«Dwikhondito», tercer tomo de la autobiografía de la escritora de Bangladesh Taslima Nasreen, estuvo dos años prohibido por el gobierno izquierdista del estado indio de Bengala Occidental, hasta que la justicia puso las cosas en su lugar.
Nasreen, quien huyó de su país natal amenazada de muerte por islamistas y hoy reside en Kolkata (ex Calcuta), capital de Bengala Occidental, no esperaba que un gobierno comunista prohibiera su obra con el argumento de que su difusión podría desatar un conflicto religioso.
Tras la sentencia de la Corte Suprema de Kolkata que levantó la prohibición sobre su controvertido libro, la escritora celebró en su lujoso departamento de la calle Rawdon, en compañía de sus amigos indios.
"Esta es la victoria de la gente que cree en la libertad de expresión", dijo Nasreen a IPS.
El libro en cuestión se titula "Dwikhandito" ("Dividido en dos"), y es el tercer volumen de su autobiografía, que constará de siete partes.
"Cuando escuché el veredicto de la Suprema Corte de Kolkata, no me emocioné demasiado. Lo esperaba. Fue un veredicto por la democracia en una nación democrática", dijo Nasreen, mientras se preparaba para viajar a Francia, donde permanecerá dos meses.
El hogar de la escritora, repleto de cuadros vanguardistas y muebles étnicos, es muy distinto de las habitaciones de hotel baratas en las que vivió hace algunos años, y da testimonio de la estabilidad que parece haber llegado a su tumultuosa vida.
Los registros de seguridad a los visitantes y el policía apostado en la puerta del departamento son recordatorios de que Nasreen continúa en la lista de condenados por los fundamentalistas islámicos de Bengala Occidental y de su Bangladesh natal.
Que el tercer volumen de su autobiografía fuera controvertido es otro asunto. La polémica se debió, más que a alusiones religiosas, a las insinuaciones sobre sus vínculos carnales sexuales con integrantes de la "intelligentsia" literaria de Kolkata y Bangladesh, más que a cualquier otra cosa.
"Si los comunistas en el gobierno proscribieron el libro para apaciguar a algunos fundamentalistas, entonces no eran amigos verdaderos de los musulmanes", dijo Nasreen, una ginecóloga que se define como feminista y que escribe en bengalí, si bien ha sido traducida a una veintena de otros idiomas.
Ella sabía que sus declaraciones podrían enojar a los comunistas de Bengala Occidental, de cuyo apoyo depende el gobierno de coalición liderado por el Partido del Congreso, así como afectar el estatus de su visa de ingreso al país, que le fue otorgada por un año.
Pero Nasreen, que rara vez se ha preocupado por las consecuencias de sus acciones —a menudo temerarias—, dijo que los izquierdistas estaban complaciendo a un puñado de fundamentalistas sólo para recoger votos.
Ahora, la escritora está dedicada a completar el quinto tomo de su autobiografía, titulado "Ami Bhalo Achi, Tum Bhalo Theko, Priyo Desh" ("Estoy bien, cuídate, mi amado país"), en el que narrará su vida durante el exilio en Europa entre 1994 y 1997.
Nasreem pasó a la clandestinidad en 1994 y logró luego huir de Bangladesh con el apoyo de organizaciones defensoras de los derechos humanos, como la asociación internacional de escritores PEN y Amnistía Internacional. Recibió asilo en Suecia, y desde entonces ha vivido en Alemania, Francia, Estados Unidos e India.
En su tercer volumen, Nasreen se las arregló para asociar a la intelligentsia "progresista" bengalí con los fundamentalistas religiosos.
Grandes figuras del mundillo literario de Bengala Occidental mostraron descontento con "Dwikhondito", que, a la postre, fue prohibido por el 28 de noviembre de 2003, "temiendo que pudiera desatar disturbios religiosos".
"He leído el libro muchas veces, le pedí a 25 personas eminentes que lo leyeran, y, después de considerar cada opinión, tomamos la decisión", dijo el jefe del gobierno de Bengala Occidental, Buddhadeb Bhattacharya, al decretar la prohibición.
Dos años después, la Corte Suprema del estado desacreditó los argumentos del gobierno, al considerar que el retrato de la vida de las mujeres bajo el Islam trazado en el libro no era ofensivo.
"Las mujeres son las peores víctimas del Islam", reiteró Nasreen, demandada por el poeta indio Syed Hasmat Jalal, por las insinuaciones de vínculos sexuales entre ella y personalidades literarias de Bengala Occidenal, también en el tercer volumen de la autobiografía.
"El propósito de mis memorias no era probar que soy una buena persona, una santa, una diosa. Mi propósito fue describir lo bello, lo no tan bello y los acontecimientos que ocurren en medio de la vida literaria de uno", dijo Taslima.
El libro de 395 páginas también fue prohibido en Bangladesh.
Nasreen huyó de su país natal en 1994, luego de publicar el libro "Lajja" ("Vergüenza"), referido a las condiciones de vida de los hindúes en Bangladesh. Fue esa obra la que le deparó la amenaza de muerte.
"Estaba más allá de mi imaginación que incluso los comunistas pudieran actuar como fundamentalistas y prohibir mi libro. Me quedé sin palabras cuando fue prohibido y más tarde me enteré de que en realidad los izquierdistas estaban buscando votos", relató Nasreen, mientras recibía a sus invitados y atendía llamados.
Bengala Occidental tiene una sustancial población musulmana, y los comunistas gobernantes procuran votos dentro de esa comunidad.
"Ninguna sociedad puede progresar siendo indulgente con los fundamentalistas. Los musulmanes serán los más perjudicados si se alimenta al fundamentalismo islámico, porque el Islam daña más a los musulmanes que a la gente de otras religiones", dijo Nasreen.
"Los llamados ateos (comunistas) aquí salieron a proteger los sentimientos religiosos de los musulmanes, más que los propios musulmanes practicantes. Estoy sorprendida de que uno pueda causar semejante daño a la sociedad sólo por votos", expresó Nasreen.
"Pero el veredicto de la Corte es mayor que el libro o que Taslima Nasreen. 'Dwikhondito' finalmente saboreó la libertad. Este veredicto es una aprobación de la libertad de expresión del pueblo en general", celebró Nasreen.
Sin embargo, Nasreen mostró frustración por la falta de avances en el trámite de su solicitud de la ciudadanía india. La escritora tiene visa de ingreso por un año, la cual debe renovar cada vez que vence.
"No he oído noticias del gobierno aún", dijo Taslima, quien desea quedarse en Kolkata, que comparte con Bangladesh el idioma y la cultura bengalíes.
Históricamente, los dos territorios fueron parte de la ancestral Bengala hasta que el subcontinente se independizó de Gran Bretaña dividido en un país de mayoría hindú (India) y otro de predominio musulmán (Pakistán).
Cuando abandonó Bangladesh en 1994, el gobierno del Partido del Congreso le negó la visa. La escritora debió esperar hasta después de 1998, cuando en India asumió el partido conservador hindú Bharatiya Janata, que estaba encantado con su postura contra el fundamentalismo islámico.