Organizaciones de la sociedad civil saldrán a las calles en todo el mundo desde la semana próxima para protestar contra el proceso de liberalización comercial que conduce a la sexta conferencia ministerial de la OMC, que sesionará en Hong Kong en diciembre.
Los promotores de las protestas recordaron que las mayores frustraciones de la política de apertura de mercados alentadas por la OMC (Organización Mundial de Comercio) sobrevinieron cuando la sociedad civil se movilizó, como durante las conferencias ministeriales de Seattle, en 1999, y de Cancún, en 2003.
"Si observamos a Seattle y a Cancún, es importante subrayar el papel desempeñado por la sociedad civil en desbaratar esas conferencias. Ahora esperamos cumplir el mismo rol en Hong Kong", adelantó el filipino Walden Bello, de Focus on the Global South.
"Vamos a detener las negociaciones de la OMC porque no vemos que presenten alguna perspectiva favorable a los países, en particular a los de América Latina y de Africa", insistió Iara Pietricovsky, del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (Inesc) de Brasil.
Una consigna lanzada en la presente campaña, "Hong Kong será el Stalingrado de la OMC", confirma las intenciones de las organizaciones no gubernamentales asiáticas, europeas y latinoamericanas que convocan las demostraciones.
En Stalingrado, la ciudad que retomó su nombre original ruso de Volvogrado en 1961 bajo el gobierno del primer ministro Nikita Kruschev, las tropas de la ex Unión Soviética infligieron en 1943 una derrota al ejército invasor de la Alemania nazi, que marcaría el comienzo del fin de la segunda guerra mundial (1939-1945).
Pero ahora será en un país neutral, en la ciudad suiza de Ginebra, donde se librarán los primeros actos de protesta durante las dos semanas venideras, con la idea de extenderlos luego a Hong Kong y a otros sitios en el mundo, como ha anunciado la Red Mundial de la Sociedad Civil.
Los activistas atribuyen una importancia clave a las reuniones que celebrará la OMC a partir de la semana próxima, con la sesión el jueves 13 del Comité de Negociaciones Comerciales, el máximo órgano técnico de las discusiones.
En la semana siguiente proseguirán con las sesiones que sostendrá, los días 19 y 20, el Consejo General, el cuerpo que gobierna el sistema multilateral en los intervalos entre conferencias ministeriales.
Otro argumento de los dirigentes de la sociedad civil para justificar las manifestaciones es que la OMC ha cambiado sus tácticas y prefiere evitar que las negociaciones queden para último momento, pues cuando fracasan, desprestigian las conferencias ministeriales, como en los casos de Seattle y Cancún.
Por ese motivo, las negociaciones que se desarrollarán este mes en Ginebra, serán cruciales para el desenlace de Hong Kong, alegan los activistas.
La conferencia de diciembre debería concertar acuerdos para avanzar en las negociaciones de la Ronda de Doha, un plan de ampliación de la apertura de los mercados lanzado en la capital de Qatar, en 2001.
Pero esa iniciativa arrastra varios fracasos y numerosos plazos incumplidos, porque básicamente los países industrializados y las naciones en desarrollo defienden intereses contrapuestos y escasa voluntad de concesión.
Los temas centrales de negociación son la agricultura, los servicios, los aranceles industriales, la propiedad intelectual y las cuestiones de interés más específico del Sur en desarrollo, como el tratamiento especial y diferenciado a los países pobres y la aplicación pendiente de medidas ya concertadas para beneficiarlos.
Bello sostuvo que la OMC ha mostrado en sus 10 años de vida que promueve los intereses de las compañías transnacionales.
Un ejemplo han sido las industrias farmacéuticas, que han tratado de socavar el principio establecido por la Declaración de Doha de la supremacía de la salud pública sobre los derechos de propiedad intelectual, dijo.
La intransigencia de Estados Unidos y de la Unión Europea en las negociaciones conduce al actual estancamiento, porque los países en desarrollo no pueden aceptar que una nueva declaración ministerial en Hong Kong ignore absolutamente sus intereses, insistió Bello.
Por esos motivos, la sociedad civil de Ginebra y de Suiza ha sido convocada a unir esfuerzos contra acuerdos "extremadamente malos", en la primera manifestación que se efectuará el 15 de octubre, informó Florence Proton, de la filial suiza de Attac.
Los organizadores esperan congregar ese día por lo menos a unos 5.000 manifestantes frente al edificio de la OMC. Los cálculos para las demostraciones de diciembre en Hong Kong mencionan la posibilidad de reunir a unos 8.000 activistas.
Organizaciones surcoreanas han anticipado que desde su país viajarán entre 2.000 y 3.000 personas, dijo Bello. De otros países cercanos a Hong Kong se aguardan varios miles más. De ese modo, habrá, según el activista, un mínimo de 8.000 manifestantes, aunque otros organizadores esperan muchos más, agregó.
Bello descartó la posibilidad de que los ministros alcancen un entendimiento en Hong Kong.
"Estaremos allí precisamente para asegurar que ese convenio no se produzca, para demostrar a los gobiernos de los países en desarrollo que muchos activistas de la sociedad civil, representantes de los intereses de los pueblos de esas naciones, recibirán con disgusto cualquier acuerdo", afirmó.
Las organizaciones de la sociedad civil defienden el principio de que en las negociaciones de la OMC "ningún acuerdo es preferible a un mal acuerdo".
Fuentes de Hong Kong aseguraron que el director general de la OMC, Pascal Lamy, participará el 16 de octumbre en esa ciudad de una mesa redonda donde los representantes de organizaciones no gubernamentales harán oir sus puntos de vista sobre la conferencia ministerial de diciembre.