La sociedad civil festejó su participación como «socia» en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) que terminó este viernes en Túnez, aunque rechazó algunas decisiones de la conferencia, no pudo hacer despegar su cumbre alternativa y padeció la represión de las autoridades tunecinas.
"Después de cuatro años de difíciles y acaloradas discusiones, podemos afirmar que esta cumbre ha sido un proceso histórico. No hemos sido observadores pasivos, sino actores. Nos transformamos en socios en el proceso de negociación", celebró Renata Bloem, presidenta de la Conferencia de ONG en Relación Consultiva con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El comité de la sociedad civil no logró emitir su declaración final a tiempo para el cierre de la cumbre, debido a un debate mundial, pero hizo circular un proyecto de declaración en el que realizó el habitual llamado a "traducir las declaraciones y los compromisos en acciones". El documento estará terminado en dos semanas, anunciaron los organizadores.
El proyecto de declaración resume la visión de la sociedad civil sobre la financiación de infraestructuras digitales y la gobernanza de Internet, y también se ocupa de la gobernanza mundial, cuestiones de participación y derechos humanos, igualdad de género, salud, acceso al conocimiento y al dominio público, medios de comunicación y diversidad cultural.
Para la sociedad civil, es hora de evaluar lo que se logró y mirar más allá de los logros. La declaración incluirá una sección llamada "Nuestro compromiso de Túnez", la respuesta de la sociedad civil al oficial "Compromiso de Túnez", uno de los documentos finales de la CMSI.
Los principales puntos de "Nuestro compromiso" fueron presentados este viernes en la reunión final de la campaña CRIS (siglas en inglés de "Derechos de Comunicación en la Sociedad de la Información").
"Ahora, parece que todo el mundo está feliz porque todos tienen algo para llevarse a casa. Todavía no sabemos si esto es verdad o no. Sólo lo sabremos cuando veamos la aplicación" de los objetivos de la CMSI, dijo Jeanette Hoffman, del grupo de trabajo sobre gobernanza de Internet.
"No creamos que esto ya pasó y que lo poco que logramos ya está consolidado. Habrá una reacción inmediata tras la cumbre, y los gobiernos volverán a otros asuntos. Debemos mantener la presión", advirtió Bertrand de la Chapelle, presidente del grupo de seguimiento de la sociedad civil.
Una de las principales frustraciones de la sociedad civil y de muchos países en desarrollo es no haber podido transferir el control de Internet de la ICANN, una entidad privada controlada por Estados Unidos, a un organismo multilateral.
Ahora, el desafío más urgente para las ONG es involucrarse en el Foro de Gobernanza de Internet creado por los gobiernos en la ronda final de negociaciones. "Creemos que el Foro debería tener al menos 200 miembros y ser lo más inclusivo posible. Pero no está claro cómo funcionará", dijo Hoffman.
En el proceso de cuatro años de la CMSI, participaron unas 280 personas en la discusión de la sociedad civil sobre la gobernanza de Internet, a través de listas abiertas de correo electrónico. La propuesta del Foro surgió de la sociedad civil.
"Este es quizá el mejor efecto colateral de la cumbre: todo el mundo se involucró en la gobernanza de Internet. Deseamos mantener las listas abiertas y crear un nuevo grupo de trabajo para producir intervenciones para el Foro", expresó Hoffman.
"Somos bastante optimistas en cuanto a la creación del Foro, pero menos optimistas sobre la disposición a incluir a la sociedad civil. La financiación tampoco está clara, porque no se ha asignado un presupuesto para su creación", agregó.
Pero mucho más debe hacerse en cuanto a los mecanismos financieros para superar la llamada brecha digital (diferencia entre ricos y pobres en el acceso a la tecnología de la información), quizá el asunto que generó más descontento entre los grupos de la sociedad civil, y en el que ésta estuvo menos activa.
"Los países ricos no creen que se necesiten más fondos. El Fondo de Solidaridad Digital depende de contribuciones voluntarias de autoridades locales, y no cuenta con el apoyo de países occidentales", lamentó Chantal Peyer, de la organización suiza Pan para Todos.
"Todavía confían en el sector privado y en las asociaciones público-privadas. Nosotros creemos que la financiación es una cuestión de política pública", dijo Peyer. "Las nuevas tecnologías no deben competir con otras prioridades de desarrollo", añadió.
"La CMSI no fue utilizada para desarrollar un enfoque innovador de política pública. Fue una confirmación del paradigma existente", lamentó Sean OSiochru, de CRIS.
La sociedad civil debe asegurarse primero de que los gobiernos cumplan las promesas que ya realizaron.
Las cuestiones de la cumbre "no serán una prioridad para los gobiernos en los próximos meses. Para la sociedad civil esto es un desafío, pero también un espacio para intervenciones", dijo OSiochru.
En una medida que sólo sorprendió en parte a la sociedad civil, se encomendó a la Comisión de ciencia y tecnología para el desarrollo del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (Ecosoc) la coordinación del seguimiento de la cumbre. No está claro si la sociedad civil podrá formar parte de este proceso.
"Esta es una forma de restringir el debate a una perspectiva tecnológica, cuando la Sociedad de la Información es un asunto principalmente social", afirmó Parminder Jeet Singh, del grupo indio Informática para el Cambio.
"Los gobiernos han aceptado la participación de todos los actores en la elaboración de los textos, pero no en su esencia ni en sus prácticas", señaló De la Chapelle.
"Deberían haber formado una comisión para la sociedad de la información con participación de todos los actores para coordinar la supervisión del seguimiento", dijo.
De la Chapelle exhortó a formar pequeños equipos que vigilen activamente a las organizaciones internacionales involucradas en la aplicación de los objetivos de la CMSI.
"Tenemos una increíble oportunidad de moldear la fase de aplicación. Debemos estar ahí y controlar lo que hagan los gobiernos", concluyó.