Jefes de Estado, grupos de la sociedad civil y destacados académicos tienen la palabra en la cumbre que termina este viernes en Túnez, pero la verdadera acción transcurre en un reluciente pabellón donde Microsoft, Sun Microsystems, Nokia y otras multinacionales exhiben sus últimos productos.
"Los negocios son la fuerza impulsora de la creación de la sociedad de la información", afirmó Guy Sebban, secretario general de la Cámara Internacional de Comercio y presidente de una red de organizaciones empresariales.
La red presidida por Sebban formó parte de una exitosa campaña para mantener el control de Internet en manos de una entidad privada contratada por Estados Unidos, en contra de las aspiraciones de la sociedad civil y países en desarrollo de encargar la administración de la red a una entidad multilateral.
Aunque nada está oficialmente a la venta en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), "hay mucho de marketing", dijo a IPS/TerraViva Murali Shanmvgavelan, de Panos, una organización no gubernamental dedicada a los medios de comunicación.
Otra queja de algunos miembros de la sociedad civil es que las multinacionales presionan para lograr privatizaciones que atraen inversiones extranjeras a los países en desarrollo pero terminan perjudicando a sus empresas nacionales.
En un esfuerzo por evitar que la CMSI pareciera una exposición comercial, las grandes empresas de informática no pusieron en sus puestos vendedores ni promotores, sino "encargados de asuntos comunitarios" o "gerentes del sector público" que destacan la creciente participación del sector privado en proyectos de comunicaciones para el mundo en desarrollo.
"Vendo historias de éxito", afirmó Alain Clo, de Sun Microsystems, que trata principalmente con representantes gubernamentales para impulsar la facilitación de servicios públicos a través de Internet, como la obtención de partidas de nacimiento o la presentación de declaraciones de impuestos.
Las asociaciones público-privadas tienen en cuenta el ingreso de los gobiernos y pueden obtener asistencia de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, organizadora de la CMSI, y del Banco Mundial, explicó Clo.
En el puesto de Microsoft, llamado "Inclusión Digital", se encuentra Juan Bossicard, coordinador de asuntos comunitarios de la empresa para Europa, Medio Oriente y África.
"No vendemos. Hacemos contactos que al final pueden resultar en negocios", aclaró, y agregó que su empresa está dialogando con ONG sobre asociaciones para salvar la brecha digital.
Los programas de Microsoft dirigidos directamente al Sur en desarrollo incluyen un sistema operativo (Starter Edition) con un componente de aprendizaje incorporado y un programa de idioma local, explicó Bossicard.
Nokia tampoco vende, aunque exhibe sus últimos productos y toma fotografías de los visitantes que convierte en distintivos. Además, el distribuidor local de la firma, presente en el puesto, pudo arreglar algunas ventas.
La exhibición de teléfonos móviles y sistemas de comunicación es enorme. El número de usuarios de estos aparatos llegó a 2.000 millones este año y se prevé que ascenderá a 3.000 millones en cinco años, con el crecimiento concentrado en el mundo en desarrollo.
Representantes de Nokia trabajan en un sistema que conectaría a una compañía de teléfonos móviles en una aldea de Uganda a una antena para obtener conexión mundial.
Ericsson también firmó un contrato con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo para dar cobertura móvil a residentes rurales.
Según Olivier Saint, director gerente de Hewlett-Packard Co. para África, los negocios y el desarrollo son dos caras de una misma moneda.
"Los inversores no hacen negocios por caridad", dijo a IPS-TerraViva. "Los negocios deben ser sostenibles. Así, los fondos podrían volver a las comunidades locales", añadió.
Saint prevé un fuerte crecimiento de las tecnologías de la información y las comunicaciones en África, donde se expanden a un ritmo de 25 por ciento al año.
"Las empresas se involucraron en esta cumbre porque eso tiene buen sentido comercial", declaró la Comisión para la Infraestructura Mundial de la Información, una federación de directores y otros altos ejecutivos de las principales empresas de la industria. Tanto el sector privado como la sociedad en general están en condiciones de beneficiarse, señaló.
Expertos en desarrollo señalan que el sector privado se ha involucrado cada vez más en esa área. Hace menos de 20 años, el sector era considerado un estorbo para el desarrollo en el Tercer Mundo, y las multinacionales eran blanco de investigaciones y hasta de ataques. También eran excluidas de las cumbres.
Ahora que se han convertido en participantes aceptadas junto a los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, surgen interrogantes sobre sus intenciones: ¿es que pretenden ser más iguales que los iguales, y ejercer alguna especie de veto financiero?
De hecho, algunos representantes del sector privado intentan transformarse en participantes plenos en los procedimientos de conferencias cumbre, incluso con una participación activa en la redacción de documentos. (