LIBERIA: Enorme desafío para primera presidenta africana

La emoción inunda las calles de Monrovia, la capital de Liberia. Miles de personas manifiestan su regocijo. Por primera vez, una mujer presidirá el país.

La Comisión Electoral informó que la ex banquera Ellen Johnson-Sirleaf obtuvo casi 60 por ciento de los votos en el balotaje del 8 de noviembre. La ex estrella de fútbol George Oppong Weah logró 41 por ciento.

Weah denunció fraude y exigió a las autoridades electorales una investigación antes de la proclamación de Johnson-Sirleaf.

Votantes del Partido de la Unidad, de Johnson-Sirleaf, recibieron el anuncio con júbilo.

Hace poco más de 20 años, Liberia emergía de una brutal guerra civil en la que murieron más de 200.000 personas y durante la cual un tercio de los 3,5 millones de habitantes del país se vieron obligados a abandonar sus hogares.

En 2003, cuando se reanudaron los combates, muchos reclamaron a Estados Unidos el envío de una fuerza militar para restablecer el orden. Pero Washington se limitó a brindar ayuda logística a los 3.600 efectivos enviados por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.

Depuesto por los rebeldes, Charles Taylor (1997-2003), el señor de la guerra que se convirtió en presidente de Liberia y fomentó sangrientas guerras que devastaron el país, aceptó la oferta de asilo que le formuló Nigeria.

Taylor dejó atrás una nación destrozada por la guerra, con toda su infraestructura —desde carreteras hasta cañerías de agua— en estado de putrefacción o saqueada.

Morris Dukuly, portavoz de Johnson-Sirleaf, dijo que una de las prioridades inmediatas de la nueva presidenta es poner en funcionamiento la maquinaria del gobierno y restaurar los servicios básicos para estimular el crecimiento y la inversión extranjera.

Liberia es una de las naciones más pobres de África, pese a sus abundantes recursos naturales en piedras preciosas, caucho, mineral de hierro y forestación.

Luego de la caída de Taylor, fuerzas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tomaron el control de la seguridad.

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental también reunió a las facciones rivales para firmar un acuerdo de paz, según el cual se estableció un gobierno de transición durante dos años.

Las elecciones se celebraron bajo la protección de más de 15.000 soldados de la ONU y fueron aclamadas por los observadores internacionales como libres, limpias y de acuerdo con los criterios internacionales.

Ninguno de los 22 candidatos a la presidencia obtuvo 51 por ciento de los votos en la primera ronda electoral del 11 de octubre. Johnson-Sirleaf y Weah debieron someterse a una segunda vuelta.

Weah había obtenido más votos en la primera instancia. Cuando se confirmó su derrota en la segunda, sus partidarios —principalmente jóvenes descontentos que lo idolatraban por sus logros en el campo deportivo— salieron a las calles de la capital en señal de protesta.

Los simpatizantes de Weah alegaron que funcionarios electorales introdujeron en las urnas papeletas en favor de Johnson-Sirleaf.

La estrategia política jugó un rol importante en la segunda ronda electoral, dijo Gray G. Dennis, director del Centro para la Democracia y las Elecciones, con sede en Monrovia.

En las semanas finales de la campaña, Johnson-Sirleaf formó alianzas cruciales con miembros del partido cuyos candidatos perdieron en la primera vuelta.

"El Partido de la Unidad difundió más materiales y llegó a las comunidades para hacer una campaña cara a cara con el electorado", recordó Dennis.

Johnson-Sirleaf, quien asumirá el cargo en enero, será la primera mujer en ejercer la presidencia de un país africano. La ex banquera inspira confianza por sus antecedentes, dijo la profesora de educación secundaria Stephanie Blamo.

"Renunció a su puesto como ministra de Finanzas en respuesta al excesivo gasto del gobierno y también se rehusó a ocupar un escaño en el senado para protestar contra el fraude en las elecciones generales de 1985", señaló.

Bajo un nuevo liderazgo, Liberia puede tener una relación especial con Estados Unidos, dijo Blamo. Y no sólo porque el nombre de su capital, Monrovia, sea un homenaje al presidente estadounidense James Monroe (1817-1825).

El territorio que ocupa Liberia fue comprado en 1821 por la Sociedad Estadounidense de Colonización, para dar espacio a esclavos negros liberados que comenzaban a ser un problema en Estados Unidos, fundamentalmente en el sur.

Hoy, los descendientes de esos ex esclavos constituyen un grupo minoritario dentro de la población de Liberia, que en 1847 declaró la independencia.

La nueva presidenta enfrenta considerables desafíos. Muchos de los jóvenes que pelearon en las guerras civiles de Liberia, en las que murieron cientos de miles de personas, están desempleados.

"Intentaremos que estos miles de jóvenes afectados por la guerra se entrenen para que puedan obtener un ingreso y volver a ser ciudadanos productivos y constructivos", dijo Johnson-Sirleaf a IPS el 19 de noviembre, en la aldea de Korma, su hogar ancestral, unos 20 kilómetros al noroeste de Monrovia.

La hoy presidenta electa viajó a Korma para agradecerles su respaldo político.

Johnson-Sirleaf, una divorciada cuyo ex esposo falleció, se ha hecho conocida como la "dama de hierro" de Liberia. Ya había sido derrotada por Taylor en la carrera por la presidencia en 1997 y fue encarcelada dos veces, una durante más de un año, en la dictadura de Samuel Doe (1980-1997).

Economista formada en la estadounidense Universidad de Harvard, Johnson-Sirleaf fue directora de la oficina para África del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), funcionaria del Banco Mundial y vicepresidenta del Banco Ecuador en Washington.

También se desempeñó como vicepresidenta para África del Citibank, una de las principales instituciones financieras de Estados Unidos.

En 1978 se convirtió en la primera —y hasta ahora la única— mujer en encabezar el Ministerio de Finanzas de Liberia.

"La elección de Ellen, una mujer, es un desafío para todos los liberianos. Y (especialmente) para los hombres, que gobernaron Liberia durante más de 158 años", dijo la empresaria Jestina Fergusson.

"Los hombres de Liberia deberían dejar de lado su tendencia de género, si es que la tienen, arremangarse y hacer a Liberia productiva. Que dejen de lado las riñas y sean un ejemplo de cooperación de género, para que el mundo entero lo vea", dijo Andrew Jackson, un activista estudiantil.

Con su investidura el 16 de enero, Johnson-Sirleaf se convertirá en una de las pocas figuras políticas opositoras de África que han logrado, luego de años de lucha, llega al poder, como el ex presidente sudafricano Nelson Mandela (1994-1999) y a los actuales de Senegal y Costa de Marfil, Abdoulaye Wade y Laurent Gbagbo respectivamente.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe