Está en duda la afirmación de que en México se lee muy poco, señala la crítica Carmen Vargas tras declarase impresionada por la magnitud de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que en ocho días reúne a 1.580 casas editoriales de 38 países y a unos 500.000 visitantes.
"Habrá que revisar los estudios, pues el éxito de la Feria parece indicar que existe en México un vivo interés por la lectura y los libros", dijo Vargas a IPS. La decimonovena edición de la muestra, en la que participan varias figuras de la literatura universal, fue inaugurada el 26 de noviembre y se extenderá hasta el 4 de este mes en la central ciudad de Guadalajara.
Como un circo en varias pistas, la Feria Internacional de Libro de Guadalajara (FIL) oferta de manera simultánea presentaciones de libros, entrega de premios literarios, conferencias, ciclos de cine, cocina y varios encuentros internacionales sobre arquitectura, ciencias sociales, periodismo, cuento y hasta negocios internacionales.
Organizada por la Universidad de Guadalajara, la cita es la más importante de su tipo en castellano y constituye el mayor mercado mundial de publicaciones en este idioma.
Cientos de escritores editores, agentes literarios, promotores de lectura, traductores, distribuidores y bibliotecarios asisten a la feria, que se realiza en un área de exposición de 26.000 metros cuadrados.
Siguiendo una tradición iniciada en 1993, la FIL escoge cada año a un país o región de habla hispana como centro de la cita. Este año correspondió a Perú, que envió a varios escritores y artistas, además de montar una exposición especial sobre su literatura y cultura.
Vargas, una crítica que trabaja en varias universidades mexicanas, señala que el éxito de la FIL y de otras ferias parece demostrar que en este país hay muchos más lectores e interés por la literatura de lo que se supone.
Según estudios, el promedio de lectura es de un libro o menos al año por cada uno de los 104 millones de mexicanos.
Una investigación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos indica que, entre los estudiantes de 15 años, menos de uno por ciento de ese grupo etario es capaz de contestar adecuadamente preguntas que requieren competencias lectoras sofisticadas.
Pero, a pesar de ello, unos 100.000 jóvenes visitan la FIL en cada edición y en otras citas como la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se realiza en la capital mexicana cada noviembre con un promedio de más de 300.000 visitantes por vez.
En 2003, asistieron a la FIL 443.917 personas y al año siguiente esa cifra se elevó a 457.767. Los organizadores esperan que en esta feria en curso las visitas se acerquen a los 500.000.
"Para el mercado de las editoriales, las ferias de libro mexicanas son un buen negocio y eso lo demuestra la FIL y otras", apuntó el empresario del sector Matías Zapata.
En las primeras conferencias de la FIL de este año, en las que estuvieron presentes el laureado escritor peruano Mario Vargas Llosa y la estadounidense Toni Morrison, premio Nobel de Literatura, la asistencia de público desbordó a los organizadores, por lo que muchos quedaron fuera del recinto de la feria.
Además de Vargas Llosa y Morrison, asisten a la FIL el británico Martín Amis, uno de los autores más leídos de la actualidad, los italianos Alessandro Baricco y Claudio Magris, el serbio Goran Petrovic, el español Fernando Savater y el peruano Alfredo Bryce Echenique.
Se suman a ellos un batallón de escritores, sobre todo de América Latina, que aunque son menos conocidos a nivel internacional, varios tienen ya un relativo éxito dentro de sus países.
La exitosa FIL, que se realizó por primera vez en 1987, es sin duda ya "la cita más importante del libro en español en el mundo", declaró su directora Nubia Macías.
"(Queremos) que la calidad siga creciendo y eso nos permite que cada vez otras lenguas piensen más en el español y vengan a Guadalajara a hacer intercambios", apuntó al aludir al grupo de escritores que manejan otros idiomas y asisten a la feria.
Entre las actividades de la FIL, esos autores brindan charlas sobre su obra, pero también participan en reflexiones y debates sobre la salud y tendencias de la literatura en habla castellana.
Uno de los puntos centrales de esta edición, además de su dedicatoria especial a la literatura peruana, es la entrega de reconocimientos a varios escritores. Entre ellos está el premio a la literatura latinoamericana y caribeña Juan Rulfo, dotado de 100.000 dólares. que fue ganado por el poeta mexicano de origen español Tomás Segovia.
Otros galardones a entregarse son el premio Sor Juana Inés de la Cruz para escritoras, para periodistas de la cultura y uno más para el mejor bibliotecario.