DERECHOS HUMANOS-EEUU: Cruz Roja tras prisioneros secretos

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) «procura tener acceso a las personas detenidas» en las cárceles secretas que, según denuncias, Estados Unidos mantiene en varias partes del mundo, dijo el presidente de esa entidad humanitaria, Jakob Kellenberger.

Informes de organizaciones internacionales de derechos humanos, divulgados en las dos últimas semanas, aseguraron que Estados Unidos mantiene prisiones clandestinas en países de Europa y en otros lugares del mundo.

Las declaraciones de Kellenberger sugieren que la Cruz Roja comparte la misma preocupación de los grupos defensores de los derechos humanos sobre la existencia de lugares secretos de detención.

También una investigación del diario The Washington Post afirmó que, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, la Agencia Central de Inteligencia estadounidense instaló centros de reclusión para sospechosos de terrorismo en países de Europa central, entre otros lugares, además de Afganistán y de la base militar en Guantánamo, Cuba.

La Tercera Convención de Ginebra referida a los prisioneros de guerra y la Cuarta Convención, sobre los civiles detenidos, autorizan el acceso de la Cruz Roja a todas las personas encarceladas y a los lugares de detención.
[related_articles]
El CICR visita periódicamente a los prisioneros que se encuentran en Iraq, bajo mandato de ese país, de Estados Unidos y de los kurdos, aceptó el jefe de esa organización humanitaria que presta asistencia y protección a las personas afectadas por conflictos armados y disturbios internos.

Sin embargo, "también queremos ver a las personas detenidas" en otros lugares no identificados, insistió este lunes Kellenberger.

El funcionario de nacionalidad suiza explicó que el CICR visita, asimismo, las prisiones de Afganistán y, cada tres meses durante períodos de cuatro a cinco semanas, la base naval de Guantánamo, el enclave estadounidense en Cuba, donde están recluidas más de 500 personas sospechosas de terrorismo.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, dijo la semana pasada que la Cruz Roja continuará teniendo acceso a los detenidos de Guantánamo, donde sostiene entrevistas individuales con los prisioneros. Recordó, además, que el CICR no divulga los resultados de esas conversaciones.

En contraste, Rumsfeld negó a los expertos de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la misma autorización para mantener contactos sin testigos con los detenidos de Guantánamo.

La Cruz Roja Internacional aplica el principio de discreción, por el cual sólo transmite sus comprobaciones a las autoridades de los países involucrados. Esa actitud, sumada a su experiencia profesional y a su neutralidad, sirven para persuadir a los gobiernos de la adopción de políticas más humanitarias, explicó la institución.

Por ese motivo los estadounidenses se sienten más cómodos con la Cruz Roja y con sus entrevistas a los detenidos, opinó Ivan Shearer, uno de los 18 expertos independientes que integran el Comité de Derechos Humanos de la ONU.

En cambio, los expertos de derechos humanos del foro mundial hacen públicos sus informes y "eso es lo que los estadounidenses no quieren", precisó Shearer, profesor de la facultad de derechos de la Universidad de Sidney, Australia.

El jurista australiano se declaró decepcionado por la decisión de Washington de no autorizar las entrevistas de tres expertos de la ONU con los presos de Guantánamo.

Cinco expertos de la ONU, Leandro Despouy, relator sobre la independencia de los jueces y de los abogados, Paul Hunt, relator sobre el derecho a la salud física y mental, Asma Jahangir, relatora sobre la libertad de religión, Manfred Nowak, relator sobre la tortura, y Leila Zerrougui, presidenta y relatora del grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias, habían solicitado que Estados Unidos les invitara a visitar Guantánamo.

Pero Washington sólo cursó la invitación a Jahangir, Nowak y Zerrougui y precisó que las entrevistas privadas con los detenidos quedaban excluidas del programa de visitas.

Shearer interpretó que "los estadounidenses están diciendo que sólo la Cruz Roja tiene acceso y eso es suficiente para la seguridad internacional.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU, que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de derechos Civiles y Políticos, se interesó por las denuncias de las cárceles clandestinas y solicitó a Estados Unidos que le informe de esos establecimientos ubicados en su territorio y en el exterior.

Las autoridades de Estados Unidos enviaron su respuesta al Comité el 21 de octubre pasado, pero ese documento sólo será discutido por el organismo en julio del año próximo.

Sin embargo, "estoy seguro de que el informe sostendrá el criterio de que el Pacto y otros instrumentos internacionales de derechos humanos no se aplican fuera del territorio de Estados Unidos", adelantó Shearer a IPS.

Los miembros del Comité asumen una posición diferente que defiende la validez de los instrumentos de derechos humanos en todos los lugares donde un estado parte tiene control físico o la custodia de las personas, refirió el jurista.

En consecuencia, esas normas se aplicarán en todas partes, en territorios extranjeros o en bases del exterior, como quedó expresado en un comentario general adoptado por el Comité el año pasado, expuso Shearer.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe