La lucha contra la pobreza tuvo este jueves en España el sonido de despertadores en las calles de la capital, dirigidos a los oídos de la delegación gubernamental que asistirá la próxima semana a una reunión de la ONU en la que se examinará la distancia entre el mundo real y las Metas del Milenio.
La celebración del Segundo Día Mundial de la Banda Blanca —que toma como símbolo una banda de ese color— tuvo en España muchos actos de la sociedad civil organizada, con el fin de alertar sobre los escasos avances para alcanzar los ocho Objetivos de Desarrollo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para el Milenio.
La Asamblea General de la ONU, del 14 al 16 de este mes, examinará esos propósitos adoptados por la comunidad internacional en 2000 como una plataforma para abatir la pobreza y la desigualdad en todo el mundo en un plazo fijado para casi todos en 2015.
Asistirá el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Ariane Arpa, directora de la filial española de la organización internacional para el desarrollo Oxfam, Intermon Oxfam, dijo a IPS que Zapatero debe liderar la lucha mundial contra la pobreza "junto a otros presidentes que ya lo están haciendo, como Lula (Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil), Ricardo Lagos (de Chile) y Hugo Chávez (de Venezuela)".
El español "debe asumir que es el momento de pasar de las palabras a los hechos e impulsar acciones concretas", agregó.
"Los Objetivos no son una expresión vacía ni una etiqueta sin más, son la solución para que 30.000 niños dejen de morir cada día por enfermedades curables o que cientos de mujeres puedan sobrevivir al embarazo y al parto".
Durante la celebración de la Banda Blanca, niños y jóvenes, representando al mundo, enfrentaron simbólicamente en un partido de fútbol al Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos del planeta. A pesar de que el reglamento de juego empleado siempre favorecía al G-8 (como ocurre en la realidad, dijo uno de los jugadores), finalmente ganaron los niños y jóvenes.
"Esto ha puesto de manifiesto cómo las reglas internacionales actuales, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial incluidos, favorecen al G-8, pero también que si logramos movilizar a la sociedad mayoritariamente, ese grupo minoritario será derrotado y triunfaremos en la lucha contra la pobreza", dijo a IPS David Álvarez Rivas, presidente de la Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo (CONGDE), de España.
El Primer Día Mundial de la Banda Blanca se celebró el uno de julio, con actos en todos los continentes, que coincidieron con la reunión en Escocia del G-8. En España, las acciones fueron convocadas por la Alianza Española contra la Pobreza, integrada por más de mil organizaciones no gubernamentales (ONG) que forman parte de la Coordinadora.
Este año se cumplen cinco años de que 189 jefes de Estado firmaron los Objetivos del Milenio, y se comprometieron a "liberar a todos los hombres, mujeres y niños de las lamentables e inhumanas condiciones de extrema pobreza" antes de 2015.
En verdad, los objetivos se proponen reducir a la mitad la proporción de población que sufre miseria y hambre, abatir la mortalidad materna e infantil, asegurar la igualdad de género en la educación, combatir el sida y otras enfermedades graves, brindar saneamiento a la mitad de la población que lo requiere y mejorar la situación de una parte de los casi mil millones de habitantes de barrios precarios.
Pero se ha avanzado poco. Intermon Oxfam insiste en que España, por sus especiales e históricas relaciones con el mundo árabe y América Latina, puede y debe jugar un papel especial para lograr avances.
Las ONG reclaman que en la ONU, así como en las reuniones del Banco Mundial y del Fondo y en la Conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio, a celebrarse en diciembre en Hong Kong, se ratifiquen los acuerdos para condonar la deuda externa de los países más pobres, acordados en la última cumbre del G-8.
Álvarez Rivas efectuó una puntualización sobre la ayuda que entregará el gobierno español a Estados Unidos para paliar los efectos del desastre que dejó el huracán Katrina en tres estados del sudeste de ese país.
"No nos oponemos a que se preste esa ayuda, pero el monto comprometido por el gobierno español no debería ser incluido en los presupuestos de la ayuda al desarrollo o la cooperación internacional, sino en los acuerdos bilaterales con Estados Unidos", puntualizó.
Una cosa es destinar fondos para ayudar al desarrollo y otra para colaborar con un país desarrollado, "y que además es la unipotencia mundial", a resolver sus problemas internos, aunque éstos afecten a la población de menos recursos de Estados Unidos, dijo.
Una de las cuestiones que más preocupa a las ONG es la posición de Washington, que presentó 750 enmiendas al borrador de la declaración final que deberá discutir y aprobar la Asamblea General de la ONU.
Las enmiendas van dirigidas s suprimir las menciones a los Objetivos del Milenio. Si la propuesta estadounidense prospera, se eliminaría toda referencia a los acuerdos más importantes que se han firmado en la historia para erradicar la pobreza, dicen los activistas.
Representantes de la española Alianza contra el Hambre se reunirán el 9 de septiembre en Nueva York con el embajador de este país ante la ONU, Luis Yánez, para exponerle sus reivindicaciones.
Este jueves, se realizaron en España muchas actividades y colectas de firmas a favor de medidas contra la pobreza en todas las capitales provinciales, coincidiendo con actos similares en otras ciudades del mundo, como Ámsterdam, Edimburgo, Johannesburgo, Lagos, Londres, Nueva York y París.
La CONGDE informó también de que en Pakistán se soltaron palomas blancas, en Afganistán, niños y niñas remontaron cometas blancas, y en Corea del Sur se celebró un concierto.
Además, en Brasil se programó una reunión de más de 15.000 personas en Río de Janeiro para un festival con banderas blancas extendidas en la playa. En Japón, una caravana de estudiantes entregó mensajes a su gobierno, y en Indonesia se celebró el concierto "La gente contra la pobreza". Actos similares se realizaron en Congo, Eritrea, Senegal, Bélgica, Grecia y Gran Bretaña.