LIBROS-CHILE: La cercana nostalgia por los 80

«La era ochentera», obra que lanzarán en noviembre Macarena García y Oscar Contardo en la Feria del Libro de Santiago, da cuenta de un ejercicio nostálgico por una década de convulsiones políticas en Chile que, para bien o para mal, dejó también profundas transformaciones culturales.

"Tevé, pop y under en el Chile de los ochenta", el subtítulo del libro de estos periodistas, ilustra las coordenadas de una investigación que, si bien tiene como eje los productos culturales masivos, no elude las referencias políticas en un decenio que se abrió con el éxito de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) y se cerró con su derrota.

"Estructuramos la investigación sobre la base de cultura popular y consumo juvenil en torno a la idea de polaridades: desde lo superficial a lo under (alternativo), los dos plebiscitos como marcadores de hitos, un país cerrado y uno abierto, cruzando estos temas con la realidad política y económica", dijo Contardo al diario local El Mercurio.

El 11 de septiembre de 1980, en medio de un "milagro económico" que se diluiría dos años después con la crisis de la deuda externa, Pinochet hizo aprobar en un plebiscito una nueva Constitución que consagró la doctrina neoliberal, resguardada por las Fuerzas Armadas como garantes de una democracia autoritaria.

Ocho años después, el 5 de octubre de 1988, el dictador vio derrumbarse sus sueños de permanecer en el poder como "presidente constitucional" hasta 1997, cuando un vasto conglomerado político y social lo derrotó en el plebiscito que, en las palabras de Contardo, marcó una de las polaridades de la década.

Bajo esos parámetros políticos y económicos, y apelando a ratos a la semiótica, García y Contardo recogen los cambios culturales "ochenteros", con sus imaginarios colectivos, los discursos artísticos y las características de los consumos masivos, ya sea en sus connotaciones como en sus denotaciones.

"En esa década (del 80) comenzó la televisión de forma masiva y, con tan pocos espacios recreativos, se transforma en 'el' panorama para varias generaciones", señaló García.

"A partir de la TV nos explayamos a otras vivencias cotidianas, como la música, los recitales, los videojuegos, la ropa, en definitiva, el imaginario colectivo", agregó la periodista.

El libro de 244 páginas consigna importantes fenómenos artísticos, como la aparición del grupo de rock Los Prisioneros y del colectivo homosexual "Las yeguas del Apocalipsis", al igual que obras ya antológicas del teatro contestatario de esa época, en especial "Cinema Utopia", del dramaturgo Ramón Griffero.

Pero, del mismo modo, la obra es un registro de lo cotidiano, "de una época donde la cultura pop era el canon y la televisión, el cedazo", según la periodista Carolina Andonie.

Contardo y García consignan en su obra numerosas anécdotas que ilustran los contrastes de la última década del pinochetismo, con el rescate igualmente de frases para el bronce de la ex Miss Universo 1987 Cecilia Bolocco, actual esposa del ex presidente argentino, Carlos Menem (1989-1999), y de otros personajes públicos de aquellos años.

En la lectura más profunda, el libro hace ver el desplazamiento desde los años 70, cuando "los intelectuales y artistas eran mucho más teóricos, más políticos e ideologizados", hasta los 80, en que "urge un buen grupo que no milita en partidos ni adhiere a sus líneas programáticas", apuntó García.

En los años 80, "ser joven contestatario ya no es ser hippie sino new wave, punk, es pintarse los ojos, juntarse en espacios (artísticos underground) como el Trolley o Matucana, es participar de esta nueva estética", complementó Contardo.

"La era ochentera" es a fin de cuentas una toma de razón periodística y literaria de un fenómeno que se viene manifestando con fuerza en Chile este año, como expresión más actual de ejercicios nostálgicos, que llevaron anteriormente a rescates de "los locos años 60", con eventos artísticos que dejaron buenas utilidades para sus promotores.

En un reportaje para la revista electrónica "Con Tinta Negra", Pablo Lonza y Juan Pablo Bravo, estudiantes de Periodismo de la Universidad de Chile, investigaron este "revival" de lo "ochentero" que tiene como inspiración a la llamada onda del "kitsch", una corriente que remite a lo estrafalario.

Los años 80 son observados a la distancia como una época de canciones "cebolla", vestimentas y peinados extravagantes y de emblemáticos personajes y programas ya desaparecidos de la televisión chilena, señalaron Lonza y Bravo.

Una de las expresiones más características de este retorno al pasado cercano esta en las "Fiestas Kitsch", que regularmente son "organizadas por un grupo de jóvenes para recordar las modas de sus padres hacia fines del régimen militar", indicaron los estudiantes.

A su vez, Enrique Maluenda, un ya septuagenario animador retirado de la televisión, montó una productora que a través de espectáculos pagados recrea "El Festival de la Una", un programa que marcó época en la pantalla chica hace unos 20 años.

Quienes acuden a estas representaciones añoran "una televisión más ingenua, más limpia", como característica de "una época donde el buen hablar y el humor sano llenaban los minutos televisivos", señaló el reportaje de Con Tinta Negra.

Las recreaciones se hacen en la discoteca "Blondie", donde los nostálgicos pueden observar en pantallas gigantes los comerciales o capítulos de series clásicas que se pasaban por la televisión, mientras bailan los ritmos populares en los ahora míticos años 80.

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