VIETNAM: Agua potable cada vez más rara

Los vietnamitas viven rodeados de arrozales, pantanos, lagunas y ríos. Sin embargo, el acceso al agua potable es cada vez más difícil para muchos ciudadanos.

Un ejemplo es el caso de Nguyen Minh Trung. Cada vez que abre el grifo en su casa de la calle Ba Thang Hai de la meridional ciudad de Ho Chi Minh (ex Saigón), el agua sale negra o, en el mejor de los casos, amarillenta.

Para ilustrar el problema, este trabajador de 32 años llena una jarra de porcelana con agua y la deja sobre una mesa. Un minuto después, todo el sedimento, en este caso amarillo, queda en el fondo.

Más de 600 familias en ese barrio no tienen otra opción que usar esta agua sucia para sus necesidades diarias, inclusive para beber y cocinar. "El problema continúa desde hace más de tres meses", dijo Trung.

Hay una explicación muy sencilla para los sedimentos en el agua, y es que "está contaminada por las deterioradas cañerías", señaló a IPS el director de la empresa distribuidora de agua Phu Hoa Water Supply, Nguyen Nang Than.

Se han hecho varios esfuerzos para limpiar las cañerías, pero el mes pasado los diarios locales indicaron que el agua de grifo "sigue negra como el café".

"Si el agua fluyera a una presión estable no se llevaría los escombros de las cañerías. La escasez y la presión sorpresiva crean un flujo irregular, haciendo que el agua salga contaminada", explicó Than.

Muestras tomadas por funcionarios del Servicio de Salud Preventiva y del Ministerio de Recursos Naturales y Ambiente revelaron que el agua de grifo no sólo contiene sedimentos sino también altas concentraciones de bacterias.

En algunas partes de Ho Chi Minh, la presión del agua es tan leve que los residentes deben usar bombas para sacarla, siempre sucia por las cañerías corroídas. En las afueras de la ciudad, los habitantes no tienen otra opción que cavar sus propios pozos.

No hay duda de que Vietnam debe administrar mejor sus recursos hídricos, y expertos en desarrollo internacional, que destacan los logros del gobierno en reducción de la pobreza, educación primaria y prevención de la salud, sugieren que la inversión extranjera directa es el único camino.

Pero el gobierno vietnamita, pese a su interés en cumplir con los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio, entre los que también está la meta de proveer agua potable a la población, ve con recelo apelar a las inversiones extranjeras debido a malas experiencias pasadas.

El primer proyecto privado para el mejorar la calidad del agua fue llevado adelante por un consorcio de empresas de Malasia, que firmó un acuerdo con la estatal Compañía de Suministro de Agua de Vietnam para construir un centro de tratamiento, pero las obras se paralizaron tras tres años de trabajos.

Otro proyecto similar de la francesa Lyonaise des Eaux fracasó porque la firma y el gobierno no llegaron a un acuerdo sobre las tarifas.

En 1991, la compañía estatal elaboró un plan para construir una nueva central de tratamiento de agua con financiamiento de Italia, pero cuatro años después la ayuda se detuvo porque Roma observó fallas en el cumplimiento de los plazos por parte de la empresa vietnamita.

Desde entonces, las autoridades vietnamitas han intentado resucitar el proyecto. En una ocasión procuraron atraer inversores privados, pero la iniciativa fracasó luego de las masivas protestas populares contra las pobres ofertas de las compañías extranjeras.

El único proyecto que sigue adelante es el de Dong Nai Water Supply. Se trata de la construcción de una central para el tratamiento del agua por 77 millones de dólares, financiada por el Banco Asiático de Desarrollo, y que es disputada por las compañías constructoras Mitsui Construction, de Japón, y VINCI Construction Grands Projects, de Francia. Las obras debían haber sido terminadas el año pasado.

Setenta y ocho por ciento de las viviendas urbanas en Vietnam tienen agua de grifo, y sólo 44 por ciento de las rurales.

En este país hay actualmente 170 proyectos públicos en marcha para mejorar el suministro de agua. El objetivo del gobierno es llevar agua potable a todo el país para 2020.

En las áreas rurales se prevé alcanzar a 85 por ciento de la población para 2010, y a 100 por ciento para 2020.

Sin embargo, el viceministro de Recursos Naturales y Ambiente, Pham Khoi Nguyen, reconoció que los objetivos podrían ser "demasiado ambiciosos" y que se necesitarían muchos más fondos de los actualmente disponibles.

La inversión pública y privada total anual en este país es de apenas 0,6 dólares por habitante, y se necesitarían por lo menos 15 dólares por persona para construir la infraestructura básica de los sistemas de agua potable, señaló. (

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