El número de víctimas fatales de la gripe del pollo en Indonesia se redujo de las seis sospechosas a tres confirmadas desde el brote de junio, pero las autoridades advirtieron que están dadas las condiciones para una crisis devastadora.
Unas 50 personas están actualmente en observación en este archipiélago de Asia sudoriental, bajo sospecha de estar infectadas por el virus de la influenza aviar, también llamada gripe del pollo.
El ministro de Salud, Siti Fadilah Supari, explicó a la prensa el jueves que, además de las tres fatalidades recientes, otros cuatro casos aguardan confirmación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de ellos mortal.
La confusión inicial sobre el número de víctimas fatales se debió a que algunas muestras que habían dado positivo en Indonesia no habían sido sometidas a pruebas de confirmación en el laboratorio de la OMS en Hong Kong.
Tras el descubrimiento del primer caso humano de infección por influenza aviar en Indonesia, el pasado junio, 85 personas fueron hospitalizadas con síntomas posibles o confirmados de la enfermedad.
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Indonesia declaró que enfrentaba una epidemia "extraordinaria" del virus y dispuso varias medidas de emergencia, como la hospitalización de todas las personas con síntomas sospechosos y la importación de oseltamivir, un medicamento que lleva la marca Tamiflu, capaz de combatir el virus.
"El gobierno ha demostrado buenas intenciones, pero en verdad, eso no es suficiente", dijo a IPS Thang D. Nguyen, experto en asuntos indonesios del Instituto Asiático de Estrategia y Liderazgo.
En Asia sudoriental ya se registraron 63 muertes por la cepa H5N1 de la influenza aviar desde enero del año pasado, 43 en Vietnam, 12 en Tailandia, cuatro en Camboya y las tres confirmadas en Indonesia.
Esto quiere decir que murieron más de la mitad de las 119 personas infectadas por el virus en ese período.
Desde 2003, cuando fue detectada por primera vez en este país, la gripe del pollo se extendió a 22 de las 33 provincias indonesias, matando a seis personas y a cerca de 9,5 millones de aves.
La semana pasada, las autoridades informaron que todos los casos fatales se relacionaban con aves de corral criadas cerca de ambientes domésticos, lo que indica prácticas de cría poco higiénicas que deben corregirse con urgencia.
Ante las dificultades financieras, Indonesia también pidió apoyo internacional para poder llevar adelante la vacunación de aves, el sacrificio masivo de animales y la introducción de mejores prácticas de cría en zonas del archipiélago alejadas de los centros urbanos, en las que surgió la enfermedad.
"Las prácticas son antihigiénicas en todas partes. Las gallinas andan libremente dentro y fuera de las casas, y hasta en la calle", señaló Femke Van den Bos, un veterinario residente en Yakarta.
"En las ferias, las jaulas están amontonadas, y esto hace que los excrementos pasen fácilmente de un ave a otra", dijo a IPS.
Según el especialista, el gobierno debería prohibir el transporte y consumo de pollo en las zonas infectadas, además de realizar una buena campaña de información pública.
Hasta ahora, el gobierno recibió 50.000 dosis de oseltamivir de la vecina Australia, para reforzar su actual reserva de 10.000 dosis.
La clasificación de la crisis como "extraordinaria" no atrajo demasiados fondos internacionales, pero sí dio lugar a la creación de un equipo especial de preparación para una pandemia y coordinación de asistencia y financiación internacional, que pronto comenzará a llegar de un fondo regional.
Además, Estados Unidos prometió 25 millones de dólares para combatir la epidemia en Asia, mientras que la Unión Europea y Japón manifestaron también su disposición a ayudar.
Según una estimación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial para la Salud Animal, en los próximos tres años se precisarán más de 100 millones de dólares para combatir el virus en todo el mundo.
En un principio, se creía que la influenza aviar o gripe del pollo sólo afectaba a las aves, hasta que en 1997 se registraron los primeros casos humanos, contagiados por contacto con los animales infectados.
Las aves expulsan el virus a través de sus excrementos, que una vez secos y pulverizados, pueden ser inhalado por seres humanos.
Los síntomas son similares a los de otras clases de influenza: fiebre, malestar, dolor de garganta y tos, y en algunos casos, conjuntivitis. Existen 15 cepas del virus, pero la única que infecta a humanos es la cepa H5N1, que a su vez presenta varios subtipos.
La gripe del pollo afecta a todo tipo de aves, que sufren enrojecimiento de los ojos y daños al hígado. En los seres humanos infectados, los primeros síntomas son fiebre y tos, así como descenso de la presión arterial y del nivel de glóbulos rojos. En última instancia, puede desarrollarse neumonía.
Desde 2003, cuando la actual cepa del virus comenzó a propagarse en Asia, más de 100 millones de aves murieron, víctimas de la enfermedad o sacrificadas.
Las autoridades sanitarias de Asia sudoriental temen que se repita la situación de 1918, cuando una epidemia mundial de influenza aviar mató a 50 millones de personas. Fue causada, también, por una cepa del virus que pasó de las aves a los humanos.