventar la rueda", dijo Plassnik.
