GRIPE AVIAR-CHINA: Corruptos amenazan vacunación masiva

Mientras China se prepara para la campaña de vacunación de las aves de corral contra el virus H5N1 de la gripe del pollo, expertos advierten que no sólo la voluntad política y los presupuestos abundantes alcanzan para acometer con éxito esta tarea hercúlea contra la mortal enfermedad.

Crédito: WHO/P. Virot
Crédito: WHO/P. Virot
Los esfuerzos para inocular a los 14.000 millones de pollos, patos y otras aves de granja existentes podrían ser fácilmente debilitados por el uso de vacunas por debajo del estándar o falsas, así como por la laxa implementación local, dos áreas de preocupación para el gobierno central, que invirtió un enorme capital político para vencer la epidemia de influenza aviar.

"No es un problema de capacidad fiscal ni de determinación de parte del gobierno central, (sino que) es un problema de implementación", dijo Andy Rothman, analista de CLSA, una consultora con sede en la oriental ciudad china Shanghai.

Funcionarios locales corruptos e ineficientes pueden desbaratar los intentos del gobierno de abordar pronto y de modo transparente la lucha contra la propagación de la enfermedad, afirmó Rothman.

Un fracaso de las autoridades en responder efectivamente a los brotes expandidos, en aves o en humanos, podría generar malestar en el medio rural, dado que los productores serán los primeros en sufrir en carne propia los efectos de la enfermedad.
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La capacidad de Beijing para controlar o no la enfermedad también tendrá implicaciones globales, dado que, cuanto más se propague el virus en los pájaros, mayor será la chance de que se produzcan mutaciones que faciliten la infección de humanos.

Precisamente, los científicos temen que una pequeña mutación permita al H5N1 transmitirse de un humano a otro, desatando una pandemia similar al brote de gripe española que entre 1918 y 1919 mató a 50 millones de personas en el mundo, 500.000 de ellas en Estados Unidos.

China, con más de 1.300 millones de habitantes, es el segundo mayor productor avícola del mundo, hecho que, sumado a que su territorio está ubicado en la ruta de muchas especies de aves migratorias, podría convertirlo en una plataforma para la propagación global del virus.

En lo que va del año se registraron 25 brotes del mal en nueve provincias chinas, lo que hizo que más de 21 millones de aves fueran sacrificadas. La semana pasada, el país confirmó sus primeros dos casos de gripe del pollo en humanos, lo cual impuso la duda de que pudiera haber más.

Se sospecha de un tercer caso de influenza aviar. Pero la niña de 12 años que murió en la central provincia de Hunan fue cremada antes de que se le realizaran suficientes análisis para confirmar o no esta hipótesis.

La credibilidad de China para hacer frente a la expansión de la enfermedad fue debilitada por una serie de casos de vacunación inadecuada, que funcionarios de la salud creen ayudó a propagar el virus.

A principios de este mes, empleados del Ministerio de Agricultura de China admitieron que algunos de los brotes en la nororiental provincia de Liaoning fueron propiciados por el uso de vacunas vendidas a los avicultores por una compañía a la que le fue dada la licencia para producirlas.

Entre mayo y junio, la firma Inner Mongolia Biopharmaceutical, operada por el Grupo Jinyu, vendió una vacuna a los productores avícolas aprobada únicamente para hacer pruebas, según informes publicados en el periódico China Economic Times.

Los paquetes de la vacuna fueron distribuidos y vendidos no sólo en Liaoning, sino también en la centro-oriental Henan, la norcentral Gansu y otras provincias, informó el diario.

Solamente en Liaoning, los funcionarios reportaron cuatro brotes de gripe del pollo en las últimas semanas. Según investigaciones realizadas por el China Economic Times, alrededor de 80 por ciento de los avicultores en las áreas afectadas utilizaron la vacuna que les había vendido el Grupo Jinyu.

Jia Youling, una veterinaria de alto rango en el Ministerio de Agricultura, dijo que el daño causado es "incalculable". Hablando a los medios extranjeros esta semana, apuntó que la lucha contra las vacunas falsas o por debajo del estándar complicaría la tarea de inocular a las grandes bandadas de pájaros de China.

Mientras que las vacunas ilícitas, como las vendidas por el Grupo Jinyu, dejan a las aves desprotegidas, las vacunas por debajo de los estándares de calidad aceptados les causan daños mayores, enmascarando la existencia del virus en ellas, que consecuentemente se transforman en portadores silenciosos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) declaró su apoyo a la decisión china de inocular a todas sus aves de corral, pero advirtió que el control de calidad de las vacunas debe estar asegurado.

"El gobierno eligió lanzar una campaña de vacunación masiva. Lo estamos apoyando, pero requerimos varias garantías concernientes a estas operaciones", dijo en Roma el jefe de veterinarios de la FAO, Joseph Doménech, según citó la agencia de noticias Reuters.

Esta semana, Beijing emitió nuevas reglas para combatir la influenza aviar, ordenando a los gobiernos locales que informen de los casos de la enfermedad dentro de las primeras cuatro horas de descubierta, y amenazando con castigar a los funcionarios locales que brinden informes tardíos, engañosos o falsos.

El Consejo de Estado, o gabinete chino, también anunció medidas enérgicas para sancionar a quienes fabriquen vacunas falsas y de baja calidad.

"China es un país grande y responsable", dijo Cao Kangtai, director de la oficina legislativa del Consejo de Estado. "No podemos dejar que la enfermedad se propague fuera del país", advirtió.

Este país, que en 2003 fue criticado por encubrir un brote de síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), esta vez se ganó los aplausos por actuar agresivamente para contener la expansión de la mortal gripe del pollo, sacrificando a millones de aves y buscando la cooperación internacional.

Pero el mayor problema es que Beijing debe confiar en funcionarios locales, muchos de los cuales carecen de reputación para tratar honesta y eficientemente con los habitantes de las zonas rurales.

Durante mucho tiempo, la corrupción y el abuso de poder afectaron la implementación de una variedad de políticas de Estado, incluyendo el control de la natalidad, las ventas de tierras, los reasentamientos y la contaminación.

En el plenario del Partido Comunista Chino realizado en octubre, el presidente Hu Jintao y el primer ministro, Wen Jiabao, renovaron su compromiso de afrontar la pobreza rural y la creciente brecha entre la desarrollada costa oriental y las retrasadas regiones mediterráneas.

China tiene 50 millones de hogares rurales que crían a la mayoría de los pollos del país. De los 592 condados calificados por el gobierno como de "extrema pobreza", 88 por ciento están en las regiones occidental y central, que hasta ahora fueron las más afectadas por el expandido brote de influenza aviar.

Si la gripe del pollo o avícola se extiende ampliamente a los humanos, los productores agropecuarios pobres y el resto de los 800 millones de ciudadanos rurales del país serán los primeros en enfermar y tendrán que contentarse con un sistema de atención a la salud rural débil y caro.

"La capacidad del Partido Comunista para controlar la propagación de la influenza aviar surgió como la primera prueba del compromiso del jefe del partido, Hu Jintao, por poner a los pobres en primer lugar", comentó Rothman.

"Si Beijing fracasa, el costo social y político para el liderazgo sobrepasará el impacto económico en el país", agregó.

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