La pobreza y la falta de educación abren paso a una nueva generación de jóvenes marginados que hoy sufren un elevado desempleo, advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La subsecretaria general de la ONU, Louise Frechette, señaló que 200 millones de personas de entre 15 y 24 años son pobres, 130 millones, analfabetos, 88 millones, desempleados y 10 millones viven con sida, principal causa de muerte en esta franja etaria.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el desempleo juvenil en todo el mundo aumentó de 11,7 por ciento en 1993 a 14,4 por ciento en 2003.
Al dirigirse ante la Asamblea General de la ONU para conmemorar el 10 aniversario del Programa Mundial de Acción para la Juventud de la ONU, Frechette también recordó que 11 millones de menores de cinco años mueren cada año de enfermedades prevenibles y tratables y 113 millones no asisten a la escuela.
"La gente joven forma una enorme fuente de beneficios para la sociedad", dijo. De los 6.000 millones de habitantes del mundo, la mitad tiene menos de 25 años.
Por otra parte, un cuarto de los niños y niñas del mundo, y la mitad de los de África subsahariana y Asia meridional, están desnutridos.
"Estamos reunidos aquí porque sabemos que la gente joven es nuestro futuro. Ellos heredarán lo que creamos en nuestro tiempo, tanto lo bueno como lo malo", señaló Frechette.
Una serie de actividades para jóvenes coincidieron en la sede de la ONU en Nueva York, del 3 al 7 de este mes, con la evaluación de los 10 años del Programa Mundial de Acción para la Juventud, elaborado en 1995 para promover políticas nacionales para jóvenes.
La Asamblea General realizó dos sesiones especiales para evaluar el cumplimiento del programa. Se espera que la Asamblea General adopte una resolución que reafirme y enfatice la importancia de su implementación.
Líderes juveniles de 30 países, entre ellos Australia, Canadá, Ghana, Malawi, Holanda, España y Turquía, acudieron a la sede de la ONU para dirigirse a los delegados de los países.
"Los jóvenes tenemos la oportunidad de elevar la voz. Deberíamos comprender que la juventud ahora es muy importante", dijo el dirigente estudiantil Nguyen Hong Nhung, de Vietnam.
"El gobierno y la ONU prestan mucha atención a la juventud. Es nuestro momento para ser más activos en cada campo, no sólo en el desarrollo de la juventud, sino también para el desarrollo social", agregó.
La ONU también lanzó su "Informe mundial de la juventud 2005: la gente joven hoy y en 2015", basado sobre estadísticas recabadas por agencias de la ONU, el Banco Mundial y otros.
El principal mensaje de este informe es que las inversiones en la juventud necesitan ser escalonadas para implementar el Programa Mundial de Acción para la Juventud y para alcanzar para 2015, el plazo establecido, los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio.
Los Objetivos incluyen reducir a la mitad la proporción de la población pobre y hambrienta del mundo respecto de 1990, lograr la universalización de la educación primaria, disminuir dos tercios la mortalidad infantil y tres cuartos la materna, promover la equidad de género y revertir el avance del sida, la malaria y otras enfermedades.
El Grupo de Trabajo Ad Hoc para la Juventud y los Objetivos de Desarrollo del Milenio enfatizó que construir la capacidad de los jóvenes y crear sociedades sostenidas por ellos son estrategias cruciales para lograr los Objetivos.
"Varios cambios importantes han tenido lugar desde la adopción del Programa Mundial de Acción para la Juventud", dijo el subsecretario general de la ONU José Antonio Ocampo.
"La gente joven, más que cualquier otro grupo etario, ha sido afectada por la globalización, el envejecimiento de la sociedad, el rápido avance en la tecnología de la información y la comunicación, la epidemia de sida y los conflictos armados", afirmó Ocampo.
La juventud ocupó el lugar central de la Asamblea General, pero no basta con una conmemoración, pues se debe prever los pasos futuros, declaró en el lanzamiento del informe Johan Schölvink, director de la División para la Política y el Desarrollo Social del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.
El informe aporta una mirada en profundidad sobre 15 áreas prioritarias identificadas por la Asamblea General, pero se concentra en la relación de la juventud con la economía mundial y con la sociedad y la situación de los jóvenes en situación de riesgo.
También enfatiza que, mientras la reducción de la pobreza es un objetivo de desarrollo vital, 18 por ciento de los jóvenes vive en la indigencia.
La investigación relativa a la sociedad civil examina la contribución de la gente joven en los procesos de toma de decisiones, y explora mecanismos para la implementación de políticas.
La apertura y la disponibilidad de las nuevas tecnologías permiten a los jóvenes compartir sus puntos de vista y sus experiencias, para así contribuir con su propio desarrollo cultural.
El informe también atiende los conflictos armados y los problemas de salud, tales como el VIH/sida, mayormente en África y Asia, donde la expansión del virus ha tenido un impacto devastador en la juventud.
En muchos nuevos conflictos armados surgidos en décadas recientes, niños y niñas son tanto perpetradores como víctimas, advierte el estudio.
"Las soluciones deben ser informadas a los jóvenes y, cuando sea posible, manejadas por los jóvenes, construyendo oportunidades para el cambio social que emerge del conflicto", concluye el informe.
"Estos esfuerzos requieren una financiación suficiente y un fuerte compromiso a nivel internacional, regional, nacional y local, y deben ser integrados, involucrando a todos los sectores en la prevención del conflicto, la respuesta, la recuperación y el desarrollo", agrega.
