PAKISTÁN: Pestes amenazan a sobrevivientes del terremoto

Rodeados miles de cadáveres descompuestos debajo de las ruinas, los sobrevivientes del peor terremoto sufrido por Pakistán afrontan ahora la amenaza de las pestes, mientras buscan en vano señales de vida en el paisaje desolado.

"Ni siquiera puedo comenzar a describirle la magnitud de la tragedia humana que estamos viviendo", dijo a IPS Shershan Syed, jefe de un equipo de médicos en el devastado distrito de Mansehra, en la provincia de la Frontera Noroccidental, limítrofe con Afganistán.

"Hay cadáveres descompuestos por todos lados y entierros masivos cada día. Cada dos personas que ves, una está llorando. El trauma psicológico todavía no ha sido evaluado, pues por ahora estamos muy ocupados intentando sanar las heridas físicas", añadió.

Pero lo que más preocupa a médicos y trabajadores de rescate, que acaban de alcanzar las zonas más afectadas casi una semana después del terremoto, es el colapso de los servicios sanitarios y de agua potable de la Frontera Noroccidental y la Cachemira pakistaní.

La cantidad oficial de muertos como consecuencia del terremoto del sábado 8, que alcanzó una magnitud de 7,6 en la escala de Richter, ronda los 35.000, pero es muy posible que se duplique.
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que unas cuatro millones de personas resultaron afectadas y dos millones perdieron su hogar luego de que pueblos enteros, tanto en Pakistán como en India, fueran arrasados.

"Si no actuamos rápido hay posibilidades de que se propaguen enfermedades como diarrea, cólera, tifoidea y sarampión. Incluso podría resurgir la poliomelitis, que había sido erradicada", alertó el secretario general de la Asociación Médica Pakistaní, Qaisar Sajjad.

El médico señaló que las deterioradas condiciones sanitarias agravan aun más la situación de personas ya debilitadas por el trauma y la falta de alimentos, mientras que la lluvia podría acelerar la descomposición de los cadáveres y por lo tanto la transmisión de enfermedades.

Sólo pueden esperarse más muerte y enfermedades mientras los sobrevivientes sigan hacinados en refugios y bebiendo agua podrida, dijeron los médicos.

El director de la oficina en Pakistán de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Khalif Bile, alertó sobre la inminencia de "grandes problemas sanitarios" si no se les garantiza a los sobrevivientes refugio limpio y acceso a agua potable.

"Las personas que fueron desplazadas y comparten tiendas de campaña están en gran riesgo de contraer enfermedades que pueden desencadenar una epidemia. El insuficiente acceso a agua potable, asistencia médica y alimentos puede propagar la enfermedad", señaló.

La coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Pakistán, Isabelle Simpson, también expresó preocupación por la situación.

"Estamos preocupados porque el daño causado por el sismo podría derivar en el brote de otras enfermedades transmisibles a través del agua. Sobre todo debido a que muchas personas se refugian en campamentos hacinados. Hay un gran potencial de riesgos de salud", dijo Simpson al periódico pakistaní en inglés Nation.

Pero los que quedaron a la intemperie en las zonas montañosas son igualmente vulnerables.

"Las infecciones respiratorias pueden proliferar", dijo a IPS Ashraf Nizami, jefe de otro equipo de médicos que atienden en Mansehra a 1.500 pacientes por día.

Su temor es que haya un aumento en los casos de neumonía si no se les provee a los sobrevivientes refugios en zonas más bajas, sobre ante el invierno boreal.

Mientras, la OMS prepara todo lo necesario para una campaña de vacunación contra el sarampión. Al menos 90 por ciento de la población de las zonas afectadas debería ser vacunada para impedir una epidemia, que sería fatal para los niños y niñas.

El coordinador residente en Pakistán de la ONU, Jan Vandemoortele, consideró apremiante restaurar el sistema sanitario en las zonas más devastadas por el terremoto.

Mientras, equipos de médicos intentan alcanzar las zonas más aisladas en la región del Himalaya.

"Nuestros equipos de jóvenes médicos, conformados por cirujanos, anestesiólogos y paramédicos, comenzaron a visitar las aldeas a pie", indicó Nizami, quien realizó 25 operaciones el jueves.

"La mayoría de las personas aquí sufren fracturas de huesos y heridas en la cabeza", señaló el médico, que también debió realizar varias amputaciones por gangrena.

La ONU lanzó un pedido de donaciones por 3,2 millones de dólares para ayudar a decenas de miles de mujeres pakistaníes afectadas, en especial las embarazadas o con hijos recién nacidos.

Syed sostiene que los graves daños físicos y psicológicos causados por el terremoto en estas mujeres podrían derivar en un aumento en las tasas de mortalidad materna e infantil.

La mayoría de las tareas de ayuda en Mansehra se realizan en un improvisado hospital con 400 camas entre las ruinas de un colegio.

Éste es "un lugar donde los pacientes trasladados desde las pequeñas aldeas apenas pueden recibir asistencia básica. Hay un tumulto de gente y no tenemos médicos suficientes para trabajar", señaló.

No obstante, destacó que los equipos de ayuda enviados desde el exterior comenzaron tareas planificadas con gran coordinación en diversas zonas.

"Nosotros no podemos controlar nuestras emociones, pero ellos (los extranjeros) trabajan con calma y en forma sistemática. El equipo de Italia asumió la atención en una zona y el de Turquía en otra. Los médicos italianos y los japoneses instalaron hospitales en tiendas de campaña y hacen el trabajo en forma organizada", afirmó.

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