DESARROLLO: El trabajo voluntario como industria

El trabajo voluntario o sin fines de lucro tiene un enorme peso en las economías nacionales, revelaron nuevas estadísticas, en contra de la creencia de que esa tarea es bienvenida y loable, pero no esencial.

"Este tercer sector… es una enorme fuerza económica. Es una fuerza importante y creciente, que merece más atención de la que recibe", destacó Lester Salamon, director del Centro de Estudios sobre la Sociedad Civil de la Universidad John Hopkins, de Estados Unidos, en una conferencia celebrada en Bangkok.

El Centro, junto con la División de Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creó un manual para la inclusión del aporte de las instituciones sin fines de lucro en las cuentas nacionales, y ahora intenta que los países elaboren estadísticas sobre ese sector e informen sobre ellas.

"Estos datos derribaron la idea de que el sector sin fines de lucro es residual", agregó Salamon.

El sector sin fines de lucro se define como aquél que provee bienes o servicios públicos, no distribuye ganancias, se autogestiona y tiene estructuras de gobierno y recaudación diferentes a las de organizaciones comerciales o públicas, así como un diferente tratamiento fiscal y jurídico.
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Integran ese sector los bomberos y socorristas voluntarios, y los activistas ambientales y políticos, entre otros.

En Filipinas, las organizaciones voluntarias y sin fines de lucro son una industria de 1.200 millones de dólares al año, con gastos que superan 1,5 por ciento del producto interno bruto.

Esos grupos emplean el quíntuple de personas que gigantescas empresas de servicios públicos y muchas más que las mayores firmas del país, entre ellas San Miguel Corp., que produce alimentos y bebidas.

En India, se estima que 3,4 por ciento de la población adulta trabaja en instituciones sin fines de lucro. Sólo en la capital, Nueva Delhi, uno de cada ocho adultos labora en ese sector, informó Ilpo Survo, director de estadísticas de la Comisión Social y Económica de las Naciones Unidas para Asia-Pacífico (ESCAP, por sus siglas en inglés).

"No sabíamos que la contribución del sector era tan grande hasta que analizamos las cifras", manifestó Ledivina Carino, profesora de la Facultad de Administración Pública de la Universidad de Filipinas.

Desde Europa occidental hasta Asia y Australia, las organizaciones voluntarias tienen un peso importante en las economías.

Si la sociedad civil fuera una economía nacional, sus desembolsos representarían 1,6 billones de dólares, convirtiéndola en la quinta economía del mundo después de Estados Unidos, Japón, Alemania y Gran Bretaña, según las cifras del proyecto comparativo del sector sin fines de lucro de la Universidad John Hopkins.

El proyecto, que actualmente cuenta con datos sobre el sector sin fines de lucro en 37 países, demostró que ese sector representa 47,6 millones de empleos de tiempo completo y provee trabajo a 4,5 por ciento de la población económicamente activa y 7,7 por ciento del empleo no agrícola, explicó Salamon.

En los países estudiados, agregó, el empleo en organizaciones de la sociedad civil, ya sea honorario o remunerado, da empleo a 48 millones de personas, una cifra enorme en comparación con los cuatro millones de empleados de las mayores empresas nacionales.

Estos datos reflejan el creciente papel de las organizaciones sin fines de lucro en la provisión de servicios y son importantes para que "los gobiernos perciban los límites al estado de bienestar y concentren la política nacional en el desarrollo", dijo Salamon.

En muchos casos, los gobiernos otorgan fondos a esas organizaciones para que lleguen a grupos de personas a los que ellos no pueden llegar.

En países de Europa occidental como Italia y Holanda, la mayor parte de la actividad sin fines de lucro (66 y 86 por ciento, respectivamente) se realiza en el ámbito de la salud y el trabajo social, seguidos por los servicios comunitarios y sociales, y después por la educación.

El papel de este sector fue materia de discusión de la conferencia organizada en la capital tailandesa por ESCAP, la Universidad John Hopkins y el Programa de Voluntarios de la ONU, con apoyo financiero de la Fundación Sasakawa para la Paz, con sede en Tokio.

La conferencia reunió a activistas, investigadores y funcionarios de oficinas de estadísticas nacionales de países asiáticos.

Los participantes señalaron que la mayoría de los sistemas de cuentas nacionales se limitan a consignar cifras de áreas tradicionales como el sector empresarial, el gubernamental y el doméstico. En algunos casos, la contribución económica del sector sin fines de lucro se mezcla con la de otros.

Hasta la fecha, 18 países (entre ellos Argentina, Brasil, Bélgica, Francia, Italia, República Checa, Sudáfrica y Marruecos) se han comprometido a modificar sus sistemas de cuentas o agregar "cuentas satélites" para registrar la contribución de ese sector.

Dentro de Asia, se comprometieron a hacer lo mismo Australia, Nueva Zelanda, Japón y Kirguistán. Filipinas, que tiene casi 500.000 grupos voluntarios o sin fines de lucro, trabaja en la misma línea.

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