AMBIENTE: El Mediterráneo está enfermo

La contaminación que padece el mar Mediterráneo preocupa a las organizaciones ambientalistas, para las cuales es posible salvarlo a través del ahorro.

Expertos de agencias regionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), autoridades locales, sindicatos, industrias y organizaciones de la cuenca del Mediterráneo se reunirán en Atenas los días 10 y 11 con el objetivo de aunar esfuerzos en busca de remedios a las enfermedades del mar.

La búsqueda de soluciones «deberían concentrarse más en organizaciones no gubernamentales, sindicatos y partidos políticos», dijo a IPS Emad Adly, coordinador de la Red Arábiga para el Ambiente y el Desarrollo.

Esta alianza, con sede en El Cairo, agrupa a organizaciones de 17 países árabes, siete de ellos con costas en el Mediterráneo.

«Son jugadores clave, junto con el sector público y el privado, en la implementación de proyectos cuyo fin es asegurar el desarrollo sustentable a nivel local, sea en el campo de la agricultura, la industria, la administración de la costa o la desertificación», expresó Adly, quien concurrirá a la reunión de Atenas.

«Las organizaciones no gubernamentales son activas en todas partes y agrupan a gente de todas las categorías sociales. Ellas están más conscientes de los problemas y las soluciones», dijo Adly.

Los problemas no son tan pequeños como el mar Mediterráneo, que, a pesar de las dimensiones que aparenta en los mapas, es apenas una gota en el océano, con 0,7 por ciento de toda el agua salada del planeta.

Pero en los países ribereños viven 435 millones de habitantes, 150 millones de ellos en las costas, y acuden a esos territorios más de 200 millones de turistas cada año.

Y sus enfermedades no son leves. Con más de 46.000 kilómetros de costa y 3.700 kilómetros cúbicos de agua, sufre una fuerte contaminación, tanto en la tierra como en el propio mar. Las ciudades, el turismo y la agricultura figuran entre los principales contaminadores.

Cientos de pueblos costeros carecen de saneamiento, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) a través de su Plan de Acción Mediterránea, con sede en Atenas y establecido en 1975.

«Los 150 millones de personas que viven en la costa del Mediterráneo producen 3.800 millones de metros cúbicos de aguas residuales cada año», calculó la organización ambientalista WWF (ex World Wildlife Fund).

«Unos 2,5 millones de metros cúbicos son producidos por los turistas que visitan la región del Mediterráneo», agregó WWF en un informe según el cual 80 por ciento de las aguas residuales son vertidas sin recibir un tratamiento adecuado.

El Programa para la Evaluación y el Control de la Polución en la región del Mediterráneo (Med Pol), que opera dentro del Plan de Acción Mediterránea, sostiene que los desechos sólidos que ingresan al mar promedian 254 kilogramos por habitante al año. Esto incluye basura doméstica, alimentos, papel, plástico y botellas.

La contaminación generada por el vertido de desechos sólidos y basura en el mar, especialmente los envoltorios de plástico, es una causa importante de la degradación de las playas, el lecho del mar y los ecosistemas asociados, según los ambientalistas.

De acuerdo con datos de Med Pol, solamente el plástico constituye 75 por ciento de los residuos en la superficie y en el lecho del mar. Pelotas de plástico no biodegradable y de alquitrán se acumulan en las playas a lo largo de la costa.

Las actividades industriales también son una fuente clave de contaminación, principalmente de los sectores químico, petroquímico y metalúrgico.

Grandes puertos comerciales y pesados complejos industriales generan una significativa contaminación en el lugar. Unas 60 refinerías de petróleo liberan casi 20.000 toneladas de petróleo al año en el Mediterráneo.

Los desechos de las más de 200 instalaciones petroquímicas y de energía, industrias químicas y plantas de cloración, y más de los 80 ríos principales que acarrean pesadas cargas de elementos contaminantes han llevado a la cuenca del Mediterráneo a un avanzado estado de deterioro.

Toda esta contaminación tiene lugar en un mar semicerrado. El Mediterráneo tiene sólo dos salidas: el estrecho de Gibraltar, de 14 kilómetros de ancho, y el Canal de Suez, con apenas unos pocos metros de ancho.

Esto significa que las aguas del Mediterráneo necesitarían entre 80 y 150 años para renovarse a través de la afluencia desde otras áreas, según estimaciones científicas.

Bajo el Plan de Acción Mediterránea se ha formulado otro programa estratégico por el que cada país del Mediterráneo identificará y cuantificará sus principales fuentes de contaminación, así como concebirá un plan nacional para cortar esa polución.

WWW está realizando una campaña para el establecimiento de áreas marinas y costeras de protección de la biodiversidad. También quiere que se acuerde medidas específicas contra la contaminación en una convención internacional.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe