El Grupo de los 77 (G-77), la mayor coalición de países en desarrollo dentro de la ONU, criticó en una carta la estrategia del secretario general, Kofi Annan, para detener ataques de los conservadores estadounidenses al foro mundial.
"El G-77 (más China) está investigando si es práctica común dentro de la Secretaría General informar directamente a parlamentos nacionales sobre las acciones de los miembros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)", señaló en la misiva el embajador jamaiquino y presidente del grupo, Stafford Neil.
La semana pasada en una reunión del G-77, que reúne a 132 países miembros de la ONU, varias delegaciones criticaron duramente la visita al Congreso legislativo de Estados Unidos efectuada en septiembre por el jefe de gabinete de Annan, Mark Malloch Brown.
La Secretaría General de la ONU es "responsable ante la Asamblea General y no ante estados miembros individuales", subrayó Neil.
Luego de la Cumbre Mundial de 2005, realizada entre el 14 y el 16 de septiembre en Nueva York, Malloch Brown acudió al Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en busca de apoyo para las propuestas reformas de la ONU.
"Para lograr esto, dependemos de nuestros amigos, no sólo en el gobierno (de Bush), sino también aquí en el Congreso", afirmó Malloch Brown ante los legisladores.
El funcionario visitó el Congreso para intentar aliviar las críticas de varios legisladores que no sólo amenazaron con reducir los fondos estadounidenses para la ONU sino también exigieron la renuncia de Annan, al que acusaron de fraude y mala gestión en el programa "Petróleo por alimentos" para Iraq.
El G-77, por otra parte, criticó los comentarios de Malloch Brown en diversas entrevistas periodísticas, en los que opinó sobre la actitud de algunos países miembros del foro mundial.
Esto es una violación de la Carta de la ONU, sostuvo Neil, "que obliga a los miembros de la Secretaría General a ser políticamente neutrales y abstenerse de cualquier comportamiento inconsistente con su posición como funcionario civil internacional responsable sólo ante la organización".
"Tenemos un gran problema estructural. El Consejo de Seguridad y los estados miembros con frecuencia interfieren en la administración. No le dan a la Secretaría General la autoridad o los recursos o los medios necesarios para dirigir una organización moderna que sea responsable", afirmó Malloch Brown en una entrevista para la televisión el mes pasado.
"Tenemos una interferencia altamente politizada en las tareas diarias de toma de decisiones por parte de embajadores y sus subordinados", añadió.
Mientras, "en el contexto de la ONU, la Asamblea General pisotea toda libertad de administración, por lo que cada puesto y cada intento de fijar un presupuesto debe ser aprobado por un vasto comité de 191 miembros", indicó.
En su carta, Neil le dijo a Annan: "Los países del G-77 y China me han solicitado que le escriba expresando nuestra preocupación por el contenido de las declaraciones públicas hechas por altos funcionarios de la Secretaría, que el grupo considera inapropiado".
La misiva además se refirió a las negociaciones sobre el documento final de la Cumbre Mundial de 2005.
"Quiero llamar la atención también sobre los últimas declaraciones hechas en la prensa referidas el proceso de negociaciones para el documento. Algunas interpretaciones sobre los motivos y acciones de los estados miembros en estas negociaciones son muy lamentables", señaló Neil.
Pero el portavoz de la ONU, Farhan Haq, salió en defensa de los funcionarios de la Secretaría General.
"En cuanto a los comentarios hechos por el secretario general y los integrantes de su equipo, ellos hablan cuando es apropiado y sus dichos no favorecen a ningún estado miembro en particular", dijo a IPS.
Don Kraus, vicepresidente ejecutivo de Ciudadanos para Soluciones Globales, un grupo no gubernamental con sede en Estados Unidos que promueve el fortalecimiento de instituciones internacionales como la ONU, señaló que el G-77 es como "el muerto riendo del degollado" cuando se queja contra Annan.
"Los que siempre han obstaculizado el proceso de reformas en la ONU son el G-77 y Estados Unidos", dijo el activista a IPS.
Kraus justificó las visitas de funcionarios de la ONU al Congreso estadounidense señalando que los legisladores de ese país están considerando decisiones trascendentales, como reducir los fondos al foro mundial.
"Estas visitas han sido especialmente positivas pues han permitido que los legisladores reciban información exacta para tomar sus decisiones, y que no se basen en informes de prensa imprecisos o datos difundidos por institutos neoconservadores", subrayó.