Sobre casi la mitad de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio ni siquiera se habla lo suficiente, en especial respecto de los referidos a las mujeres, según una prominente médica pakistaní comprometida con la salud materna.
"El objetivo cinco prevé la reducción de la mortalidad materna tres cuartos de 1990 a 2015. Pero en Pakistán no hubo grandes cambios. Sólo quedan nueve años, y no estamos en camino" de alcanzar la meta, dijo a IPS la médica Farkhanda Ather.
La salud materna es atendida en los objetivos número tres (promover la equidad de género), cuatro (reducir dos tercios la mortalidad infantil) y cinco (reducir tres cuartos la mortalidad materna).
Ather asistió en Londres a una conferencia celebrada bajo la consigna "Las mujeres que el mundo olvidó", convocada por la organización no gubernamental Interact Worldwide.
En 1990, Pakistán tenía una mortalidad materna de entre 340 y 500 cada 100.000 nacimientos, señaló. "En algunas áreas como Baluchistán es extremadamente alta, de hasta 700. En Afganistán es de más de 1.000".
Otros objetivos incluyen reducir a la mitad de la proporción de personas que padecen hambre e indigencia en el mundo respecto de 1990, alcanzar la educación primaria universal y promover la igualdad de género.
Otras metas son disminuir la incidencia del sida, el paludismo y la tuberculosis, entre otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y crear una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.
Los jefes de Estado y de gobierno que acordaron estas metas en 2000 fijaron 2015 como fecha límite para alcanzarlas.
Entre los Objetivos, los relativos a la salud materna parecen estar quedando relegadas, según Ather. La cumbre de la ONU celebrada en Nueva York del 14 al 16 de septiembre para evaluar los avances fue apenas un indicador de esta realidad, dijo.
"Estamos bastante insatisfechos con lo que ocurrió", afirmó. "Aparecieron otros temas en la agenda. Este asunto no concitó toda la atención necesaria".
La ONU se dedicó a analizar otras cuestiones ajenas a las metas del milenio, como el terrorismo. "Son temas importantes, pero no deberían ser tratados a costa de los Objetivos", opinó.
Los Objetivos presentan un panorama bastante distante.
"Noventa y nueve por ciento de las muertes maternas ocurren en los países en desarrollo", dijo. "La atención de emergencia y obstétrica en los países desarrollados es mucho mejor", agregó. Y hubo poco apoyo para los países en desarrollo en este campo.
"Olvídense de hacer más. Los países ni siquiera están haciendo lo que han acordado hacer hasta ahora", señaló.
"Y no olviden que por cada muerte hay otras 30 mujeres que sufren complicaciones, algunas de ellas de por vida", dijo Ather.
"La fístula (una apertura anormal de la vagina o el ano), por ejemplo, dificulta mucho la aceptación social, porque las mujeres pierden el control de la orina y las heces. Las mujeres son propensas a contraer infecciones toda su vida y se vuelven estériles", añadió.
En Pakistán "se producen muchos abortos en condiciones inseguras a causa de embarazos no deseados, así que ¿por qué no tratar de evitar los embarazos no deseados?", dijo.
Sólo 34 por ciento de las parejas pakistaníes usa anticonceptivos, explicó, y ese número no se está elevando demasiado.
"La cumbre de Nueva York pudo haberse concentrado en generar más fondos, apoyo, presión", dijo. "Porque la gente no sabe mucho sobre estos temas y, si ése es el caso, ¿cómo se lograrán estos Objetivos?", preguntó.
En Bangladesh la situación es mejor porque los abortos realizados en condiciones inseguras han sido afrontados apropiadamente, afirmó.
Pero Pakistán ha progresado en otros frentes, según Ather. "La mortalidad infantil, era de 110 por cada 1.000 nacidos vivos en 1990, bajó a 79", explicó Ather, para quien el éxito es posible sólo con la atención y los recursos necesarios.
"Los Objetivos son ambiciosos, pero son simples y concretables. En los países ricos, una de cada 4.000 mujeres muere en el embarazo, mientras que en países pobres muere una de cada 17", señaló Ros Davies, presidente ejecutivo de Interact Worldwide.
"A las 529.000 mujeres que mueren cada año de complicaciones relativas al embarazo les debemos asegurar que esta cumbre honre las promesas hechas hace cinco años. Pueden ser los líderes mundiales que tomaron las decisiones que pueden salvar las vidas de estas mujeres, pero son los ciudadanos comunes, como nosotros, quienes deben hacerlos responsables", dijo.