Tres años después de su muerte, Francisco Coloane vuelve a las librerías con «La última carta», una obra que será lanzada a fines de este mes en la capital chilena y que recopila un diálogo epistolar de 60 años de amor y ternura entre el viejo lobo de mar y su esposa, Eliana Rojas.
"Solo sé una certeza, una absoluta verdad: que te amo (…) Que tú eres el punto del universo al cual se dirigen todas mis emociones", escribió Coloane en su carta póstuma a Eliana, quien la abrió luego de que el escritor falleciera el 5 de agosto de 2002, a los 92 años de edad.
El libro, editado por la estatal Universidad de Santiago de Chile, será presentado el martes 29 en el Café Literario de la comuna (municipio) de Providencia por el Premio Nacional de Literatura Volodia Teitelboim y por la crítica literaria Patricia Hamel.
El también escritor José Miguel Varas señaló a IPS que la publicación de esta obra contribuirá a conocer aún más, desde una perspectiva tal vez más íntima, a Coloane, una de las mayores glorias de la narrativa chilena del siglo XX que dio dimensión literaria a la Patagonia y a los mares australes.
"Conozco el libro. Eliana Rojas es una mujer extremadamente pudorosa. Retuvo largos años esta correspondencia, porque le parecía vergonzoso publicarla. Pero finalmente se convenció de que debía hacerlo. Yo le insistí en el valor que tienen esas cartas, no sólo documental sino también literario", señaló Varas.
"El título de 'La última carta' lo decidió ella, con base en la que Francisco Coloane le dejó antes de morir. Es una carta hermosa y muy impresionante. Yo le dije que el libro debía llamarse 'Cartas a Eliana', pero a ella le pareció incluso algo impúdico colocarse en el título, por eso insistió en este otro nombre para el libro", agregó el escritor y periodista.
Coloane, nacido el 19 de julio de 1910 en la localidad de Quemchi, en el archipiélago de Chiloé a unos 1.200 kilómetros al sur de Santiago, se casó por primera vez en 1932 con Manuela Silva, con quien tuvo un hijo, Alejandro. Ella falleció en 1935.
En el verano de 1942, Eliana Rojas, que recién regresaba de Estados Unidos, fue a ver una exposición en el Museo de Bellas Artes de Santiago en compañía de una amiga que se encontró allí con dos conocidos: un médico, cuyo nombre no se guarda en los registros históricos, y un escritor que iniciaba con éxito su trayectoria literaria.
Él era Francisco Coloane, quien ya había publicado sus dos primeros libros, "El último grumete de la Baquedano" y "Cabo de Hornos", en el despegue de una carrera que lo llevaría a obtener en 1964 el Premio Nacional de Literatura y a ser condecorado en 1996 como Caballero de la Orden Nacional de las Artes y las Letras por el gobierno de Francia.
Desde el palacio de Bellas Artes, los cuatro amigos fueron al Café Torres, otro lugar histórico de Santiago. Eliana quedó prendada del tono de voz, profundo y pausado, de Coloane, 10 años mayor que ella.
Al poco tiempo el escritor la llamó para invitarla a pasear al Parque Forestal, la extensa franja de prados y árboles que bordea el río Mapocho y que marcaría la vida de la pareja, que contrajo matrimonio en 1945 y compró en la calle Esmeralda, aledaña al parque, el departamento donde el escritor viviría hasta su muerte.
El noviazgo no fue fácil, según da testimonio la abundante correspondencia recopilada en el libro y de la cual publicó algunos avances el diario La Tercera, de Santiago.
"Me he aturdido en alcohol y en drogas, he llorado como nunca en mi vida. Me he sentido perdido, débil, derrotado", señala una de las cartas que Coloane envió a su amada en 1943. "En mi vida siempre me faltó algo hasta que te encontré a ti", señalaba con entusiasmo ese mismo año. "¡Nunca soñé vivir tan bella historia!", proclamaba, enamorado.
Desde comienzos de los años 40, Coloane alternaba su actividad periodística y literaria con una comprometida militancia antifascista, que lo llevaría a afiliarse al Partido Comunista de Chile.
En 1947 nació Juan Francisco, el único hijo del matrimonio.
La correspondencia de amor no se interrumpió durante los difíciles años de la llamada "Ley maldita", del gobierno de Gabriel González Videla (1946-1952), quien proscribió a los comunistas, ni tampoco bajo la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), en que el escritor recibió amenazas de muerte.
La abundante obra de Coloane, ambientada en los canales de Chiloé, en el estrecho de Magallanes y en las pampas de la Patagonia, comenzó a trascender internacionalmente en la década de los 90 en Europa, donde el narrador comenzó a ser llamado "el Jack London chileno".
Yerko Moretic, un profesor e investigador de literatura fallecido en 1972, resumió con gran certeza en 1968 la dimensión literaria de Coloane. "Todo lo que escribe está atravesado por un toque poético, hecho de asombro, de piedad y de éxtasis ante el infinito espectáculo de los hombres y la naturaleza", dijo.
Es esa misma esencia la que se trasunta ahora en estas cartas de amor a Eliana, que tal vez sorprenderán a quienes construyeron una imagen de Coloane con base en sus personajes, generalmente sacrificados navegantes, crueles cazadores de ballenas y lobos de mar y despiadados colonizadores de la Patagonia.
"Si bien la gran sensibilidad de Francisco Coloane se muestra en otros libros, aquí, en 'La última carta' se expresa en mucho su aspecto más tierno, su capacidad extraordinaria de amar en todo el sentido de la palabra, a través de estos textos que son muy bellos y muy espontáneos, sin artificios", subrayó José Miguel Varas. (
