El mundo político y diplomático de Europa está sacudido por la revelación de que Estados Unidos mantuvo en el continente centros ilegales de detención para musulmanes sospechosos de terrorismo.
La tensión es evidente entre Washington y varios gobiernos europeos, que han solicitado información sobre los centros de detención y los vuelos militares estadounidenses que transportaron a detenidos ilegales a través del espacio aéreo continental.
A instancias de partidos oficialistas y opositores de Alemania, el flamante ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, manifestó en Washington a su par estadounidense, Condoleezza Rice, su preocupación por el asunto.
Reinhard Buetikofer, líder del opositor Partido Verde alemán, informó que todos los grupos parlamentarios "exigieron una aclaración de los informes", y agregó que la primera visita de Steinmeier a Washington era "una buena ocasión" para una clarificación.
"Alemania nunca cruzará la línea roja de la tortura", dijo el ministro del Interior, Wolfgang Schaeuble. "Estoy seguro de que nuestros amigos harán lo mejor para corregir cualquier error que puedan haber cometido", agregó, en referencia a Estados Unidos.
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Según diversos informes, los servicios secretos de Estados Unidos, incluida la Agencia Central de Inteligencia (CIA), utilizaron con frecuencia aeropuertos en Bélgica, Alemania, Grecia, Holanda, Portugal y España entre 2002 y 2005 para transferir prisioneros musulmanes de un centro de detenciones clandestino a otro.
Otros informes citan a fuentes de Washington según las cuales el ejército y los servicios secretos de Estados Unidos habían mantenido cárceles ilegales para detenidos musulmanes en Europa, especialmente en el área oriental, en países del ex bloque soviético.
El avión utilizado por el ejército estadounidense y los servicios secretos voló con la fachada de los vuelos civiles, aseguraron los informantes.
El gobierno de Estados Unidos no ofreció ninguna aclaración sobre los informes ampliamente difundidos en los medios de comunicación.
Funcionarios de Alemania y Holanda admitieron que esos vuelos continuaron este año. Según informes procedentes de Holanda, un vuelo de la CIA aterrizó la semana pasada en el aeropuerto internacional de Schiphol, en Amsterdam.
El ministro holandés de Relaciones Exteriores, Ben Bot, dijo no haber sido informado de ese vuelo y llamó al gobierno de Estados Unidos a "aclarar el asunto completamente".
Los primeros ministros Ferenç Gyurcsany, de Hungría, y Calin Popesuc-Tareceanu, de Rumania, negaron que los servicios secretos y el ejército de Estados Unidos tuvieran prisiones secretas en su territorio.
"Si el gobierno de Estados Unidos nos pidiera permiso para construir esas prisiones aquí, no se lo daríamos", dijo Gyurcsany a los periodistas.
Los informes llevaron a las autoridades de la Unión Europea (UE) a exigir sanciones contra los países miembros que cooperaran con el gobierno de Estados Unidos el mantenimiento de esos campamentos.
Franco Frattini, comisario de Justicia de la UE, dijo en Berlín a comienzos de esta semana propondrá incluso la suspensión del derecho al voto de los países que hayan cooperado con estas actividades en las reuniones del bloque.
El Consejo Europeo pidió al fiscal suizo Dick Marty que investigue los informes sobre el gobierno estadounidense. Marty evalúa, entre otras pruebas, material satelital para establecer la existencia de centros de detención clandestinos en Europa.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos alegan que Estados Unidos "rota" a los presos de una cárcel secreta a otra para evitar su identificación, y que les inflige tratos que equivalen a la tortura.
"Desde junio de 2004 hemos exigido a Estados Unidos que nos dé acceso a todos sus campamentos y prisiones donde están detenidos presuntos terroristas, en territorio estadounidense o fuera de él", dijo el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Manfred Nowak.
El comisario de Derechos humanosde la UE, Álvaro Gil-Robles, informó la semana pasada al diario francés Le Monde que Estados Unidos había mantenido una prisión "parecida a Guantánamo" en la base militar de Camp Bondsteel, cerca de Pristina, la capital de Kosovo, desde 2001.
En septiembre de 2002, "vi hasta 20 prisioneros allí adentro, todos vistiendo uniformes de color naranja, como los que les dan a los detenidos en Guantánamo", dijo Gil Robles al periódico.
Agregó que todo el complejo, "visto desde arriba, parecía una reconstrucción a pequeña escala de la prisión de Guantánamo. Quedé conmocionado".
La base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, fue usada para encarcelar a musulmanes capturados tras la invasión a Afganistán en 2001, fuera de toda jurisdicción legal.
Gil Robles dijo que las autoridades estadounidenses habían dado garantías de que la prisión de Camp Bondsteel sería inmediatamente desmantelada.
Aunque Camp Bondsteel es oficialmente una instalación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha sido descrita como "la base militar estadounidense más grande desde la guerra de Vietnam" fuera de territorio de Estados Unidos.
El campamento fue construido en 1999, para impedir actividades de las fuerzas serbias contra la provincia de Kosovo. Ha sido la principal cárcel utilizada por las fuerzas de la OTAN desplegadas allí en los últimos seis años.
La OTAN atacó Serbia en 1999, alegando que las fuerzas de ese país realizaban en Kosovo una campaña de limpieza étnica en Kosovo y violaciones masivas de derechos humanos.
La organización humanitaria Amnistía Internacional dijo que las fuerzas de la OTAN en Kosovo continúan violando las normas internacionales a través de detenciones extrajudiciales.
El año pasado dijo en un informe que "persisten las preguntas" sobre las razones que cierran el acceso del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura a Camp Bondsteel.
Marik Antoni Nowicki, ombudsman (defensor del pueblo) para Kosovo, dijo que la prisión de Camp Bondsteel "durante un largo periodo estuvo más allá de todo control civil", y que al Comité Europeo para la Prevención de la Tortura nunca se le permitió visitar la prisión.