Teatro, títeres, juegos didácticos, presencia en centros de entretenimiento, concursos. Todo sirve para que los más jóvenes aprendan la importancia del pago de impuestos para financiar y preservar lo público, aseguran los encargados de un novedoso plan de educación tributaria en Argentina.
El programa de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comenzó en 2000 con la capacitación de maestros. Pero en los últimos años se amplió a la educación no formal, lo que permitió llegar a 1,5 millones de niños en todo el país, dijo a IPS su coordinadora, la licenciada en educación Andrea Vilardebó.
Apuntar a jóvenes y niños a fin de "ganarlos para la causa" es una idea fundamental en un país donde se estima que el sistema tributario tiene 50 por ciento de evasión. Proyectos similares se llevan a cabo en otros países de América Latina en los que existe una "baja o nula cultura impositiva", explicó Vilardebó.
Con el propósito de intercambiar experiencias, en octubre se realizó en Buenos Aires el Primer Seminario Internacional de Educación Tributaria, organizado por la AFIP y por el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias, al que asistieron expertos de 18 países latinoamericanos y de España.
Los organizadores tomaron contacto con proyectos similares que se llevan a cabo en Brasil, Ecuador, México y Colombia, entre otros, y advirtieron de la existencia de problemas similares a la hora de abordar el cuidado y el mantenimiento de los bienes públicos.
"El objetivo es crear una nueva cultura que permita que los chicos (niños) comprendan para qué se pagan impuestos, qué es lo que se financia con ese dinero, y lograr así que entiendan que lo público no es algo gratis que no pertenece a nadie, sino que es de todos, y sostenerlo es parte del esfuerzo colectivo", remarcó la experta.
Además de cursos para los maestros, el plan prevé la realización de obras itinerantes de teatro infantil que recorren escuelas y plazas públicas. En todos los casos, los contenidos están relacionados con la problemática tributaria, la defensa de lo público y la importancia de vivir bajo ciertas reglas.
El programa también desarrolló juegos de mesa para diversas edades como búsquedas del tesoro, laberintos y juegos de memoria. Y se diseñaron acertijos, historietas que se publican en revistas infantiles de buena tirada, juegos virtuales y concursos de dibujo con atractivos premios para diversas edades.
"La idea es reubicar al Estado, que después de las privatizaciones —de empresas de servicios públicos— en la década de los 90 quedó muy desdibujado, y generar confianza en el pago de impuestos", explicó Vilardebó. La coordinadora señaló que la rémora más difícil de remover es la corrupción.
"Para qué pagar, si se lo roban", es la frase más repetida por adultos que también reciben clases de educación tributaria. "Los chicos nos dicen lo que escuchan en su casa, por ejemplo que (los funcionarios encargados de la recaudación) 'son todos unos ladrones'", comentó.
En esos casos, los agentes explican que hay 20.000 funcionarios en la AFIP, entre los cuales puede haber alguno deshonesto, al igual que en el resto de la sociedad. También les informan cuáles son las vías administrativas para denunciar ante organismos de control, por ejemplo, pedidos de sobornos de inspectores.
Desde su puesta en marcha, el programa permitió capacitar a 7.300 docentes que asisten a talleres y cursos. La participación les otorga puntaje en su carrera y los provee de material didáctico —cuadernillos y juegos de mesa— para los alumnos. Por esa vía se logró instalar temas de cultura tributaria entre 230.000 escolares.
Pero a partir de la extensión del programa a ferias, paseos públicos y parques de entretenimiento en todo el país, la AFIP logró multiplicar su llegada a la población. Actualmente hay centros de educación tributaria en el Museo de los Niños Abasto situado en un centro comercial de Buenos Aires.
Los menores juegan a ser controladores de aduana o deciden el destino del dinero recaudado en impuestos. Un juego similar existe en la "República de los Niños", en la localidad de Gonnet de la oriental provincia de Buenos Aires. El parque tiene edificios a escala infantil de las principales instituciones del país, incluida ahora la AFIP.
El programa logró insertarse también en Mundo Marino, un parque de especies marinas en el balneario costero bonaerense de San Clemente del Tuyú, en la llamada "Isla de los Inventos" en Rosario, en la nororiental provincia de Santa Fe, y en la Feria del Libro Infantil que se realiza cada año en Buenos Aires. (