Varios jefes de Estado y de gobierno se disponen a apoyar, en la Cumbre Mundial de 2005 en Nueva York iniciada este miércoles, un nuevo tratado contra el terrorismo nuclear. Pero aún no hay acuerdo sobre una definición del término «terrorismo».
Se trata del último de 13 tratados referidos a varios tipos de "actos de terrorismo". Cinco de ellos se negociaron en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el apoyo del secretario general del foro, Kofi Annan.
"Los actos de terrorismo nuclear pueden tener gravísimas consecuencias y pueden significar una amenaza para la paz y la seguridad internacionales", según el texto de la propuesta.
Las disposiciones legales multilaterales existentes "no afrontan en forma adecuada estos ataques", señala el proyecto.
Funcionarios de la ONU indicaron que hasta ahora más de 60 naciones anunciaron que firmarán el tratado, entre ellas las cinco potencias nucleares y miembros permanentes del Consejo de Seguridad del foro mundial: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
Aún no está claro qué posición tomarán los otros dos países que han declarado poseer con armas atómicas (India y Pakistán) o los otros dos que ya cuentan, según insistentes versiones, con ellas (Corea del Norte e Israel).
La Cumbre Mundial de 2005 se realiza desde este miércoles y hasta el viernes en la sede de la ONU, y tiene el propósito de evaluar los avances hacia las metas de desarrollo mundial fijadas en 2000 y considerar diversas propuestas de reforma del foro mundial.
Expertos legales de la ONU admiten como posible que los países no resuelvan sus diferencias sobre la definición de terrorismo, pero sostienen que eso no tendría por qué frenar la aprobación del tratado.
"Estos actos están definidos de forma precisa por el derecho penal. No es una definición general abstracta. Es una definición precisa de actos que deben ser penalizados", afirmó Nicholas Michel, asesor legal de la ONU.
Un panel de alto nivel que elaboró una lista de recomendaciones para la reforma de la ONU sugirió definir terrorismo como "cualquier acción, además de las acciones ya especificadas por las convenciones existentes relacionadas con terrorismo, como la Convención de Ginebra y la resolución 1.566 del Consejo de Seguridad, que tienen el objetivo de causar la muerte o severos daños físicos a civiles o no combatientes".
También "cuando el propósito de tales actos, por su naturaleza y contexto, es intimidar a una población, o forzar a un gobierno o a una organización internacional a hacer algo o abstenerse de hacer algo", añade.
Algunos diplomáticos sostienen que el nuevo tratado fortalecería la red legal mundial contra el terrorismo, pues ordena el juicio y la extradición, en caso de que corresponda, de toda persona involucrada en estas acciones.
"Esta convención no creará un cambio inmediato, pero permitirá que se juzgue a los responsables de forma efectiva", señaló un delegado clave en las negociaciones que no quiso dar su nombre.
Días atrás, el Consejo de Seguridad de la ONU amplió las sanciones internacionales contra la red terrorista Al Qaeda y el movimiento radical islámico Talibán, que gobernó la mayoría del territorio de Afganistán entre 1996 y 2001.
En julio, Estados Unidos presentó el borrador de la resolución aprobada por unanimidad por los 15 miembros del Consejo, y que requiere a todos los países congelar de inmediato fondos y cuentas bancarias de individuos o empresas vinculadas con Al Qaeda o Talibán.
En los últimos cuatro años, cuentas bancarias por un total de 80 millones de dólares en más de 40 países han sido congeladas, y pertenecen a individuos y grupos que se sospecha tienen vínculos con Al Qaeda, según funcionarios de la ONU.
El foro mundial cuenta con una lista de más de 400 personas y organizaciones que tendrían contactos con la red terrorista liderada por el saudita Osama bin Laden, a quien se atribuye la autoría intelectual de los atentados que acabaron con 3.00 vidas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
La resolución también requiere a las naciones que extiendan las sanciones a "cualquier célula, afiliado, grupo escindido o derivado, así como a cualquier grupo de individuos reclutados por Al Qaeda o que le provea de armas".
Annan instó a los presidentes y primeros ministros que asisten desde este miércoles a la Cumbre Mundial a "firmar la convención sobre terrorismo nuclear y apoyar otros tratados clave que aún no han sido firmados o ratificados".
Mientras, Gran Bretaña presentó una propuesta de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que le podría dar una excusa a los gobiernos para violar el derecho a la libre expresión, alertó la organización Human Rights Watch (HRW).
Se espera que el Consejo de Seguridad vote este jueves la resolución, que insta a las partes a adoptar leyes contra la incitación de actos terroristas.
"Aquellos que incitan a otros a cometer actos de terrorismo deben ser juzgados. Pero los que impulsan esta resolución la han hecho fácil para que los gobiernos ataquen a oponentes políticos pacíficos, impongan censuras y cierren mezquitas, iglesias y escuelas", alertó el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.
El Consejo de Seguridad deberá definir el concepto de "incitación a actos terroristas" de una forma clara para que no se permitan violaciones al derecho de expresión y asociación, añadió el activista.