Las relaciones entre América Latina y la Unión Europea (UE) viven una fase de intensas aunque contradictorias transformaciones, pautadas por negociaciones internacionales y bilaterales sobre comercio, y por cambios políticos y sociales en toda la región latinoamericana.
Esta compleja situación fue examinada desde diferentes ángulos en la jornada conclusiva de la II Conferencia Nacional sobre América Latina en Italia, que terminó este martes en Milán, capital de la norteña región italiana de Lombardía, organizada por la Red Italia América Latina, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Instituto Ítalo Latinoamericano y la Cámara de Comercio de esta ciudad.
Las negociaciones, en particular las de la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) para alcanzar un acuerdo de libre comercio, han seguido con lentitud desde su comienzo casi una década atrás, y están totalmente estancadas desde hace más de un año, siempre a raíz de los subsidios europeos a la producción agrícola.
Este asunto debería ser resuelto en la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se realizará en diciembre en Hong Kong.
Las posiciones se mantienen distantes, dijo a IPS el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, Ivan Joao Guimaraes Ramalho.
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"Si bien han crecido las exportaciones de productos agroindustriales, sobre todo de Brasil, hacia los países del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por su sigla en inglés), que integran México, Canadá y Estados Unidos, las relaciones con Europa son estratégicas para nosotros y tenemos que hacer un esfuerzo para lograr un acuerdo", explicó.
En esa postura coincidió Mario Baldassarri, viceministro italiano de Economía, quien recordó en su intervención que para 2015 China habrá superado a Estados Unidos por su producto interno bruto (PIB), y tanto Europa como América Latina perderán posiciones en la clasificación de las mayores economías mundiales.
"Es vital, entonces, encontrar un acuerdo para enfrentar esa fuerte competencia", añadió.
El flamante secretario general iberoamericano y ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, el uruguayo Enrique Iglesias, explicó que en los últimos años se han desarrollado nuevos tipos de alianzas, como la cooperación entre distritos, provincias o ciudades, que concluyen acuerdos sin mediación de los gobiernos centrales.
Iglesias citó como ejemplo el acuerdo entre la noroccidental región italiana de Piamonte y el meridional estado brasileño de Minas Gerais. "Es esencial el apoyo público fuerte a este tipo de iniciativas, sobre todo para el tema de los negocios y de las infraestructuras", acotó.
"El papel del Estado es esencial también para la creciente colaboración con el sistema de las pequeñas y medianas empresas, un modelo que los países latinoamericanos comparten con Italia", afirmó el ministro de Economía de Chile, Jorge Rodríguez.
"Estas empresas deben superar con el poco crédito disponible la dificultad de enfrentarse con el mercado internacional. Tienen que ser acompañadas desde el sector público, con mecanismos de garantías al préstamo de parte del Estado, y agilizar el sistema burocrático", agregó.
Los representantes de las organizaciones de empresarios italianos y brasileños lamentaron la inestabilidad política que sigue caracterizando a muchos países latinoamericanos, unida a una creciente conflictividad social que puede poner en riesgo la llegada de inversiones privadas, en notable crecimiento en los últimos años, en particular en Brasil.
El canciller mexicano Luis Derbez hizo énfasis en el apoyo que la UE puede prestar a la consolidación de las inestables democracias latinoamericanas, que han visto en tres años el alejamiento del poder de 11 presidentes y seis vicepresidentes elegidos por voto popular, por la protesta de vastos movimientos sociales.
"La Unión Europea puede respaldar la transformación de nuestras democracias en sistemas capaces de garantizar no sólo la libertad y la igualdad políticas, sino también la igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos", indicó.
En forma coincidente se expresó el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el argentino José Luis Machinea. Los ciudadanos "están apoyando la democracia en América Latina, pero es necesario seguir creciendo y mejorar las instituciones", dijo a IPS.
Machinea sostiene que la región latinoamericana está atravesando una coyuntura favorable, pero que necesita el relanzamiento de la intervención estatal. "Los gobiernos tienen que desarrollar una mayor injerencia en las políticas económicas, promover medidas de equidad, no solamente en el plano social sino sobre todo económico".
Las relaciones con la UE sentirán también el proceso de integración regional, que después de un largo periodo de estancamiento volvió a moverse merced a políticas conjuntas de Venezuela, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, que involucran también a otros países.
Estos países pusieron en marcha el año pasado la Comunidad Sudamericana de Naciones, bajo impulso de Brasil.
Según Machinea, la integración es el mecanismo idóneo para potenciar a los países, tanto en aspectos comerciales como económicos y sociales, que tienen que ser complementarios. "Ese proceso sirve para profundizar los acuerdos subregionales y luego negociar con el resto del mundo, en primer lugar con Europa".
Massimo D'Alema, presidente de la delegación para las relaciones con el Mercosur del Parlamento Europeo, dijo que Europa "debe apoyar los procesos de integración económica y política, y cooperar en la creación de organismos de gobierno supranacionales, al tiempo que apoya la consolidación de los regímenes democráticos y colabora con el crecimiento económico de los países latinoamericanos".
La UE, un bloque de 25 miembros, puede servir al mismo tiempo de ejemplo para estos procesos, gracias a la experiencia que ha realizado de integración de nuevos Estados. "Para negociar en forma conjunta con el exterior, los países saben bien que deben renunciar a un poco de soberanía para ser más fuertes", recordó Machinea.