A los 15 años, Abdou Adamou pasa sus días en un pozo de 50 a 80 metros de profundidad en Komabangou, un yacimiento de oro 175 kilómetros al sudoeste de la capital de Níger. Su trabajo consiste en cortar las rocas y sacarlas a la superficie con un cubo.
Se estima que más de 100 niños de 10 a 16 años trabajan en Komabangou. Esta región rica en minerales vive una fiebre del oro desde 2001 y atrae a familias enteras.
"Cada mañana, ellos me bajan al pozo a las ocho, con agua y comida que necesitaré para las próximas 18 horas. Al comienzo fue terrible, pero una vez que uno se acostumbra, se vuelve rutina", dijo Adamou a IPS.
"Abandoné la escuela cuando mis padres decidieron dejar nuestra aldea para ir a Komabangou a buscar oro. Y como no tenían con quién dejarme, me trajeron con ellos", contó.
"Si hubiera encontrado a alguien que cuidara a mi hijo, nunca lo hubiera traído aquí. Lo habría dejado continuar con sus estudios", indicó a IPS el padre de Adamou. "En la aldea es duro para todos. La gente no quiere cuidar a los hijos de los demás".
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"Los alumnos de las escuelas primarias rurales soportan el problema de la custodia, especialmente cuando la escuela no puede darles alimentación. Incluso en escuelas secundarias, cuando el estudiante no recibe una subvención del gobierno, es difícil hallar una familia que lo mantenga. Y eso explica por qué abandonan la educación", dijo Harouna Sadou, una socióloga de Niamey.
Según el código de minería de Níger, que data de 1993, 18 años es la edad mínima para trabajar en yacimientos y canteras. Pero ningún inspector ha sido asignado a los sitios de minería aurífera. Sólo ocasionalmente llega un equipo para efectuar una inspección sorpresiva, dijo Ibrahim Balla Souley, coordinador nacional para el Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil (IPEC-Níger), con sede en Niamey.
El IPEC, que se estableció en Níger en 2002, es dirigido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El grupo busca abolir el trabajo infantil en todo el mundo.
"Para trabajar en un sitio, uno no necesita papeles que acrediten su edad. Y el gobierno no hace nada al momento de reclutar gente. Es básicamente el sector informal el que opera aquí", explicó a IPS Daouda Kabani, secretario general de la Asociación de Buscadores de Oro de Komabangou.
Según él, ni mineros ni padres han sido jamás procesados por promover el trabajo infantil.
Más de 15.000 personas de varias nacionalidades de África occidental viven en la mina de Komabangou. La concesión fue abandonada por una firma extranjera en 2001 ante las escasas ganancias que dejaba su explotación.
"La gente de Benín, Burkina Faso, Ghana, Mali y Togo trabaja junto con los nigerianos. Han llegado a buscar oro o a comerciar", según Kabani.
"Esta es la realidad. Los niños constituyen una fuerza de trabajo. Se desempeñan en varios puestos. Algunos ayudan a romper las rocas, otros trabajan en la extracción, otros transportan el agua que se usa para mezclar la arena que se obtiene de la roca pulverizada", explicó Kabani. Un gramo de oro deja entre 10 y 12 dólares para el minero, dijo.
Según Kabani, algunos buscadores de oro pagan alrededor de 20 dólares por mes a los niños que emplean, y a otros 30 dólares. A cambio, les dan comida y alojamiento a los que llegaron sin padres o tutores.
Los adultos que hacen trabajos similares ganan el doble porque producen más, sostuvo.
El salario mínimo de un trabajador del gobierno en Níger es de unos 50 dólares por mes.
Mahamadou Aboubacar, de 13 años, suministra agua en la zona de búsqueda de oro, donde ha vivido con su madre durante tres años. "Empecé a trabajar después de que mi padre murió, para ayudar a mi madre. Cada día lleno con agua unos tres barriles de 200 litros, que llevo en un carro a mi empleador, que está a un kilómetro de distancia", relató a IPS. Él gana unos seis dólares por día.
"Desde la muerte de mi esposo no tengo medios de apoyo aquí excepto mi hijo. Él es el único que trabaja, y me alimenta y me viste", dijo a IPS Mamata Gado, madre de Aboubacar.
"Los padres también empujan a sus hijos a venir a trabajar aquí", afirmó Souley.
"Los menores están expuestos a toda clase de riesgos, como el envenenamiento por el polvo y la posibilidad de que colapsen los túneles", agregó. También hay enfermedades vinculadas a la actividad física, como el lumbago y las heridas con martillos y morteros con los que los niños muelen las piedras.
Bako Bagassi, médico del Programa Nacional contra Enfermedades Sexualmente Transmisibles y VIH/Sida en Niamey dijo que los niños a menudo están expuestos y contraen varias infecciones.
"Muchos inician su actividad sexual tempranamente. En Komabangou, más de 50 por ciento de las trabajadoras sexuales están infectadas con VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida)", dijo Bagassi, refiriéndose a una encuesta de 2003 efectuada por un grupo de salud.
Para combatir la pandemia, la filial en Níger de World Vision (Visión Mundial), una organización no gubernamental (ONG) internacional, realiza campañas de información y entrenamiento desde 2004.
"Hemos entrenado a unos 100 trabajadores comunitarios para llevar a cabo campañas en Komabangou y aldeas próximas. También hemos creado un centro de diagnóstico de VIH/sida", indicó a IPS Abdoulaye Soumana, de World Vision.
IPEC-Níger también estableció una escuela primaria en Komabangou en 2002 y capacita a niñas y niños en actividades que dejen ingresos, como vender agua y usar carros como medio de transporte.
"Construimos la primera escuela primaria en este sitio minero y hoy tiene aproximadamente 140 alumnos", contó Souley, feliz de que algunos padres hayan elegido inscribir a sus hijos y mandarlos a la escuela.
"Níger ha suscrito varias convenciones internacionales para la protección y promoción infantil, incluyendo la Convención sobre Derechos del Niño", dijo Zakari Hamadou, del Ministerio de Servicio Público y Trabajo en Niamey. Además, las leyes laborales de este país prohíben el trabajo infantil.
"Estos niños actúan en un ambiente informal que complica la tarea de los inspectores de trabajo. Por eso tenemos que concentrarnos más en las campañas de información", recomendó Souley, señalando a la pobreza como la principal causa del trabajo infantil.
Sesenta y tres por ciento de la población de Níger vive bajo la línea de pobreza, según el Informe Mundial sobre Desarrollo Humano 2004 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
(FIN/IPS/traen-js-dcl/oi-ks/lb hd dv md/05)